El crecimiento de la economía permite tener a las empresas y hogares menos endeudadas. Al menos, en términos relativos. El pasivo de empresas y familias ascendió en el tercer trimestre de 2024 a 1,709 billones de euros, lo que supone en términos absolutos un incremento del 1,6% con respecto al mismo trimestre de 2023, según cifras proporcionadas este jueves por el Banco de España en su informe sobre las cuentas financieras de la economía española.

No obstante, en términos relativos, con arreglo al PIB esta se sitúa en el 109%, cifra que se puede comparar con el 114% que totalizó en el mismo trimestre del año anterior. Para hallar una deuda por debajo de la barrera del 110% del PIB hay que remontarse a los años anteriores a 2001.

Con este dato, el nivel de apalancamiento consolida además una tendencia descendente que viene dándose desde marzo de 2021. Con el país viviendo todavía las consecuencias de la pandemia, esta se situó cerca del 150% del PIB. Con todo, este no ha sido el peor nivel de deuda alcanzado por hogares y empresas en España. Entre 2008 y 2012, en lo peor de la crisis económica, el dato llegó a estar por encima del 200% del PIB.

Muy atrás quedan esos números. En términos absolutos, la deuda consolidada de las empresas aumentó desde los 988.400 millones del tercer trimestre de 2023 a los 1,01 billones en septiembre de 2024. Con respecto al PIB, sin embargo, su ratio pasó del  67,2% al 64,8%, lo que quiere decir en realidad que su deuda subió menos de lo que ha crecido la economía. Incluida la deuda interempresarial, la ratio en septiembre de 2024 sería del  80,9%, frente al 84,7% de un año antes.

Por su parte, la deuda de los hogares y las ISFLSH (instituciones sin fines de lucro al servicio de los hogares, como pueden ser los sindicatos, las asociaciones profesionales o científicas, los clubes recreativos o entidades benéficas) se redujo en términos absolutos y relativos, es decir, se apretaron el cinturón de verdad. En concreto, su pasivo descendió desde los 694.100 millones de septiembre de 2023 a 691.900 en septiembre de 2024. En términos relativos, bajó también desde el 47,2% del PIB del tercer trimestre de 2023 hasta el 44,1%.

Esta evolución, explican desde el Banco de España, se explica por los valores ligeramente positivos de las operaciones netas acumuladas y, en menor  medida, por otros flujos. En concreto, el importe de las operaciones netas acumuladas en cuatro trimestres hasta septiembre de 2024 fue de 24.300 millones, lo que supuso un 1,5% con arreglo al PIB.

Casi todo este porcentaje se corresponde con las operaciones que llevaron a cabo las empresas, que representaron de 23.100 millones. Los hogares y las ISFLSH presentaron unas operaciones netas de 1.200 millones, apenas el 0,1% del PIB. Además, redujeron su deuda en 2.200 millones.

Por otro lado, los activos financieros de los hogares y las ISFLSH ascendieron en el tercer trimestre de 2024 a 3,4 billones de euros, un 8,6% más que un año antes. Este aumento refleja una  revalorización de 168.000 millones y una adquisición neta de activos financieros (lo que se obtiene al restar los activos netos adquiridos menos el pasivo neto contraído) de 75.500 millones desde finales de septiembre de 2023.

En cuanto a los instrumentos financieros, la revalorización de activos se concentró en gran medida en las participaciones en el capital y los fondos de inversión. En la adquisición neta de activos, destacaron también las participaciones en fondos de inversión y, en segundo lugar, los depósitos. Dado que el aumento de los activos financieros fue mayor que el del PIB, en este caso la ratio también se incrementó. En concreto, lo hizo un 3,5% para alcanzar el 196%. del PIB.