Después de semanas de tensión creciente y declaraciones cruzadas entre Yolanda Díaz, ministra de Trabajo, y Carlos Cuerpo, ministro de Economía, este lunes ambos han rebajado la tensión. Lo han hecho en una reunión reclamada por la propia Díaz a su homólogo de Economía y celebrada a última hora de la tarde. Por ahora, poco se sabe de un encuentro que no alumbró ningún acuerdo, que duró apenas algo más de una hora y tras el que, en sendos comunicados, ambas partes se emplazan a seguir negociando sobre la tramitación de la reducción de jornada. Eso sí, mientras que en Sumar consideran dicha tramitación como "urgente", en Economía por ahora se ahorran ese adjetivo. El momento de fumar la pipa de la paz todavía no ha llegado.
Más allá de esto, la reunión ha servido también a Díaz para marcar perfil, dar un pequeño golpe en la mesa y reivindicarse. El hecho es que desde Trabajo interpretan como injerencias las largas que ha ido dando Cuerpo en las últimas semanas a introducir la reducción a de la jornada en el Consejo de Ministros. Así lo ha confirmado este mismo lunes Joaquín Pérez Rey, secretario de Estado de Trabajo y mano derecha de Díaz que en declaraciones ofrecidas a LaSexta ha asegurado que Cuerpo "se excedería en sus competencias" si decidiera marcar la agenda de la aprobación de la jornada laboral.
La reunión ha valido, por tanto, como toque de atención para marcar territorio en un momento en el que Díaz aparece cada vez más lejos del PSOE en las encuestas. Lastrada por polémicas como el caso Errejón, la ministra de Trabajo no anda sobrada de golpes de autoridad que refuercen su liderazgo.
No hay que olvidar por otra parte que apenas faltan 24 horas para que Díaz se reúna con los sindicatos y negocie con ellos la subida del SMI. Tal y como ha adelantado este domingo la líder de Sumar en una entrevista concedida en La Vanguardia, la subida propuesta a los agentes sociales será de 50 euros al mes, lo que elevará la cuantía a percibir por los trabajadores que cobren el SMI a 1.184 euros al mes. La propuesta va en la línea de lo propuesto por el comité de expertos creado por Trabajo para acercar el SMI al salario medio.
A la espera de conocer la respuesta de los sindicatos, que ya han reconocido durante los últimos días de que reclamarán a la ministra algo más, Lorenzo Amor, vicepresidente de la CEOE y presidente de la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA), ha detallado este lunes lo que significaría esta subida para las empresas. Con un aumento de 50 euros de salario mensual en el SMI como el que propone Díaz, la empresa deberá pagar 1.000 euros más por empleado al año: 700 en concepto de salario y 300 en concepto de cotizaciones a la Seguridad Social. Sumado al 6,25% de aumento de coste extra que la patronal atribuye a la reducción de jornada, calculan desde la CEOE que a las empresas cada trabajador le puede costar unos 3.000 euros más.
"Con la última subida del SMI, en los últimos años habrá subido casi un 60%. Ni la economía ha subido un 60%, ni la actividad y los negocios de las empresas han subido un 60%, ni la inflación ha subido un 60%, ni los contratos públicos han subido un 60%", ha ahondado Amor. El representante de los autónomos y los empresarios ha recordado además que en los últimos cinco años se han perdido 174.000 empleos en agricultura y el régimen de hogar, dos sectores especialmente afectados por el SMI. La explicación, comentan desde la CEOE, se halla precisamente en un aumento de coste por trabajador que resulta inasumible para muchos autónomos.
"El SMI no afecta a la gran empresa. Está en el ámbito rural, donde hay destrucción de empleo por parte de los autónomos. Siempre hemos defendido que el SMI debe subir de forma proporcionada a como crece la economía", ha recordado además el vicepresidente de la CEOE, que ha querido recordar la versión de la patronal de lo que ocurrió en la mesa de negociación de la subida del SMI, de la que hace meses que no forman parte.
"Nosotros no nos hemos levantado nunca de la mesa. Hubo tres ultimátum. Reunimos nuestro órgano de gobierno y dijimos lo que pensábamos, que es que el SMI hay que llevarlo a la negociación colectiva convenio a convenio. A partir de ahí, no se negoció más", relata Amor. Fuentes de la CEOE van un paso más allá: "No hubo negociación real. En la mesa de diálogo social no se puede marcar el final de la negociación antes de que comience. En este caso, la conclusión estaba clara antes de empezar a hablar: había que subir el SMI".
En la misma línea se ha expresado Amor, que ha recordado que el SMI es facultad del Gobierno: "Nosotros escucharemos y diremos, pero esto no es diálogo social. Es una prerrogativa del Gobierno. Les diremos esto mismo, pero con más datos. Sin embargo, lo que hemos visto en los últimos años es que el Gobierno siempre ha ido a la más alta, y eso es un problema para muchas familias, para muchos autónomos y para muchos trabajadores, porque cuando no se llega, no se llega, por eso ha habido tantos despidos en sectores con tanto impacto del SMI".
Discrepancias sobre la productividad
Por no concordar, Díaz y la CEOE no están de acuerdo ni siquiera en algunos datos básicos. "Eso de trabajar menos y ganar más no es tan fácil como lo plantea Díaz", ha comentado Amor.
Alude a que uno de los principales argumentos esgrimidos por la propia Díaz para poner sobre la mesa esta subida salarial es el aumento de la productividad en España. En su estadística de productividad por hora completa trabajada, en efecto el INE cifra en un 2,5% el aumento de la productividad para el tercer trimestre de 2024.
No obstante, en un informe presentado el pasado verano por el por el IEE, una institución ligada a la propia CEOE, y titulado La productividad como rento pendiente de la economía española, las conclusiones son bien distintas. Tomando datos del Eurostat, el think tank habla de que la productividad española no ha subido tanto como la europea porque entre 2013 y 2023 el PIB por hora en España solo ha crecido un 4,2% entre 2013 y 2023, la mitad que la UE en este mismo periodo. El mismo estudio recuerda además que la productividad por ocupado creció en el mismo periodo un 5,9% en la UE, mientras que, en España, tan solo lo hizo un 0,7%. La CEOE recuerda en su reciente respuesta a la propuesta de Díaz de subir el SMI que, para producir semanalmente lo mismo que los trabajadores de países del entorno, un trabajador español tiene que totalizar 41,2 horas a la semana.
"La patronal española no entiende lo que es la productividad: en España está creciendo un 2,5%. La patronal debería reconocerlo y dejar de ir contra el bienestar de la gente trabajado", ha contestado la propia Díaz en sus redes sociales. Fuentes de la CEOE argumentan que reducir la jornada no aumenta la productividad, como plantea la ministra, "especialmente cuando la productividad está por debajo de la media". "El orden tiene que ser el inverso: primero que suba la productividad, y luego que suba el SMI", comentan estas mismas fuentes.
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