Es un debate abierto desde hace meses y que este año se ha intensificado. El plan de cierre de las centrales nucleares registró este jueves un hecho significativo cuando el presidente de la principal propietaria de las centrales nucleares en España, Iberdrola, reclamó que sigan operativas. El presidente de la compañía, Ignacio Sánchez Galán, reclama que España mantenga abiertas las instalaciones con las que ya cuenta –cinco centrales y siete reactores- porque “se ha demostrado que son seguras y eficientes” y serán necesarias en el futuro, aseguró en el Foro Económico de Davos.

Iberdrola es actualmente propietaria de cuatro de las cinco centrales nucleares que siguen operativas en España y que cuentan con seis reactores nucleares. El cronograma del apagón nuclear previsto por el Gobierno plantea que Almaraz I, cuya propiedad Iberdrola comparte con Endesa y Naturgy, complete su cierre en 2027 y un año después lo haga el segundo de su reactores, Almaraz II. Los municipios del entorno de la central cacereña, así como representantes del Gobierno de Extremadura y del PP y el PSOE se han mostrado partidarios de la continuidad de la vida útil de la central.

Sánchez Galán considera que si bien por el momento quizá no sea necesario construir nuevas centrales nucleares, como sí hará Francia, “al menos las centrales que están en funcionamiento” deberían mantener “sus luces encendidas para dar respuesta a cierta demanda”. Recuerda que las numerosas plantas de ‘data centers’ que ya existen en España y que se multiplicarán en los próximos años “necesitarán energía 24/7”, aseguró.

El Gobierno ha afirmado que el plan de cierre de las centrales nucleares se acordó de acuerdo a las compañías energéticas que las explotan y que éstas no han solicitado que se prorrogue su funcionamiento. El cierre completo de la red nuclear en España, que cuenta con más de 40 años, está previsto para 2035. El Ejecutivo insiste en que no se trata de una decisión unilateral ni impuesta. Sin embargo, desde el ‘Foro Nuclear’, la patronal que agrupa a las empresas que explotan las centrales, se denuncia que lo que las propietarias de las centrales han rechazado es continuar explotándolas con el actual marco impositivo que asfixia la rentabilidad de estas instalaciones.

"Hay que aprender lecciones del pasado"

Recuerdan que desde 2019 la presión fiscal ha ido en aumento de forma exagerada hasta elevar de los 16 euros el MWh a los 28 euros MWh actuales, lo que supone un incremento del 70%. Un “losa” impositiva que considera que hace “insostenible” la viabilidad económica de las nucleares en España. Recuerda además que varios de los tributos que se les aplican “son redundantes” con objetos y bases imponibles “duplicados”.

Galán subraya que la apuesta por las nucleares permitirá reducir la dependencia energética de España y la inestabilidad en el suministro que se produce en escenarios de crisis internacionales. En su opinión, uno de los grandes desafíos a los que se enfrenta Europa es alcanzar una mayor cuota de independencia energética y para ello la energía nuclear, que aún representa el 20% del ‘mix energético’ español, es esencial: “Tenemos que aprender lecciones del pasado, hace tres años tuvimos una terrible crisis energética”, señalo. Apuntó que junto a la energía nuclear el hidrógeno es otra de las alternativas para avanzar en esa autonomía energética en un continente que carece prácticamente de petróleo y gas.

Señaló que percibe que la apuesta por un mayor desarrollo del hidrógeno verde se ha ralentizado y que las inversiones que se anunciaron para su desarrollo se han frenado. “Estábamos esperando mucho apoyo, teníamos bastantes proyectos que se apoyaban en los fondos ‘Next Generation’ pero que todavía no han llegado. Es una pena, esto podría haber ayudado a una menor dependencia energética”.

Imaz: "Descarbonizar apoyados en la industria"

En el mismo foro económico de Davos ha participado el consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, quien ha defendido la necesidad de avanzar en la descarbonización pero apoyándose en la industria: “Tenemos que hacer una descarbonización apoyada en la industria, en las capacidades tecnológicas”. Ha lamentado que el proceso de descarbonización europeo esté debilitando su tejido industrial, “en los últimos seis años se ha perdido un 12% de la industria consumidora de energía”: “No nos estamos apoyando en hechos sino en ideología”, ha lamentado.

Para el CEO de Repsol es un error apoyarse fundamentalmente en el coche eléctrico como solución para descarbonizar. Ha recordado que en Alemania ha quedado acreditado que un motor de combustión híbrido que funciona con diésel renovable “emite menos CO2 que un vehículo eléctrico”. Ha apuntado que el sector de la automoción se está viendo perjudicado en Europa mientras se importan “más y más coches de China”.

Para Imaz urge dar "un cambio radical" a la estrategia de descarbonización, como apunta el informe Draghi, pero "por supuesto manteniendo un compromiso de reducción de emisiones de CO" pero al mismo tiempo sin romper el principio de neutralidad tecnológica. Defiende que se tenga una visión "holística" de las políticas y cuando se habla de reducción de emisiones se tenga en cuenta el ciclo completo. Subraya que la meta de la descarbonización es "enorme" y que no se pueden descartar tecnologías para ello.