El Índice de Precios al Consumo (IPC), el indicador que mide el coste de la cesta de la compra, se ha situado en el 3% en el mes de enero, según los datos de avance publicados este jueves por el Instituto Nacional de Estadística. Se trata de su valor más alto desde el pasado mes de junio, cuando se situó en el 3,4%,

Esto supone un aumento de dos décimas con respecto al mes de diciembre, algo que el INE explica por el aumento de los carburantes, en línea con la subida del petróleo, y, aunque en menor medida, la electricidad, que sube más que en enero del año pasado. Sobre lo primero, el barril de Brent, la referencia en Europa, se ha situado con frecuencia cerca de los 80 euros en el último mes debido a las tensiones geopolíticas. Solo el compromiso de Libia de exportar petróleo y el de la OPEP de aumentar producción están aliviando algo en las últimas horas esta escalada.

Respecto a la factura de la luz, cabe recordar que a partir del 1 de enero de este año el IVA de la electricidad ha vuelto a situarse en el 21%, frente al tipo reducido del 10% que se estuvo aplicando hasta el 31 de diciembre de 2024 para paliar el efecto en los hogares de los altos precios de la electricidad.

No obstante, según los datos recogidos por el Operador del Mercado Ibérico de Electricidad (OMIE), que atiende a los precios de la energía en España y Portugal, en enero el precio de la electricidad en el pool, es decir, en el mercado mayorista de donde lo compran las distribuidoras de electricidad, ha superado muchos días holgadamente los 100 euros por megavatio hora. Como referencia, se puede advertir que lo que obligó al Gobierno a una rebaja del IVA de la electricidad fue una media de más de 45 euros de megavatio hora.

Con el avance del IPC interanual en el primer mes del año 2025, la inflación encadena cuatro meses consecutivos de subidas. En sentido contrario, el INE destaca la influencia a la baja de ocio y cultura, cuyos precios se reducen más que en enero del año pasado.

Por su parte, la inflación subyacente, la que no toma en cuenta los elementos más sujetos a volatilidad como la electricidad y los alimentos no elaborados, se ha reducido dos décimas, hasta el 2,4%, para quedarse seis décimas por debajo del índice general. El IPC armonizado (IPCA), que cambia algunos de los precios de referencia para hacerlo comparable entre países miembros de la UE, escaló una décima en enero, hasta el 2,9%, y descendió un 0,1% en valores mensuales.

Está previsto que el INE publique los datos definitivos del IPC el próximo 14 de febrero. De confirmarse, la tasa anual de este índice confirmará una tendencia ascendente que viene dándose desde septiembre del año pasado, cuando se situó en el 1,5%. De ahí pasó al 1,8% en octubre para dar el gran salto en noviembre y diciembre: 2,4% y 2,8% respectivamente.

La tendencia es inquietante, aunque son cifras que todavía están lejos del verano de 2022. Entonces, entre los meses de junio y agosto, el IPC alcanzó en España los dobles dígitos. Una política de altos tipos de interés enfrió la economía y permitió que la tasa anual descendiera al 1,9% en junio de 2023. Desde entonces, el peor mes fue mayo del año pasado, cuando el IPC avanzó un 3,6%.