Son las dos Españas, la eminentemente fósil y la renovable. Conviven en un viaje hacia la descarbonización de la energía en la que está inmersa el país. El mapa autonómico de la energía la dibuja con claridad: nueve comunidades generan aún mucha más energía contaminante que limpia, frente a las ocho restantes que llevan ventaja en la reducción de emisiones contaminantes. En la ‘España fósil’ vive el 60% de la población y en la más ‘verde’ el 40% restante.

Los datos ‘macroenergéticos’ muestran que en nuestro país la producción de energía es ya mayormente renovable. El año pasado se cerró con un dato contundente: el 56,8% de la energía que produjimos procedía de fuentes limpias, frente al 43,2% que aún es energía contaminante. El año pasado fue una energía renovable, la eólica, la que lideró el ‘mix’ de fuentes energéticas. Lo hizo con un peso del 23% del total. Tras ella se mantiene la energía nuclear con un peso del 19% y en tercer lugar la energía fotovoltaica con un 17%.

Según datos de Red Eléctrica de España el motor de la transición energética se concentra en media docena de comunidades autonómicas. Sólo entre ellas generaron el año pasado el 82% del total de energía renovable. Se trata de Castilla y León, Castilla La Mancha, Andalucía, Aragón, Galicia y Extremadura.   

Quien encabeza este reto es la economía castellanoleonesa. En esta comunidad autónoma el año pasado del total de energía que se produjo el 92,8% fue renovable. Generó 25.140 GWh, lo que supone casi el 17% del total de energía limpia producida en España. Con ella, Castilla y León no sólo cubrió sus necesidades energéticas, sino que registró un excedente que le permitió ‘exportar’ a otras comunidades su energía y contribuir a la reducción de la huella de carbono.

Extremadura, excedentes de energía

Castilla La Mancha es la segunda de las ‘potencias’ renovables en España. En 2024 produjo cerca del 14,5% del total de energía limpia española. También en este caso logró cubrir con creces sus necesidades y proveer a otras regiones energéticamente deficitarias. En ese ranking renovable también figuran Andalucía, Aragón y Galicia, con un peso similar de en torno al 13% de producción energética no fósil en el montante nacional. Aragón y Galicia produjeron más energía de la que necesitaban y cerraron el año con excedentes.

Tener excedente energético no sólo depende de la capacidad de producción ‘limpia’ sino también de las necesidades de cada una de las comunidades autonómicas, de su densidad demográfica o de su grado de industrialización. Andalucía es la comunidad más poblada del país, casi 8,5 millones de habitantes. Pese a que figura como una de las comunidades más avanzadas en la transición energética –el 68% de su producción es renovable- es energéticamente deficitaria. Apenas satisface el 43% de sus necesidades energéticas.  

En el caso de Extremadura, pese a no figurar como una de las mayores productoras de energía renovable, sí es la que mayor excedente genera. Su menor industrialización supone un menor consumo y le convierte en la comunidad autónoma con mayor excedente energético. Según el estudio ‘El sector energético en España: hacia una descarbonización sostenible’ de Víctor Ruiz Ezpeleta, profesor de OBS Business School, si se pudiera almacenar la energía en Extremadura se podrían abastecer durante casi tres años con sólo la producción del último año.

Madrid, energéticamente deficitaria

En la ‘España fósil’ son las Islas Baleares, Cataluña y Euskadi las que registran porcentajes más elevados de energética contaminante. Los datos de Red Eléctrica de España sitúan a las islas con un 85,4% de su electricidad como fósil. Tras ella figura el País Vasco con un 82,7% y Cataluña con un 80,9%. En la lista autonómica de productores de energía más contaminante que limpia también figuran Asturias (56,5% del total), Comunidad Valenciana (77,6%), las Islas Canarias (79,2%), La Rioja (54,3%) y Murcia (61%). Representan al 40% de la población, cerca de 20 millones de habitantes, que residen en comunidades energéticamente más fósiles.

El caso de Madrid, según destaca el profesor Ruiz Ezpelta, es especialmente llamativo. Es una de las comunidades más deficitarias en términos energéticos. Con la producción anual que registra sólo podría cubrir las necesidades que tiene esta comunidad durante seis días. En el caso de Euskadi ese porcentaje sube a 22 días y al equivalente a un mes de consumo en el caso de las Islas Baleares.

La aportación a las necesidades energéticas del país por parte de estas comunidades autónomas es muy baja. En España el año pasado se generaron 149 GW de energía renovable. Cantabria es la que menos aportó, apenas el 0,2% del total. Tras ella figura la Comunidad de Madrid que sólo generó el 0,3% de la energía de todo el país. Por debajo del 1% de aportación también están Baleares (0,5%), Euskadi (0,6%) y La Rioja (0,8%). Canarias, Asturias, Murcia, Navarra y la Comunidad Valenciana se sitúan en la parte media de la tabla con aportaciones que oscilan entre el 1,2% y el 3,1% del total nacional.