No hubo espacio para la ambigüedad. La portavoz de Junts en el Congreso, Miriam Nogueras, reclamó este miércoles que el salario mínimo interprofesional (SMI), el suelo salarial para los trabajadores por cuenta ajena, sea particular en Cataluña. En concreto, la portavoz reclama para el territorio un SMI más alto. El motivo, el alto coste de vida de la región.

"¿Por qué el salario mínimo tiene que ser igual si el coste de la vida es distinto? ¿Por qué no tener en cuenta el coste de la vida? Si no lo hacen, empobrecen cada día un poco más a las personas que viven en Cataluña. Y esto no es igualdad, ni siquiera es café para todos, es café para unos cuantos que terminan pagando los mismos de siempre, los catalanes", espetó Nogueras al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en la sesión de control celebrada en el Congreso. "Yo no comparto con usted la política fiscal que defiende ni, por supuesto, la que defiende el PP", le contestó Sánchez a Nogueras, cerrando la puerta al SMI catalán y haciendo alusión a la buena acogida que la idea de los SMI territoriales ha tenido en el principal partido de la oposición.

Desde un punto de vista estrictamente económico, el Ejecutivo puede argumentar en contra del SMI particular catalán que se trata en realidad una de las regiones de España con la renta media por hogar más alto del país. En concreto, según la Encuesta de Condiciones de Vida publicada recientemente por el INE, los hogares catalanes presentan una renta media anual de 41.959 euros.

Esta la convierte, junto a Illes Balears, Madrid, País Vasco, Navarra y la ciudad autónoma de Ceuta, en una de las escasas regiones que superan el umbral de los 40.000 euros de renta media. Con los números en la mano, Extremadura, la comunidad autónoma con la renta media por hogar más baja de España, con 29.341 euros, tiene bastantes más motivos para pedir un SMI particular más alto. También tiene motivos Castilla la Mancha, que totaliza 31.001 euros de renta media en cada hogar.

Precisamente el presidente de esta última comunidad autónoma, Emiliano García Page, se ha mostrado este jueves contrario a la propuesta de Junts: "No digo ser lo mismo, no digo anular la pluralidad ni la diversidad, al contrario, creemos en la diversidad. Pero en derechos, en oportunidades, jugamos a cohesión en Europa y a cohesión en España".

Contra estos planteamientos Junts opone el factor del coste de la vida en Cataluña. Desde el partido independentista deslizan una cifra: Cataluña es un 7,6% más cara. Por ahora, no existen muchos estudios que estudien el fenómeno del coste de vida en las diferentes regiones de España, ya que para calcular lo que cuesta vivir se suelen tomar en cuenta indicadores nacionales como la evolución del IPC o del precio de la vivienda.

Pero este 7,6% al que alude Junts tiene un origen claro: El Coste de la Vida en las Comunidades Autónomas, Áreas Urbanas y Ciudades de España, un informe elaborado por expertos de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), la Universidad Pompeu Fabra (UPF), el Ayuntamiento de Barcelona y publicado en 2021 con datos de 2017.

Este recoge, en efecto, que vivir en la región catalana es un 7,6% más caro que hacerlo en el resto de España. No obstante, lo que Junts nunca menciona es que este mismo informe indica que Cataluña solo es la segunda comunidad más cara de España. El primer lugar del listado lo ocupa Madrid, donde vivir es un 15,7% más caro que la media nacional. Siguiendo la linea de pensamiento defendida esta semana por Nogueras, la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, tiene el doble de motivos que ellos para pedir un SMI madrileño. Por ahora, no hay noticias al respecto.

Otro elemento a considerar es que, según este mismo informe, uno de los factores más decisivos a la hora de hacer estimaciones sobre el coste de la vida es la vivienda, una materia cuyas competencias están transferidas casi en su totalidad a las propias comunidades autónomas. Dicho de otra manera: que vivir en Cataluña sea más caro tiene mucho que ver con las políticas ejecutadas por los propios gobiernos catalanes.

Tras la estela de los sindicatos vascos

Lo que otorga al Gobierno la prerrogativa en materia de SMI es el artículo 27 del Estatuto de los Trabajadores: "El Gobierno fijará, previa consulta con las organizaciones sindicales y asociaciones empresariales más representativas, anualmente, el salario mínimo interprofesional".

Nada dice el texto sobre que se pueda o no se pueda establecer un SMI para una región en concreto, sobre todo si lo pactan sindicatos y patronal. Junts, de hecho, no es la primera que plantea esta posibilidad. Hace algo más de un mes, los cuatro principales sindicatos del País Vasco, ELA, LAB, UGT y CCOO reclamaron negociar un SMI para la comunidad autónoma de entre 1.600 euros y 1.795 euros al mes, muy por encima de los 1.184 euros en 14 pagas en que ha quedado fijado tras la última subida, del 4,4% con respecto al de 2024. El País Vasco es otra región particularmente bien situada en la Encuesta de Condiciones de Vida. La renta media por hogar se sitúa allí en 44.698. Solo la supera Madrid, con una renta media por hogar de 44.889.

Pero por ahora, tampoco esta iniciativa está prosperando. Después de que la Confederación Empresarial Vasca, la patronal de la comunidad autónoma, se levantara de la mesa de negociación, Carlos Cuerpo, ministro de Economía, se ha mostrado también este jueves contrario a los SMI territoriales en declaraciones a TVE. "Estamos haciendo muchísimos esfuerzos por tener un mercado interior homogéneo en España, y en cuanto a la situación del mercado laboral, tenemos que mantener también, en el salario mínimo, una legislación unificada y un salario mínimo homogéneo. Para nosotros, desde luego, para mí como economista, no tiene ningún tipo de discusión". Los SMI a la carta tendrán que esperar de momento, aunque parte de la oposición está dispuesta a mantener la presión.