El ejercicio 2024 ha sido positivo para la antigua Cepsa, hoy Moeve. Según los datos de la petrolera presentados esta mañana, habría cerrado el ejercicio con un beneficio neto de 92 millones de euros. Supone revertir las significativas pérdidas de 233 millones con las que cerró el 2023, fundamentalmente por el impacto del gravamen a las energéticas. El año pasado el impacto de ese gravamen fue incluso mayor, alcanzó los 243 millones de euros, pero el comportamiento de la compañía permitió reducir su impacto y obtener beneficios.

El beneficio neto CCS ajustado fue de 444 millones de euros, lo que supuso un incremento del 60% respecto al ejercicio anterior, cuando alcanzó los 278 millones de euros. El resultado bruto operativo ajustados, el Ebitda ajustado fue de 1.852 millones de euros, un 32% más que los 1.402 millones de euros de 2023.

Respecto a las inversiones de 2024, alcanzaron los 1.293 millones de euros, duplicándose aquellas de naturaleza sostenible, que concentraron un 43 % del total.

La mayor parte de estas ha sido en España, debido al inicio de la construcción de la planta de biocombustibles de segunda generación o 2G en Huelva, así como a inversiones inorgánicas que han contribuido al crecimiento y la diversificación de la cartera.

"Año histórico"

Tal como recuerda en su nota la compañía, el pasado octubre, Moeve presentó su nueva marca como reflejo de su transformación y de su compromiso para liderar la energía y movilidad sostenibles. En consonancia con esta meta, la compañía se ha desprendido del 70 % de sus activos de Exploración y Producción y de su filial de gas natural licuado Gasib.

El CEO de Moeve, Maarten Wetselaar, ha calificado de "año histórico" el pasado ejercicio, no sólo por el cambio de identidad que se ha puesto en marcha sino por los resultados. "Es un cambio que refleja la profunda transformación recogida en nuestra estrategia Positive Motion, cuyo objetivo es lograr que la mayor parte de nuestro EBITDA provenga de actividades sostenibles para finales de esta década". Destaca que también se han dado pasos relevantes como la desinversión del 70% de la cartera de Moeve en actividades de exploración y producción, el inicio de la construcción de la planta de biocombustibles de segunda generación y la puesta en marcha de un nuevo concepto de estación de servicios o el suministro de SAF en los principales aeropuertos españoles.

Moeve emprende este 2025 "con ilusión", una vez que se ha estabilizado el panorama fiscal en España, "permitiendo respaldar inversiones en transición energética", ha asegurado Wetselaar, con motivo de la presentación de los resultados anuales del grupo. La compañía contribuyó en 2024 con 5.241 millones de euros en impuestos, de los que el 83 %, es decir, 4.375 millones, se pagaron en España, según los datos publicados este martes.

Inversiones en 2025

Ahora Moeve se encuentra trabajando para iniciar la construcción de la primera fase de los 2 gigavatios (GW) del Valle Andaluz del Hidrógeno Verde, a la espera de que se materialicen los incentivos y se resuelvan aspectos reglamentarios: "Emprender el mayor proyecto europeo de hidrógeno verde convertirá a Moeve en uno de los primeros en aprovechar el enorme potencial de estos combustibles sostenibles en el sur de España, acelerando la descarbonización y fomentando la competitividad y la seguridad energética de Europa", añade Wetselaar en la nota.

En 2024, las inversiones de la compañía ascendieron a 1.293 millones de euros, duplicándose aquellas de naturaleza sostenible, que alcanzaron un 43 % del total. La mayor parte de estas han sido en España, debido al inicio de la construcción de la planta de biocombustibles de segunda generación o 2G en Huelva, así como inversiones inorgánicas que han contribuido al crecimiento y la diversificación de la cartera.