Finetwork ya está tomando medidas concretas para adaptarse a su nueva estrategia empresarial. La operadora, que cuenta con más de 200 trabajadores y más de 1,3 millones de clientes, ha dado en las últimas semanas un giro estratégico para pasar de un plan de crecimiento muy agresivo a otro mucho más moderado a causa de problemas de financiación.

Según fuentes bien informadas en los últimos días el comité de transición (que dirige la operadora desde la salida de Óscar Vilda el pasado diciembre) ha mantenido algunas reuniones con los gerentes territoriales de la compañía. En dichos encuentros se ha hablado sobre las condiciones que les han ofrecido a los distribuidores, que gestionan las tiendas exclusivas de Finetwork con el apoyo de la compañía.

Este febrero Finetwork revisó el marco retributivo que ofrece a sus distribuidores "muy a la baja", incluyendo las ayudas para el alquiler. Algo que provocó que estos se plantaran y amenazaran con una "fuga masiva". Las fuentes consultadas explican que con las nuevas condiciones prácticamente todas las tiendas de la marca perderían dinero. Por eso la empresa está buscando soluciones.

Al menos ocho de las 59 tiendas exclusivas que Finetwork tenía en España ya han cerrado, y algunas otras están bajo "amenaza" de clausura. Las mismas voces detallan que la compañía ha tenido problemas parecidos con la cadena de tiendas de retail Phone House, a la que también le revisaron las condiciones.

Las fuentes consultadas insisten en que en noviembre se rompió la cuerda, y que desde entonces la compañía tiene una gran tensión de caja y problemas de financiación. En ese sentido, reiteran que Finetwork atraviesa un momento "complicado", en el que está reestructurando su actividad para adecuarla a su nueva realidad.

Ahora mismo la compañía está registrando más bajas que altas de usuarios. Algo que, de entrada, invierte la tendencia que siguieron durante el 2024, un año que cerraron registrando un 30% más de clientes. Pero, además, tienen varios canales comerciales "absolutamente paralizados".

En concreto, Finetwork ha recortado en televenta outbound, (los calls centers que llaman a potenciales clientes para tratar de convencerlos de que se unan a la compañía). Y también ha cerrado entre diciembre y enero, afirman las fuentes, "todos" los stands que la compañía tenía repartidos en distintos centros comerciales de España, que eran cerca de 100.

Además, hace ya varios meses que Finetwork dejó de vender la fibra indirecta (NEBA) de Movistar. Se trata de un recurso que los operadores utilizan cuando no disponen de red propia o aún no la tienen desplegada en una zona geográfica concreta, por lo que se la alquilan a otras compañías para poder prestar servicio a sus clientes.

Algunas fuentes apuntan que dejar de vender la fibra de Movistar tiene "un impacto directo" en las ventas, porque en muchas zonas Finetwork no puede operar porque la cobertura de red de Vodafone que utiliza no llega. Otras fuentes, en cambio, afirman que la operadora tiene diferentes acuerdos de comercialización, y en la medida que los precios se van mejorando y se consiguen otros proveedores la NEBA deja de tener tanto peso. "No es relevante en término del volumen de ventas si amplías la red con otros acuerdos. Y Finetwork tiene más huella comerciable hoy que hace seis meses", sostienen.

A todo esto, este periódico ha podido confirmar que ha habido nuevas salidas en la compañía, aunque en este caso no en cargos directivos. María Eugenia Albares, directora territorial de Centro (uno de los cinco puestos de dirección territorial de Finetwork) ha abandonado la operadora. De esta manera, se suma a Andrés Oliva, director de empresas; Enrique de Porres, director de estrategia y director de coordinación comercial y de marca; y Ricardo Bermejo, que ejercía como director de canal empresas. Todos han salido por voluntad propia este febrero a causa de la situación actual que atraviesa Finetwork. De Porres y Oliva formaban parte, además, del comité de dirección.

Las fuentes consideran muy probable que se sigan produciendo salidas en los próximos días. Mientras tanto, la empresa sigue sin nombrar un nuevo CEO tras la salida de Vilda. Como ya explicó este periódico, la idea inicial era nombrar a un comité de transición para los primeros dos o tres meses, pero todo indica que ese tiempo se alargará más de lo previsto.

Ese comité de transición, que actualmente sigue dirigiendo la compañía, está compuesto por Pascual Pérez, fundador y presidente de la compañía (conocido también por ser el presidente del CD Eldense, que milita en la Segunda División); Manuel Hernández, actual director de negocio de la empresa; y Carlos Valero, director de tecnología. El Independiente ha consultado a Finetwork por estas informaciones, pero la empresa ha declinado hacer cualquier comentario.