La tendencia es imparable desde el pasado mes de abril. Fue entonces cuando el descenso de precio viró y comenzó un ascenso que continúa a día de hoy. Lo ha venido haciendo casi sin descanso desde entonces, con un pequeño alivio y moderación entre agosto y octubre. En los últimos cuatro meses la senda alcista del precio de la luz se ha vuelto a disparar. Sólo de enero a febrero pasado el incremento fue del 12%. Si comparamos el precio actual de la electricidad con el de la misma fecha del año pasado el encarecimiento alcanza el 170%.

A final de febrero de este año lo que se pagaba por MWh consumido era más de dos veces y media lo que se abonaba en el mismo mes del año pasado. Los 40 euros el MWh de febrero de 2040 son hoy 108,3 euros por MWh en el mercado mayorista. Pero ¿por qué ha subido tanto la electricidad en el último año? Las razones que explican este incremento son varias: menos producción de energía eólica, un encarecimiento del gas y un repunte de la demanda.

Pese a todo, España continúa teniendo un precio de la energía entre los más bajos de Europa, fundamentalmente por la aportación al ‘mix energético’ de la nuclear, la solar y la hidráulica. Sin embargo, las circunstancias climáticas han perjudicado a otra de las energías renovables que forman parte de nuestro paquete de energía y luz. Ese menor aporte de la eólica es la que ha obligado a tirar más de los ciclos combinados de gas para poder satisfacer toda la demanda.

Sólo en febrero de este año la aportación de la energía eólica cayó un 45,6% en comparación de lo que suministró el mismo mes del año pasado. Incluso analizando los últimos cinco años, el aporte al ‘mix energético’ de la eólica fue un 41% menos que la media del último lustro, según se refleja en el informe del mercado energético que elabora el Grupo ASE, el mayor agregador de demanda de energía de España. Esta empresa vasca, que gestiona más de 1.200 puntos de suministro en alta tensión y 1.000 en baja tensión en toda España -casi 1.000 millones de euros en coste eléctrico-, apunta que el menor aporte de la energía eólica obligó a incrementar el peso de la energía hidráulica en un 40%.

Pendientes del viento y la lluvia

Sin no hace viento suficientes la esperanza se pone en la lluvia, pero también este fenómeno es incierto y afecta al precio final de la luz. El temor es que en los próximos meses el escenario pueda complicarse si durante este mes de marzo y el próximo mes de abril las lluvias limitan la generación de energía hidráulica. Las reservas se encuentran en la actualidad en niveles inferiores a los de hace justo un año, por lo que de continuar con la misma evolución meteorológica de los últimos meses la aportación de energía hidráulica podría resentirse.

Esta circunstancia obligaría a incrementar aún más el peso de los ciclos combinados de gas para cubrir la demanda, lo que provocaría a su vez que el ascenso de precios pudiera continuar. La necesidad de tener que recurrir más al gas estuvo acompañada de un incremento en el precio de esta energía. En el mercado de referencia europeo en febrero el precio de la luz, de la electricidad, ha alcanzado los 51,21 euros el MWh, lo que supone el doble que hace un año, un 102% más. Por eso el precio de la energía procedente de los ciclos combinados de gas también se disparó en una proporción similar, al pasar de 65 euros el MWh hace un año a los 120 euros actuales.

Pese a todo ello, el informe de ASE destaca que España continúa teniendo una energía competitiva al situarse entre las más económicas de “las grandes economías europeas”, con 108,3 euros el MWh. En febrero en países como Alemania el precio medio de la energía alcanzó los 128,5 euros el MWh, casi un 16% más. En Francia, pese a que su amplio parque nuclear incrementó su aportación, el precio se situó en 122,5 euros MWh, un 13% más.

Aumento de la demanda

El factor que también influye, pero en mucha menor medida, en el incremento de precio que se ha registrado en el último año en España es la demanda. El aumento del 170% interanual contrasta con un incremento de apenas un 4% de la demanda en febrero pasado -654 GWh/día- respecto al mismo mes de 2024 -684 GWh/día.

La demanda de luz y electricidad crece por múltiples factores, apunta el del Grupo ASE. Algunos serían estructurales y otros coyunturales. Así, la moderación de precios podría estar detrás del incremento de demanda energética en la Industria respecto a años energéticamente más complejos como el 2022 o el 2023. A ello suman como posibles factores el crecimiento de la población, la recuperación económica o la mayor actividad de sectores intensivos. También el repunte de la movilidad eléctrica o la cada vez mayor implantación de centros de datos en España podría estar detrás de esa mayor demanda en el último mes.