Barcelona, Las Vegas, Shanghái, Kigali y, a partir de ahora, también Doha. Este martes la GSMA, patronal mundial de los operadores móviles, anunció que ha llegado a un acuerdo con Qatar para que la capital del país árabe acoja su propia edición del Mobile World Congress (MWC) durante los próximos cinco años.

El ministro de Comunicaciones y Tecnologías de la Información qatarí, Ali bin Mohammed Al Mannai, firmó el acuerdo con el CEO de la GSMA, John Hoffman, durante el MWC de Barcelona, que se celebra en la ciudad condal desde el pasado 3 de marzo hasta el próximo día 6 de marzo.

Lo cierto es que en ese circuito de eventos del MWC, Barcelona sigue siendo la cita más importante del año. En la edición del 2025 se esperan superar los 101.000 visitantes que se registraron en 2024, y la GSMA estima que su impacto económico será de entre 540 y 550 millones de euros. Pero ya hay incontables ejemplos del poder de atracción del dinero árabe para las empresas de todo el mundo. Y la posibilidad de que algunas compañías de Oriente Medio prioricen Doha no puede descartarse.

Sin embargo, las fuentes del sector llaman a la calma. "Dependerá de la empresa, porque quizás algunas compañías quieran apuntar al mercado español para exportar sus productos y vengan a Barcelona, y aquellas que se quieran centrar en Oriente prefieran ir a Qatar", admiten algunos representantes de empresas radicadas en Oriente Medio que han acudido al MWC de Barcelona. "La gente de la región irá a Doha, pero no pensamos que dejen de venir a España. Nosotros seguiremos viniendo, porque en nuestro sector muchos players son europeos. Así que no visualizamos un gran impacto", deslizan otros.

"A algunas compañías puede ser que sí les desmotive venir a Barcelona a partir de ahora. Pero en general no creemos que vaya a afectar mucho. Al final la gente quiere asistir a cuantos más eventos, mejor. Nosotros hace poco estuvimos en uno en Brasil para gente de habla hispana, y eso no nos ha desmotivado para venir aquí. Esto es un sitio de networking, es a lo que venimos. En nuestro caso, vamos a los eventos del MWC en los sitios donde tenemos mercado, y probablemente también vayamos a Doha porque tenemos muchos inversores potenciales, pero sabemos que allí no vamos a vender nada", comentan otros.

Los discursos son bastante parecidos: no parece que ni Doha ni el calendario de eventos cada vez más saturado sean un riesgo de ningún tipo para el liderazgo de Barcelona, al menos por ahora. Y es clave para nuestro país no perder influencia en un como el de las telecomunicaciones en un momento tan importante. Más aún teniendo en cuenta que la presidencia de la GSMA, que ocupaba José María Álvarez-Pallete hasta su salida de Telefónica, puede acabar en otro país.

El músculo de Barcelona

Barcelona tiene músculo, y para muestra, los datos. El MWC de Doha tendrá lugar el 25 y el 26 de noviembre de este año, así que de entrada tendrá dos fechas menos que el de Barcelona, que dura cuatro días. La edición de Qatar prevé ocupar 12.000 metros cuadrados en el Doha Conventions Center, mientras que la de España tiene los 240.000 m2 de superficie bruta de exposición que tiene la Fira de Barcelona Gran Vía. Además, el país árabe contará con unos 200 speakers y alrededor de 5.000 asistentes. Barcelona, en su edición del 2024, tuvo más de 1.100 oradores y superó los 100.000 visitantes.

De momento, la ciudad condal tiene contrato para seguir albergando el MWC hasta 2030. Y no deja de crecer. En 2025 ha estrenado el Talent Arena en el recinto ferial de Montjuïc, un espacio donde se dan cita los desarrolladores y que ha contado con ponentes como Steve Wozniak, co-fundador de Apple, o Garri Kaspárov, gran maestro de ajedrez y experto en IA. Para el año 2027, la Fira podrá contar también con el nuevo pabellón 0, que comenzó a construirse hace un par de años y añadirá otros 60.000 metros cuadrados de espacio adicional.

Además, este mismo martes el ministro para la Transformación Digital y de la Función Pública, Óscar López, declaró que el Gobierno prorrogará los beneficios fiscales de los que goza el MWC durante tres años más para asegurar su celebración en Barcelona. Un beneficio que el evento obtiene al tener la consideración de "acontecimiento de excepcional interés público".

"Por la trascendencia y la importancia de este acontecimiento, hay muchas otras ciudades que querrían a cualquier precio conseguir que se celebrara en su casa", reconocía esta semana el presidente de la Generalitat, Salvador Illa, en una entrevista con Catalunya Ràdio en la que se mostró convencido de que Barcelona está en posición de retener el MWC más allá del año 2030 si se hacen "las cosas bien hechas".