Los máximos directivos de las cuatro principales operadoras de telecomunicaciones de Europa saliendo a la vez a dar el mismo discurso. Esa ha sido la imagen más potente del Mobile World Congress (MWC) de este año en Barcelona, que por otra parte fue más bien discreto en el plano informativo.

Telefónica, Orange, Vodafone y Deutsche Telekom, que prestan servicio a más de 300 millones de consumidores en todo el continente, coincidieron en señalar que Europa está perdiendo competitividad a pasos agigantados respecto a Estados Unidos, China y lo que es aún peor, países de "rentas bajas y medias". Por eso reclamaron directamente a Bruselas que relaje su regulación para incentivar las fusiones entre 'telecos' y poder crear un mercado único europeo.

Pero, ¿qué piensan los operadores españoles de un tamaño menor sobre ese discurso? Este periódico ha sondeado a varios de ellos para conocer su opinión, empezando por Digi. "Nuestro modelo está centrado en atender las necesidades particulares del cliente en cada mercado en el que estamos presentes, para poder ofrecerles los servicios que demandan", arrancan explicando desde la operadora, antes de dar alguna pista de su visión: "Todo ello sin dejar de reconocer las ventajas que representa, sobre todo a nivel operativo, contar con un marco regulatorio común fortalecido en toda la UE".

Fuentes de Finetwork, por su parte, deslizan que "cuanto más fuerte sea el sector de telecomunicaciones en España, en su conjunto, mejor para todos". Y en paralelo, señalan que para ello necesitan que las grandes 'telecos' tengan músculo, porque al fin y al cabo dependen en gran medida de ellas. "Los operadores virtuales operamos sobre la red de terceros, cuya capilaridad, densidad y calidad exige que los operadores de red tengan la capacidad de seguir invirtiendo", aseguran.

En el caso de Finetwork, en noviembre del año pasado el por entonces CEO de la compañía, Óscar Vilda, admitió que estarían dispuestos a participar en un proceso de consolidación "si en un momento dado un determinado fondo de inversión o una compañía quieren crear una nueva marca que aglutine a todas las compañías de nuestro tamaño".

Vilda pensaba que, a nivel nacional, en los próximos años podían producirse fusiones importantes entre compañías del tier 2 tier 3 del sector. Y por eso se abría a explorar opciones para Finetwork. Pero en el MWC se ha hablado de algo más grande que eso: de la Europa que quieren Telefónica, Orange, Vodafone y Deutsche Telekom, que va mucho más allá de España.

En cualquier caso, desde esas palabras de Vilda el panorama de Finetwork ha cambiado bastante. Empezando por que el ejecutivo ya no está en la compañía, que además ha dado un importante giro estratégico. Avatel, por su parte, declinó posicionarse sobre este tema.

Lo cierto es que a nivel general los operadores españoles llevan tiempo reclamando que se rebaje la presión fiscal sobre ellos, que según algunos análisis (como uno elaborado por DigitalES en el año 2020) es la más alta de la Unión Europea. Hace solo unos días, sin ir más lejos, Expansión publicada que Telefónica, Masorange y Vodafone están presionando al Gobierno para rebajar la millonaria tasa que pagan por usar las frecuencias radioeléctricas (el espectro).

El Ejecutivo cobra alrededor de 550 millones de euros anuales por esas tasas, y más del 90% de ese dinero sale del bolsillo de las 'telecos', que pretenden lograr una rebaja del 30%. Cabe recordar que aunque ese espectro ha sido decido a los operadores, su titularidad no cambia, y por eso el Gobierno les cobra por su uso privativo.

Para defender su postura, las compañías mencionadas recordaron, en un escrito presentado ante el Ministerio para Transformación Digital y la Función Pública, que los ingresos en el mercado móvil se ha reducido prácticamente un 50% desde 2008. En ese tiempo, el ingreso medio de las operadoras por cada nodo de radio ha caído un 80%.

Las demandas de las 'telecos' en el MWC

El informe elaborado en septiembre del año pasado por Mario Draghi a petición de la Comisión Europea para medir la competitividad del continente señalaba que actualmente en la UE hay total de 34 operadores de redes móviles (ORM) y 351 operadores virtuales (OMV) para dar servicio a una población de 450 millones de consumidores. Por comparar, EE.UU. tiene tres ORM y 70 OMV para atender a 335 millones de consumidores. Y China cuenta con cuatro ORM y 16 OMV para una población de 1,4 mil millones.

Aunque el auge de los operadores low-cost ha repercutido positivamente en el bolsillo de algunos clientes, Draghi también recogía que "con el tiempo también ha reducido la rentabilidad del sector y, en consecuencia, los niveles de inversión en Europa, incluida la innovación de las empresas de la UE en nuevas tecnologías más allá de la conectividad básica".

En ese contexto, las empresas europeas tienen menos músculo para operar, y carecen de la escala necesaria para competir. Y para muestra, los datos. El mismo informe también destacaba que la capitalización bursátil total del sector de las telecomunicaciones de la UE cayó un 41 % entre 2015 y 2023, hasta situarse en torno a los 270.000 millones de euros. En frente, sus homólogos estadounidenses valen más de 650.000 millones de euros.

Además, las cinco mayores empresas tecnológicas estadounidenses (Alphabet, Amazon, Apple, Meta y Microsoft) capitalizan alrededor de 8,7 billones de dólares, mientras que solo cuatro de los 50 mayores proveedores de tecnología son empresas de la UE (ASML, SAP, Siemens y Schneider Electric).

Así se entiende que el discurso inaugural de Murtra en el MWC se enfocara a hacer un llamamiento la Comisión Europea, los Estados miembros europeos y los reguladores. Todo con la idea de crear compañías más grandes y dar lugar a un mercado único europeo que acabe con la fragmentación actual por países. "De lo contrario, la posición de Europa en el mundo seguirá menguando y no tendrá capacidad para decidir su futuro de forma autónoma", aseguró el presidente de Telefónica.

Poco después, los máximos directivos de Orange, Vodafone y Deutsche Telekom refrendaron ese discurso. Aunque admitiendo, como deslizó, Tim Höttges, CEO de Deutsche Telekom, su parte de responsabilidad: "No sirve de nada culpar siempre a los reguladores y a los políticos. Es algo que no tiene sentido, y menos si diriges una empresa, porque tienes que tomar tus decisiones. Y eso es precisamente lo que hizo Deutsche Telekom, porque redoblamos nuestras actividades en Estados Unidos. Hoy hacemos el 80% de nuestro negocio fuera de Alemania, y el 65% de nuestros ingresos en EEUU".