Mientras sigue batiendo récords de facturación año a año, Inditex está explorando cómo mejorar sus canales de venta, tanto en el plano online (donde mejoró sus cifras un 12% en 2024), como en tiendas físicas, que crecieron un 5,9% a pesar de haberse reducido en número. Y en ese contexto, el grupo está poniendo a prueba un nuevo sistema de alarmas.

En concreto, las pruebas se están realizando en cuatro de las 256 tiendas de Zara que Inditex tiene en España: Gran Vía en Bilbao, Plaza de España en Madrid, Paseo de Gracia en Barcelona y Calle Compostela en La Coruña. Pero la idea es que, con el tiempo, este sistema se vaya expandiendo progresivamente a todos los establecimientos de la marca Zara. Cuando se consiga, las siguientes cadenas en implementarlo serán Bershka y Pull&Bear, si los planes avances según lo previsto.

Lo primero que cambia es que estas alarmas dejan de ser "duras", y pasan a ser "blandas". Se trata, en resumen, de un chip "invisible" para el ojo humano, que se puede colocar en distintos puntos de la prenda en función del modelo. "Siempre se busca una ubicación para el chip que no afecte al producto", explican desde Inditex.

Lo que permite este método es que, a partir de ahora, cualquier empleado de la tienda pueda cobrar a los clientes. "Hemos creados un dispositivo móvil, que nuestros trabajadores llevarán encima, que permite desalarmar las prendas simplemente haciendo un barrido sobre ellas. Ahora mismo somos los únicos que tenemos unos dispositivos así, pero no dudamos de que nuestros proveedores se lo empezarán a vender a más gente a partir de ahora", relatan los trabajadores de la compañía.

Para hacerlo, han utilizado una combinación de las tecnologías RFID y NFC. Y se le ha incorporado al dispositivo móvil una especie de antena capaz de leer la alarma blanda. "Los proveedores son los encargados de colocarla en la ropa, igual que lo hacían con las alarmas duras. Y en total tenemos 15 o 20 distintos tipos de chips. Pero cuando entregamos las prendas a los clientes la alarma ya está 'muerta', ellos no tienen que hacer nada. Aunque podemos recuperarlos si luego nos devuelven la ropa", resumen.

Inditex anunció a principios de la década del 2010 que quería comenzar a desplegar un sistema así. Pero están yendo con cautela, según dicen porque quieren estar "totalmente seguros" de que funciona correctamente antes de implementarlo a gran escala. "Hay que chequear cosas tan básicas como cuánta batería consumen los nuevos dispositivos móviles", argumentan. En cualquier caso, aseguran que no encarecerá los costes a sus proveedores.

Las ventajas de las nuevas alarmas

Según Inditex, la gran ventaja de estas alarmas es que mejoran la experiencia de los clientes, porque permiten una atención más personalizada. Aunque por el camino, detallan, también les permiten ahorrar costes. "Todavía estamos evaluando hasta qué punto este sistema es más seguro que el anterior a la hora de evitar robos. Pero obviamente no nos vamos a meter en nada que nos haga perder dinero", deslizan.

"A nivel visual, los clientes ya se podrán probar las prendas sin que las alarmas les molesten, como pasaba antes", afirman. "Y con este sistema todos nuestros empleados, además de cobrar desde cualquier punto de la tienda, también podrán hacer peticiones al almacén o consultar las tallas disponibles. Así que podemos ofrecer un servicio de 360º", arguyen. Aunque este proyecto, argumentan, no sustituirá en ningún caso a las cajas de cobro tradicionales, porque es un servicio "adicional" al que ya tienen.

"Para desarrollar estos sistemas estamos colaborando con los mayores fabricantes de chips a nivel mundial. Si coges el top 10, varios de ellos trabajan con nosotros. Es algo que necesitamos hacer por seguridad, no podemos depender de un solo proveedor porque vendemos mucho", destacan, antes de concluir diciendo que con estas alarmas pueden agilizar todos los procesos internos que suelen retrasar a los clientes, haciendo que su estancia sea más rápida en la tienda.