El autoconsumo de huevos parece una práctica inofensiva, pero la legislación ha establecido normativas estrictas que llevan las sanciones económicas hasta los 3.000 euros. Desde el 2024 tener gallinas ponedoras sin registrar podría ser considerado una infracción leve pero que puede llevar aparejadas multas importantes.

¿Por qué el autoconsumo de huevos puede salir tan caro?

Registro obligatorio de las gallinas

Con la entrada en vigor del Real Decreto 637/2021 sobre la gestión de las explotaciones ganaderas, aquellas personas que posean un número de gallinas ponedoras a título personal, incluso para autoconsumo, deben registrar estas aves en el Registro General de Explotaciones Ganaderas. De este modo, se persigue un control sanitario y garantizar la seguridad alimentaria en toda la cadena productiva.

Aquellos usuarios que no cumplan con este deber podrán enfrentarse a sanciones que se establecerán entre un límite inferior de 600 euros y un límite superior de 3.000 euros. Esta medida fue reforzada a raíz de la crisis de la gripe aviar que ha puesto en alerta a las autoridades sanitarias para impedir riesgos de propagación.

Veterinario de referencia y cuidados sanitarios

Aparte de realizar el registro, los poseedores de las gallinas deben tener a un veterinario de referencia al que han de acudir en caso de problemas sanitarios, quien garantice el bienestar animal y el cumplimiento de las normas de salud pública.

Un aspecto muy importante también tiene que ver con la prohibición de realizar operaciones en las aves si no es por una causa médica. Cuestiones como el recorte del pico o la castración solo pueden realizarse si están justificadas desde el punto de vista médico y están orientadas, por parte de una persona cualificada y bajo la supervisión de un veterinario.

Multas por incumplir la normativa de los huevos

El sentido de esta norma tiene como objeto controlar y garantizar la seguridad de los productos avícolas en el mercado y en el consumo. Aunque los huevos solo se destinen al consumo particular, para la producción de estos alimentos se deben observar aquellos requisitos que aseguren que no representan ningún riesgo sanitario.

El incumplimiento de estas normativas puede originar sanciones que se sustentan en legislación como la Ley de Sanidad Animal, la Ley para el Cuidado de los Animales y el Real Decreto sobre Infracciones en Materia de Defensa del Consumidor y Producción Agroalimentaria.

La gripe aviar y su impacto en la normativa

El endurecimiento de la normativa sobre la cría de gallinas para autoconsumo responde también a la crisis de la gripe aviar extendida que ha afectado granjas en diferentes puntos del mundo, ya que la Administración trata de evitar la propagación del virus a través de un mayor control de las aves y sus productos.

Por ello, se han incrementado los trabajos de vigilancia y endurecimiento de las sanciones. El desconocimiento de la ley no exime a los propietarios de gallinas de cumplirla, de ahí que debes informarte bien para no incurrir en infracciones que pueden resultar costosas.

Cómo evitar multas al producir huevos en casa

Si tienes gallinas en casa o estás pensando en comprarlas para autoconsumo debes haber hecho lo siguiente para cumplir con la ley: enviado el documento para aprobar tu explotación avícola en el Registro General de Explotaciones Ganaderas, dispuesto de un veterinario referente que lo asista en el control de la salud de las aves, tener garantías de que las instalaciones cumplen con las condiciones higiénico-sanitarias que contempla la ley y no realizar prácticas veterinarias sin autorización de un profesional.

Alternativas legales al autoconsumo de huevos

Si no se desea disponer de un gallinero propio pero te gustaría consumir huevos de calidad prescindiendo del supermercado, siempre se puede optar por comprar huevos de proximidad en el mercado o de granjas registradas, de modo que se tenga la garantía de que el producto cumple con la normativa y, a la vez no someterse al riesgo de unas posibles multas.

En definitiva, aunque la tenencia de gallinas en casa puede ser considerada una opción económica y sustentable, las normativas son claras y un incumplimiento de las mismas puede suponer el enfrentarse a multas en algunos casos muy elevadas. Lo que parece más lógico es informarse, lo que conlleva una serie de obligaciones y cumplir con las normas legislativas vigentes.