El planeta se dirige hacia a un cambio de paradigma energético. Y lo hace a un ritmo acelerado. A la apuesta desigual pero creciente por fuentes renovables y medioambientalmente 'limpias', se suma el impulso y recuperación de la energía nuclear, tradicionalmente considerada 'fósil' pero que hoy se incluye ya como una alternativa necesaria para la descarbonización del planeta. Lo hace no sólo por necesidades medioambientales sino también empujada por los cambios geoestratégicos que obligan a apuntalar la autonomía energética de los países. Y entre ellos, China es la gran potencia que irrumpe con fuerza en el centro del tablero por la energía nuclear. Se trata de una nueva y renovada era nuclear extendida en todo el planeta que el gigante asiático se ha propuesto liderar.

En la actualidad, según datos de la Agencia Internacional de Energía, en el mundo está en marcha la construcción de 62 nuevos reactores. Cerca de la mitad de ellos se encuentran en China. En cuanto finalice la construcción de estas centrales se sumaran a la cada vez mayor red de reactores nucleares que ya atesora el país asiático, un total de 55 centrales operativas. El mayor mercado energético del mundo no se quedará ahí. Los planes a largo plazo apuntan hacia otros 42 reactores en cartera para construir en un plazo de 15 años. El desarrollo tecnológico y de modelo de centrales chino es uno de los modelos más seguidos, junto al desarrollado por Rusia, para la construcción de nuevas centrales en el mundo.

En el último año se amplió en 7 GW la potencia de generación nuclear en el mundo. Supone un 33% más de lo que se incrementó el año anterior. Una mayor capacidad gracias a la puesta en marcha de dos nuevos reactores en China y cuatro más en Francia, India, Emiratos Árabes Unidos y EEUU. A ellos se suman nueve centrales más que comenzaron su construcción: 6 en China, y otras tres en Rusia, Pakistán y Egipto. Actualmente en el conjunto del planeta existen 433 reactores operativos en un total de 33 países. Suman una capacidad total instalada de 420 GW.

China, más carbón que nuclear

En el caso de España la red nuclear la conforman siete reactores en cinco centrales. Una infraestructura que por ahora está llamada a desaparecer, según el cronograma que defiende el Gobierno y que plantea el cierre progresivo de estas instalaciones durante la próxima década.

Si en los años 90 era Europa la que lideraba la apuesta por le energía nuclear, más recientemente lo ha sido Estados Unidos, con 93 reactores. Ahora China amenaza con arrebatarle ese título en apenas unos años. Hoy, entre los 27 Estados de la UE suman algo más de un centenar de centrales nucleares, si bien la gran mayoría – 56 reactores- están en Francia. El país galo tiene en marcha la construcción de uno más. Otros países europeos, como Eslovaquia o Reino Unido, también tienen en construcción reactores, uno en el primer caso, dos más en el segundo.

La paradoja del caso chino es que mientras acelera su paso nuclear con el que aspira a encabezar la generación de esta fuente energética en sólo unos años, su economía continúa estando eminentemente movida por el carbón. Mientras que en países como Francia la nuclear genera el 70% de la energía que genera, en el país asiático la nuclear sigue teniendo un peso limitado.

Cien centrales en la UE, 93 en EEUU

En el caso de la Unión Europea el centenar de centrales nucleares aportan al conjunto de la UE el 23% de la energía. En el caso español ese porcentaje se sitúa en el 20%. En otra de las potencias nucleares, Estados Unidos, sus 92 centrales operativas, generan el 18% de la energía que produce.

El balance de la AIE del año pasado detecta un incremento del 4% en la producción de energía de origen nuclear en el mundo. Señala que se debe en gran medida a la reapertura y reinicio de actividad de algunas centrales en Francia y Japón, fundamentalmente. En términos globales, el 'mix energético' mundial lo encabezan ya las energías renovables, pero con un escaso margen. Suponen el 39%.

El carbón, -residual en el caso de España, con un peso menor del 1%- aún tiene un gran peso como fuente energética. Pese a su alto nivel de contaminación y emisión de gases contaminantes, en economías como la China y la India aún tiene un peso determinante. En el conjunto del planeta representa casi el 35% del total de la generación energética. El gas natural le sigue con un peso del 21,8%, seguido por el petróleo con el 2,4% y la energía nuclear con un 9%.