Gerardo Cuerva obtuvo hace cuatro años un apoyo cerrado cuando decidió presentarse a la reelección como presidente de la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme). Llevaba en el cargo desde 2019, cuando relevó a Antonio Garamendi, quien asumió la presidencia de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE). En 2021, Cuerva revalidó su mandato con el respaldo unánime del Comité Ejecutivo y más de la mitad de las organizaciones que forman parte de la patronal. Sin embargo, el escenario ha cambiado radicalmente de cara a las elecciones internas del próximo 20 de mayo. Numerosas organizaciones han retirado el apoyo que mostraron a Cuerva para respaldar a la candidata promovida por Garamendi, Ángela de Miguel.

El tono combativo de Cuerva contra el Gobierno en los últimos años enrareció las relaciones con el presidente de la CEOE. Y Garamendi decidió buscar una alternativa para disputarle el liderazgo de Cepyme. No obstante, según detalló Abc, Garamendi le ofreció a Cuerva una salida alternativa con un puesto en el área internacional de la CEOE para las relaciones con Latinoamérica. Pero Cuerva rechazó esta posibilidad y siguió adelante con el proceso.

En frente tiene ahora a la abogada vallisoletana Ángela de Miguel. Es socia fundadora del despacho Negotia Abogados (con sedes en Valladolid y Madrid) y, desde 2018, vicepresidenta y portavoz de CEOE Castilla y León. También forma parte de la Junta Directiva de Cepyme. Su perfil, con experiencia en internacionalización y derecho colaborativo, ha sido determinante para que Garamendi la impulse como alternativa a Cuerva.

Desde que se comunicó su candidatura el pasado 5 de marzo, la rival de Cuerva ha ido recabando el apoyo de diferentes patronales. La última ha sido la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA), que preside Lorenzo Amor. "ATA apuesta por la unidad empresarial y renueva su compromiso con las pequeñas empresas y los autónomos. La Federación considera que dicha unidad se vería reforzada si se apostara por una candidatura única liderada por Ángela de Miguel que unificara todas las voces que se alzan en el colectivo", expresaron en el comunicado.

Además del apoyo de la Confederación Española de Asociaciones de Jóvenes Empresarios (Ceaje), De Miguel también logró el respaldo de la organización de Castilla y León, de la que es vicepresidenta. Seguidamente llegaron apoyos regionales como el de la patronal valenciana CEV, la riojana FER, la gallega CEG o la catalana Foment del Treball. La patronal que lidera Josep Sánchez Llibre, muy activa en la influencia sobre el trabajo parlamentario, se apresuró a anunciar que trabajará para haya una candidatura única.

Pero frente a la rapidez con la que se posicionó la organización catalana, aún no ha habido pronunciamiento por parte de la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA) o de la la Confederación Empresarial de Madrid-CEOE (CEIM). El el caso de la primera, la situación es compleja porque Cuerva es vicepresidente de esa organización. Y fuentes empresariales consultadas deslizan que el hecho de que su propia federación no le haya dado ya un apoyo cerrado puede significar algo. "Que no dijeran que se alinean con Gerardo ya es mucho decir", interpretan.

En el lado madrileño, la patronal que dirige Miguel Garrido también guarda silencio sobre la decisión que tomará y a qué candidatura apoyará. La organización, habituada a debates muy vivos en su seno, deberá reunir en próximas fechas a los órganos pertinentes donde se deberá debatir el posicionamiento definitivo; apoyar la línea dura de Cuerva que podría quebrar la unidad en el seno de la patronal o abogar por una candidatura que permita alinear la estrategia frente a Gobierno y sindicatos de CEOE y Cepyme.

Del respaldo unánime al distanciamiento con Garamendi

El distanciamiento entre Garamendi y Cuerva comenzó con la negociación de la reforma laboral de 2022. La CEOE pactó el acuerdo con el Gobierno y los sindicatos, y aunque Cepyme terminó sumándose, hubo voces dentro de la patronal de pymes que criticaron la laxitud en la negociación de la CEOE. Cuerva, que ya preveía que el impacto de la reforma se traduciría en subidas de los costes laborales para las pequeñas y medianas empresas, tomó la decisión de marcar un perfil más beligerante.

Desde entonces, el cambio de tono se ha ido enardeciendo. Durante la asamblea general de Cepyme en el verano de 2024, presentaron un Manifiesto de la pyme española por la libertad de empresa. Un documento que criticaba duramente al Gobierno en dónde la patronal se oponía a la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) y a la reducción de la jornada laboral. Durante la Asamblea y bajo la mirada de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, Cuerva acusó al Gobierno de basarse en “tesis comunistas”, afirmando que el Ejecutivo estaba tratando de “deslegitimar el libre mercado y demoler el diálogo social”. Este movimiento molestó al presidente de la CEOE, quien apostaba por una estrategia de negociación más moderada.

El golpe de gracia llegó cuando el presidente de Cepyme impulsó en febrero de este año una reforma del reglamento interno de la confederación para limitar el voto delegado de cara a las elecciones. La medida fue aprobada con el apoyo de la Junta Directiva, pero no contó con el respaldo del Comité Ejecutivo, lo que desató una “guerra” jurídica entre los seguidores y detractores de Cuerva. Finalmente, Cepyme emitió un comunicado por el que se comprometían a mantener la delegación de voto para estas elecciones. Sin embargo, la tensión entre las confederaciones hizo mella y Garamendi buscó una alternativa a Cuerva, impulsando la candidatura de Ángela de Miguel.

En medio de la guerra interna, el presidente de Conpymes, José María Torres, también ha aprovechado para hacerse notar. El líder de la patronal amadrinada por Begoña Gómez, la esposa de Pedro Sánchez, trata de meter la cabeza en el diálogo social. "Las pymes españolas no tienen voz propia, debido a que Cepyme es un apéndice de la CEOE. Lo que estamos viendo con las elecciones de Cepyme es que lo que quieren es controlarla (la CEOE), no quieren que tengamos voz propia e independiente las pymes", aseveró el pasado martes.