La presión para que el Gobierno lleve un proyecto de Presupuestos Generales del Estado (PGE) ante las Cortes Generales crece a medida se abre paso la posibilidad de seguir con las cuentas prorrogadas sin someterse siquiera al trámite parlamentario al que obliga la Constitución. Este mismo lunes, la presidenta de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) instaba al Gobierno a llevar un boceto de cuentas públicas ante la Cámara cuanto antes.

En vistas de que la falta de apoyos suficientes podría suponer una derrota parlamentaria en la ley más importante que puede elaborar un Gobierno, Moncloa se resiste a llevar ante la Cámara un proyecto para negociarlo. De hecho, apuesta por todo lo contrario; no llevarlo si no tiene antes los apoyos atados. "Sería hacer perder el tiempo a la Cámara baja y a los ciudadanos", llegó a decir el pasado martes la portavoz del Gobierno y ministra de Educación, Pilar Alegría.

Para la Autoridad Fiscal, el hecho de no someterse al trámite no solo contraviene el artículo 134.4 de la Constitución, sino que se ve como un menoscabo de las funciones de control que se atribuyen a los diputados y senadores. La Carta Magna fija que tres meses antes de que acabe el ejercicio hay que presentar un proyecto de Presupuestos. Pero si eso no se aprueba, la ley contempla la prórroga automática.

El Gobierno de coalición entre PSOE y Sumar trabaja ya con el escenario de extender las vigentes cuentas públicas sin tener que debatir siquiera unos nuevos números. Y mientras el Ejecutivo se resiste, la cabeza visible de la Autoridad Fiscal pide no "devaluar la institución del presupuesto". "Es el documento más importante, porque es donde un Gobierno dice qué es lo que pretende hacer en materia económica y fiscal", sentención.

En ausencia de ese proyecto, "no sabemos lo que el Gobierno quiere hacer y se dificulta muchísimo la tarea de control de la actuación del Gobierno en materia presupuestaria y fiscal", añadió. La propia AIReF ejerce la fiscalización de las cuentas públicas. Y en ese proceso, reclama al Gobierno una planificación a medio plazo para garantizar que se cumplen los objetivos pactados con Bruselas. "Por tanto, con mucho mayor motivo pedimos una planificación en el corto [plazo]", argumentó Herrero.

Negociar durante las enmiendas

"El proyecto de Presupuestos debe presentarse", zanjó rotunda. Desde el PP ya buscan fórmulas legales para obligar a Pedro Sánchez a someterse al trámite parlamentario y a una eventual derrota. En opinión de la presidenta de la AIReF, la negociación del Gobierno con las fuerzas presentes en el Congreso no tiene que darse antes de llevar el documento a la Cámara, sino precisamente después, durante el período de enmiendas.

Los diputados pueden introducir en este plazo los cambios que consideren pertinentes en las partidas que el Gobierno les ha propuesto. Y, si consiguen armar una mayoría, quedan introducidas en el texto final. "Esa negociación que se dice que tiene que ser previa yo creo que tiene que ser posterior, vía enmienda, porque goza de una mayor transparencia en el proceso", concluyó la presidenta de la Autoridad Fiscal a preguntas de los periodistas durante la presentación del último informe sobre la sostenibilidad del sistema de pensiones.

La AIReF ha concluido que la reforma impulsada por el exministro José Luis Escrivá -ahora gobernador del Banco de España- se ajusta a la regla de gasto pactada con Bruselas, por lo que no habrá que tomar por ahora medidas adicionales. Eso sí, deja un mensaje al Gobierno en el que alerta de que la sostenibilidad del sistema de pensiones no ha mejorado, sino todo lo contrario. Y cuestiona también la metodología que le fija el propio Ejecutivo para evaluar la reforma.

El informe de la Autoridad Fiscal recoge que el gasto en pensiones se sitúa en el 14,6% del PIB en promedio en el periodo 2022-2050, mientras que las medidas de ingresos ascienden al 1,4% del PIB. Esto supone una diferencia del 13,2%, una décima por debajo del 13,3% que habría obligado a activar la denominada "cláusula de cierre" y plantear nuevos ajustes. "Se cumple la regla de gasto pero no descuidemos la dinámica subyacente", alertó Herrero.