La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) elevó su cálculo del gasto en pensiones para 2025 desde el 4,9% previsto en noviembre al 5,6% actual. Así lo recoge el Informe sobre los presupuestos iniciales de las Administraciones Públicas 2025. Apenas unas horas más tarde, el Fondo Monetario Internacional (FMI) daba a conocer su informe de análisis de la economía española. En él plantea que para abordar las presiones fiscales derivadas de la creciente brecha entre el gasto en pensiones y las cotizaciones a la Seguridad Social, España debería incorporar "iniciativas para promover vidas laborales más largas".

Según la AIReF, el aumento del gasto en pensiones se fundamenta por el impacto del "efecto sustitución". Es decir, cuando la cuantía de la pensión media de los nuevos pensionistas que entran al sistema es superior a la pensión media de los que salen. Los cálculos del organismo que preside Cristina Herrero es que este factor crezca un 1,2%, con un coste extra de 2.195 millones. Esta revalorización de las pensiones es una constante en el sistema de la Seguridad Social y supone "uno de los principales desafíos para la sostenibilidad de las finanzas públicas en el medio y largo plazo", ha señalado la autoridad fiscal.

Asimismo, el gasto en pensiones contributivas y no contributivas de la Seguridad Social en términos de contabilidad nacional fue en 2024 de 183.914 millones de euros según dato publicado por la Intervención General de la Administración del Estado (IGAE).

Las últimas cifras ofrecidas por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones de mes de marzo implicaron el gasto récord de 13.492,5 millones de euros en el pago de pensiones, un 6,3% más que en el mismo mes de 2024. Asimismo, la pensión media se elevó interanualmente un 4,5% y se revalorizaron conforme al aumento del IPC en un 2,8% (frente al 2,5% previsto por la AIReF en su informe de noviembre).

Este ritmo de crecimiento histórico plantea serios desafíos de sostenibilidad a largo plazo tal y como indicó la AIReF en su Informe de evaluación de la regla de gasto de pensiones presentado el pasado 31 de marzo. En este informe incidió en que, de no cubrirse este gasto estructural con ingresos adicionales se debería recurrir al incremento de la deuda, "desde unos niveles históricamente ya muy elevados". De llevarse a cabo, las estimaciones del organismo plantean una deuda en el entorno del 181% para 2070.

En este sentido, el FMI destaca que esta brecha "cada vez mayor en las próximas décadas es, en parte, consecuencia de las reformas de 2021-2023". Para solventar esta grieta creciente del gasto, el Fondo propone que se consideren "alternativas a la subida de los tipos de cotización, como por ejemplo alargar aún más el período en base al cual se computan las prestaciones".

En la reforma de 2011 el período de cotización se amplió desde los 15 años hasta los 25. El último incremento se produjo con la reforma de 2023, en donde se amplió hasta los 29 años de forma progresiva entre 2027 y 2044. De esta forma, una nueva ampliación supondría incluir años en los que los sueldos de los pensionistas eran más bajos todavía. Esta medida a costa de mermar la pensión media, reduce en consecuencia el gasto del Ejecutivo en la partida más costosa de los Presupuestos Generales.

No obstante, el Fondo Monetario también señala que la reciente introducción de incentivos adicionales en la jubilación demorada (por la que los trabajadores posponen su retiro más allá de cumplir con la edad legal) y las opciones de jubilación más graduales "son medidas positivas que están arrojando resultados alentadores".

El FMI le da la razón a la AIReF

Si bien el Gobierno de Pedro Sánchez cumplió con los compromisos a Bruselas de mantener el gasto medio en pensiones por debajo del 13,3% (la AIReF lo cifró en 13,2%), la autoridad fiscal criticó el sistema de medición ya que "la sostenibilidad del sistema de pensiones no había mejorado" en el medio-largo plazo. Pues bien, según el informe del FMI, la AIReF llevaba razón y aconsejan modificarlo "para corregir estas limitaciones".

Tal y como advertía la autoridad fiscal, "lo ideal sería que la regla se focalizara en la evolución futura de la brecha entre gastos e ingresos del sistema de pensiones", según ha señalado el Fondo. Para ello propone dos recomendaciones. La primera es que el Gobierno defina con claridad y ex ante un conjunto limitado de medidas directas de ingreso que "deberían incluirse en el cálculo del gasto neto futuro" del sistema. Y la segunda es que la regla considere siempre un período de proyección de 25 años en lugar de una ventana fija para el período 2022-2050.

Insuficiente gasto en políticas activas de empleo

De igual forma que la institución monetaria ha emitido recomendaciones para reducir el gasto por las prestaciones en pensiones, también ha destacado que la tasa de desempleo debe seguir descendiendo. Para ello, "es fundamental seguir
reforzando las políticas activas de empleo (PAE) y los incentivos financieros para los solicitantes de empleo".

En este sentido, el Fondo critica el presupuesto español destinado a las PAE, "muy por debajo del de países europeos exitosos en este campo". Según destaca se debería aumentar la dotación para favorecer a las oficinas regionales de intermediación mediante el desarrollo digital, una mayor colaboración con el sector privado y con más personal.

Asimismo, recomienda reforzar los requisitos de activación de las prestaciones por desempleo, "permitiéndoles combinar los ingresos del trabajo con la percepción de prestaciones durante un período más largo y, en última instancia, sustituyendo las prestaciones no contributivas por un crédito fiscal integrado asociado al empleo", ha concluido el FMI.