El futuro de Telefónica pasa por la revisión estratégica que Marc Murtra está llevando a cabo. Fue durante la presentación de resultados del pasado 27 de febrero cuando el presidente anunció que sometería a la compañía a un profundo análisis antes de tomar las decisiones que marcarían el rumbo en esta nueva etapa. Ese día se comprometió a comunicar las conclusiones que sacara de ese proceso durante el segundo semestre de 2025. Pero en algunos aspectos no ha sido necesario esperar para saber cuáles serán las prioridades del ejecutivo.

Y es que, desde la llegada de Murtra, Telefónica ha acelerado en el proceso de "reducir su exposición" en Hispanoamérica, que comenzó a ejecutar bajo el mando de José María Álvarez-Pallete. De esta forma, ya han confirmado la venta de sus filiales en Argentina y Colombia, dos de los nueve países en los que estaban presentes bajo la marca Hispam. Y además, su filial peruana ha solicitado entrar en concurso de acreedores.

"La disciplina en la gestión de nuestros activos se refleja en la reducción de nuestra exposición en Hispanoamérica", expresó Murtra durante la junta general de accionistas que tuvo lugar este jueves. "Para este año 2025 nuestro objetivo continúa siendo crecer en términos orgánicos en ingresos, EBITDA y flujo de caja operativo después de arrendamientos, y con un Flujo de Caja Libre estable", añadió.

Así, el presidente de Telefónica estableció que su principal objetivo será "enfocar" sus esfuerzos y conocimientos en los mercados principales de la operadora. "Nuestra prioridad será Europa, Europa y Europa; mantendremos nuestra posición de liderazgo en Brasil como mercado core y nos centraremos en lo que sabemos hacer como operador industrial".

No es casual que Murtra 'salve' a Brasil, el único país de Hispanoamérica en el que Telefónica opera bajo una marca diferente: Vivo. Allí la 'teleco' española cuenta con 116 millones de clientes, y no ha dejado de mejorar sus resultados financieros. En 2024 aumentó un 10,3% su beneficio neto, un 7,1% su facturación y un 7,32% su beneficio bruto.

Alrededor de Brasil, los países vecinos de Hispanoamérica fueron los responsables de que a nivel global Telefónica registrara unas pérdidas netas de 49 millones en el año 2024. Y es que solo en el último trimestre del año el deterioro de activos superó los 2.000 millones de euros, repartidos entre Argentina (1.274 millones), Chile (397 millones), Telefónica Tech (243 millones) y Perú (108 millones).

Desafíos en Europa

Con todo, la prioridad para Telefónica es Europa. No solo porque aquí tienen la mayoría de sus principales mercados, sino también porque en el Viejo Continente "soplan vientos de cambio", en palabras del propio Murtra, y pretenden aprovecharlo.

"Somos conscientes de nuestros mayores desafíos: en Alemania, la ejecución de su plan de recuperación de ingresos y márgenes ante la pérdida del contrato mayorista de 1&1 en un entorno de creciente intensidad competitiva. En Reino Unido, la necesidad de mejorar la satisfacción de los clientes como palanca clave. Y en España, sostener el liderazgo en un entorno altamente competitivo", aseveró el ejecutivo durante la junta de accionistas.

Pero una vez más, en la junta el discurso de Murtra estuvo mayoritariamente centrado en la necesidad de impulsar consolidaciones en Europa para crear compañías más fuertes, que puedan mirar a la cara a sus homólogas estadounidenses y chinas. En esa línea, insistió en las ideas que dio en el discurso de apertura del Mobile World Congress de Barcelona (MWC) de este año, donde también participó en una conferencia (en la que estuvo acompañado de los CEO de Vodafone, Orange y Deutsche Telekom) en la que el núcleo central giró precisamente en torno a ese tema.

"Nos encontramos en un momento de cambio radical impulsado por titanes que dominan mercados casi monopolísticos. Gigantes con una gran capacidad de inversión que están desarrollando tecnologías disruptivas como la Inteligencia Artificial Generativa. Pero estas empresas son estadounidenses o chinas. No hay una sola empresa europea entre las empresas que lideran el cambio digital", aseguró.

En esa línea, volvió a incidir en que su opinión es que la alta fragmentación en el sector de las telecomunicaciones en Europa, "única en el mundo", y el exceso de regulación, "también único" por su intensidad, "han arrancado de raíz la posibilidad de que las telcos europeas pudieran haber sido gigantes tecnológicos que fueran capaces de competir con sus homólogos estadounidenses y chinos, asegurando la soberanía y productividad de Europa".

Las palabras cobran sentido en un contexto geopolítico como el actual, en el que Europa está dando pasos para desmarcarse de la dependencia de EEUU en algunos sectores como la defensa y ganar autonomía. "Estamos transicionando a una nueva era en las relaciones EE.UU.-Europa. El Atlántico Norte nunca había sido tan grande, ni siquiera cuando los europeos llegaron a América por primera vez. Esto ha soldado la voluntad europea ampliamente consensuada de ser industrial, tecnológica y defensivamente autónoma", resumió Murtra.

Para iniciar un proceso parecido en el sector de las telecomunicaciones europeo, el presidente de Telefónica reclamó a la Comisión Europea, los estados nación y los diferentes reguladores actuar y realizar los ajustes que permitan la consolidación necesaria del sector de la que resulten compañías tecnológicas con la escala para invertir en tecnología de manera competitiva.

Y en ese proceso, deslizó que el primer paso de Telefónica sería empezar a moverse en España. "La consolidación europea del sector debe empezar dentro de los países; si no es así, no tendrá racionalidad económica", relató, al tiempo que explicaba que por eso consideran estudiar "consolidaciones intramercado económicamente rentables. No habrá consolidación europea ni la consideraremos sin consolidación previa a nivel intramercado y sin racionalidad económica".