Esta Semana Santa son millones los desplazamientos que se están produciendo en las carreteras de nuestro país. Se registrarán con un parque de vehículos cada vez más envejecido. No sólo supone un incremento del riesgo vial sino también un mayor impacto medioambiental. El dato es muy revelador: en España siguen operativos nada menos que 8,6 millones de vehículos con una antigüedad de más de 20 años. Se trata tanto de turismos como de autobuses y vehículos industriales.

Y la cifra no deja de aumentar. Todo apunta a que la inestabilidad arancelaria y económica que está provocando la política económica del Gobierno Trump tampoco contribuya a incrementar la renovación en el sector de la automoción. Sólo entre el año pasado y el anterior el número de vehículos con más de dos décadas de antigüedad creció un 11,2% en España, según el informe de Ideauto.

Supone además un parque de vehículos especialmente contaminantes y que complican aún más la descarbonización de las carreteras y alejan los objetivos de electrificación de la movilidad. Casi el 27% de todos los vehículos de España ni siquiera tiene etiqueta medioambiental y el mayor número, 9,1 millones, posee la etiqueta de tipo B, la de menor reducción de contaminación.

En nuestro país existen 31,3 millones de vehículos, son casi dos puntos más que en 2023. La edad media del conjunto del parque móvil no ha dejado de subir en los últimos años. Si nos remontamos al año 2008, entonces la antigüedad media de los turismos rondaba los 8,4 años. Hoy, en cambio, los españoles resisten muchos años más con su vehículo antes de cambiarlo. Tanto, que la edad media ya se ha disparado hasta los 14,5 años y a un uso de 166.000 kilómetros de media por vehículo. De año en año la antigüedad ha ido incrementándose entre seis y ocho meses.

Autobuses con 15 años de antigüedad

Otro de los datos más reveladores de la resistencia al cambio que se está produciendo lo aporta la edad media de los coches industriales, que es aún mayor: 15,1 años. En el caso de los coches de uso comercial la edad media se sitúa en los 14,7 años y en los autobuses en los 11,5 años. Pese a que los autobuses son los vehículos más ‘jóvenes’ de la red vial, en muchos casos no es así. En España existen 9.600 autobuses con más de 20 años de antigüedad. Representan el 15% del total de los que operan en nuestras carreteras, es decir, uno de cada siete.

Fue en la pandemia cuando los indicadores de renovación se estancaron. En los últimos cinco años apenas se ha renovado el 16% del parque móvil. La inmensa mayoría de las familias ha optado por continuar y estirar la vida útil de sus automóviles. Junto a ello, se ha detectado una mayor apuesta por la compra de coches de segunda mano. El año pasado por cada compra de un vehículo nuevo se adquirieron 2,1 de segunda mano. De este modo, se incorporaron 2,1 millones de coches usados al parque móvil nacional y en cuatro de cada diez casos se trataba de vehículos con más de 15 años de antigüedad.

Las ayudas públicas y las campañas en favor de la electrificación de la movilidad en España no terminan de calar en el mercado de la compra de automóviles. La incertidumbre en el sector, los desarrollos aún insuficientes en su autonomía, la red de cargadores aún algo lenta e insuficiente y el mayor precio de esta opción aún retraen a los potenciales compradores.

Coche eléctrico, el 1,6% de las ventas

El año pasado la apuesta por el vehículo eléctrico apenas supuso el 1,6% del total de operaciones. El número de vehículos eléctricos sigue creciendo a un ritmo que hace complicado imaginar que se pueda alcanzar los 5,5 millones de vehículos en 2030, tal y como fija como objetivo el PNIEC (Plan Nacional Integrado de Energía y Clima). Más aún cuando actualmente el parque electrificado –en cualquiera de sus modalidades- apenas supera las 600.000 unidades entre los casi 31 millones de vehículos del parque automovilístico español.

Hasta el momento el plan MOVES para impulsar la compra de coches eléctricos y la instalación de puntos de recarga en España ha supuesto un desembolso de 1.335 millones de euros en ayudas. En los últimos años, con esta partida se ha logrado apoyar la compra de 142.000 vehículos en nuestro país y la instalación de 113.000 puntos de recarga. Ahora, tras la aprobación de la prórroga del programa de ayudas hasta final de este año se confía en poder incrementar la apuesta por la movilidad eléctrica. El plan de incentivos pasa también por bonificar con una deducción del 15% del IRPF la compra de un vehículo eléctrico.

El objetivo de alcanzar los 5,5 millones de vehículos eléctricos requerirá que el ritmo de matriculaciones se acelere de modo muy importante. Por el momento, durante el primer trimestre de este año sólo el 13% de las nuevas matriculaciones correspondían, según ANFAC (Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones), a vehículos eléctricos en cualquiera de sus modalidades. En enero las nuevas matriculaciones fueron 11.356 y en febrero 13.971. En todo el año pasado el parque eléctrico creció en 133.699 unidades.