Desde 2015 la inflación acumulada se ha situado en un 27% según los datos del último informe publicado por la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) este lunes. En consonancia, durante los últimos años los salarios han aumentado para mantener el poder adquisitivo de los ciudadanos aunque su nivel de riqueza real no ha variado. Es decir, los precios de los productos han aumentado y para poder comprar los mismos bienes los salarios también han subido. Sin embargo, “este incremento de los salarios no ha implicado que los ciudadanos puedan comprar más productos, compran los mismos, pero a un precio más alto", ha explicado para El Independiente, Aitor Fernández, experto fiscal de TaxDown.

En este sentido, el Gobierno lleva desde 2015 sin ajustar los tramos del IRPF en línea con la inflación. Esta ausencia de corrección de la inflación, que los economistas llaman indexación, empuja a los ciudadanos a tramos de tributación más altos pese a que no existe un aumento de riqueza real. Para ejemplificarlo, Fedea propone el escenario de una familia de cuatro miembros que ingresa 50.000 euros. En total, deberán pagar por IRPF 3.170,75 euros; de haber sido indexado, se reduciría el pago hasta los 2.434,36. Una diferencia del 30%, concretamente de 736,39 euros.

Pero además, la Fundación ha advertido que los efectos son todavía mayores para las rentas más bajas. Cambiando de escenario, en vez de una familia pone de ejemplo dos individuos. El adulto A ingresa 30.000 euros, por lo que debido a su tramo de IRPF debe pagar 2.236,75 euros. Si el IRPF estuviese indexado pagaría 1.787,66. Esto representa una diferencia para el adulto A del 25%, lo que son 449,09 euros más a pagar. Sin embargo, en el caso del adulto B, que ingresa 20.000 euros, deberá tributar 934 euros y si estuviesen indexados, pagaría 646,71 euros. En este caso el adulto B deberá pagar una diferencia del 44%, unos 287,29 euros más por la falta de indexación.

En la misma línea, Funcas ha estimado que entre 2019 y 2023, el Estado recaudó 33.400 millones de euros más por IRPF. Y de ellos, la mitad de ese aumento (16.700 millones) fue por la inflación. Concretamente, 9.700 millones porque no se actualizaron los beneficios fiscales y 7.000 millones porque no se ajustaron los tramos del IRPF. Si repartimos ese aumento entre los 23 millones de personas que realizaron la Declaración de la Renta en 2023 reprentan 725 euros por persona de media. 725 euros que los ciudadanos han pagado de más por no ajustar el IRPF con la inflación. Además, la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) ha estimado que si no se indexa el IRPF, el Estado ingresará 12.600 millones extra entre 2025 y 2031 por esta misma razón.

El propio FMI incluyó la no indexación como uno de los motivos de mejora de las finanzas públicas en su informe de análisis de la economía española publicado hace dos semanas. Sin embargo, los diversos expertos han advertido del oscurantismo de esta práctica tributaria. El experto fiscal Fernández ha señalado que la ausencia de indexación es una decisión gubernamental que implica "una recaudación extra y que no es impopular, ya que el ciudadano no entiende fácilmente lo que supone". Fedea, por su parte, ha tildado este procedimiento como “poco transparente para los ciudadanos” y Funcas ha explicado que “la ausencia de indexación en el IRPF es equivalente a una reforma fiscal implícita que no exige aprobación parlamentaria”.

El Gobierno ha rechazado en los últimos años la indexación del IRPF bajo el argumento de que beneficiaría también a las rentas altas. Su estrategia se ha centrado en ampliar la reducción por rentas del trabajo para beneficiar a salarios brutos de hasta 21.000 euros. Asimismo, elevó el umbral que exime a los salarios de tributar en el IRPF desde 14.000 hasta 15.000 euros. Sin embargo, el pasado 30 de marzo, el líder del Parido Popular, Alberto Núñez Feijóo reivindicó la adecuación del IRPF con la inflación para antes de que comenzase la campaña de la renta de abril. Así, el 8 de abril presentó una proposición no de ley para corregir la inflación del IRPF en "al menos los tres primeros tramos de la tarifa estatal". Una medida que ya ha sido implementada en varios gobiernos autonómicos, como en el andaluz de Juanam Moreno, y que ha obtenido luz verde en el Congreso gracias a la abstención de los socios habituales del Gobierno.