La producción de biogás y biometano ha crecido de forma destacada en Europa, posicionándose como una opción energética sostenible que favorece la descarbonización y disminuye la dependencia de los combustibles fósiles. Alemania, Francia, Italia y el Reino Unido encabezan este avance, mientras que España, aunque dispone de un gran potencial, aún se mantiene rezagada respecto a otros países europeos en su desarrollo.

Según datos recientes publicados por la Asociación Europea de Biogás, Europa cuenta con más de 19.000 plantas de biogás y aproximadamente 1.548 plantas de biometano, lo que representa un crecimiento del 37% en el número de instalaciones en el ámbito de la UE-27. Estas infraestructuras permiten producir más de 3,5 bcm de biometano anualmente. ​

Alemania encabeza la producción combinada de biogás y biometano con 100 TWh en 2023, seguida por Italia (33 TWh), Reino Unido (29 TWh) y Francia (17 TWh). Estos países han integrado el biometano en sus redes de gas natural, aprovechando sus beneficios para reducir la dependencia energética externa y avanzar en la descarbonización

Los expertos alertan, sin embargo, que España sigue situada muy lejos aún de los mayores productores europeos de biometano, a pesar de ir sumando poco a poco nuevas instalaciones como las proyectadas en Colmenar Viejo y Guadalix en Madrid, San Javier y Santomera en Murcia o Talavera de la Reina, en Toledo, entre otras.

Incluso siendo el tercer país de Europa con mayor potencial para la producción de biometano, este recurso permanece sin explotar con todo su potencial, según apuntan expertos y patronales como Sedigas. Señalan que la falta de desarrollo en este sector impide que España aproveche los beneficios de una energía renovable de proximidad, lo que podría reducir su dependencia energética del exterior y contribuir significativamente a la descarbonización de su economía.