Almeida se estrena en CEOE: conexión total para fulminar el 'top manta'

Completa sintonía entre el nuevo alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, y los empresarios. Su primer acto público ha tenido lugar en Diego de León 50, la histórica sede de la CEOE, en la que Miguel Garrido tomaba posesión como presidente de la patronal de los empresarios madrileños (CEIM), una de las organizaciones con más peso dentro de la Confederación.

En el acto estaban presentes los primeras espadas de los sindicatos UGT y CCOO en Madrid, también el que fuera candidato a la Comunidad de Madrid por el PSOE, Ángel Gabilondo, pero, sobre todo, un nutrido número de personalidades del PP o afines, entre las que estaban la candidata a la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y la ex ministra de Empleo, Fátima Báñez.

Ambiente de renovación, de conexión entre empresarios y el nuevo edil madrileño, de ganas de ponerse a trabajar, después de los años bajo el mandato de Manuela Carmena y la corta pero intensa legislatura de Pedro Sánchez.

Tanto fue así que las peticiones del nuevo presidente de CEIM se ajustaron como un guante al ideario desplegado durante la campaña por Martínez-Almeida.

Garrido arrancaba poniendo encima de la mesa un primer reto para la organización que ahora encabeza. La búsqueda de una mayor notoriedad y capacidad de influencia. Algo que parece asegurado al menos en la capital.  Y después marcaba la diferencia: "Las empresas siempre están amenazadas por la competencia, que es sana porque nos hace mejorar; pero también por los populismos que hablan de repartir la riqueza que aún nadie ha creado. Para eso hay que invertir, formar e innovar".

¿Cómo? de acuerdo con los empresarios, profundizando en la reforma laboral que el PSOE quería derogar; no subiendo el los salario por decreto -en alusión al incremento del salario mínimo (SMI)-, sino dejando que las mejoras retributivas sean fruto de la negociación colectiva y se vinculen a las mejoras de productividad; reduciendo los costes laborales, empezando por las cotizaciones sociales, que Pedro Sánchez ha elevado; y poniendo coto al absentismo o, en el caso exclusivo de la capital, desmantelando el Madrid Central.

¿Y en el plano fiscal y empresarial? Manteniendo una política de rebaja de impuestos que el PSOE quiere elevar.

Desandar el camino de la era Carmena y Pedro Sánchez, y emprender uno nuevo, el que de momento ha planteado para Madrid su nuevo alcalde.

Martínez-Almeida, contra la venta ambulante

Porque, yendo de las musas al teatro, además de compartir la apuesta por una bajada de impuestos y la apertura otra vez del tráfico al centro de Madrid, la conexión mostrada por el Martínez-Almeida y el presidente de CEIM ha sido total al hablar del control de la venta ambulante.

Para Garrido, "el consumo es un sector prioritario", hasta el punto que reservará una vicepresidencia para Eduardo Zamácola, presidente de la Asociación Empresarial del Comercio Textil, Complementos y Piel (Acotex), con la idea de potenciar el sector.

Con esa idea en la cabeza, Garrido se ha dirigido directamente a Martínez-Almeida para hacerle un encargo: "Le va a tocar luchar mucho contra el fraude", a lo que el alcalde respondió asintiendo.

En su intervención, el alcalde verbalizaba su postura y ofrecía su "total compromiso para fortalecer y potenciar los medios de la policía municipal para acabar con la venta ambulante ilegal y las mafias".

"Queremos que se deje trabajar a los empresario", decía Garrido, "no queremos protagonizar el crecimiento económico, sino acompañaros", decía Martínez-Almeida, metiendo en ese plural a los sindicatos.

Conexión con los autónomos

Y quien dice empresarios también dice autónomos. Tras el acuerdo para incorporar a la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA) en la CEOE, Garrido anunciaba en su discurso que se estaba en negociaciones para hacer lo propio a nivel madrileño.

Fuentes próximas a esas conversaciones avanzan que esa integración está a punto de cerrarse también en Cataluña y Valencia.