ING obtuvo un beneficio antes de impuestos de 157 millones de euros en España y Portugal durante el ejercicio 2020, un 39% por debajo de los 258 millones del año anterior, en un escenario marcado por la pandemia del coronavirus.
El beneficio neto fue de 85 millones de euros, con una caída similar, y los ingresos ordinarios disminuyeron un 4%, hasta 696 millones de euros. La rentabilidad sobre recursos propios (ROE) se situó en el 7,4%.
El consejero delegado de ING España y Portugal, Ignacio Juliá, ha explicado que la caída del beneficio procede fundamentalmente del incremento de provisiones y de "un tema de prudencia". "Es lo que nos corresponde al sector bancario para asegurarnos de que somos capaces de afrontar situaciones venideras y si los clientes empiezan a no pagar", ha señalado.
En cualquier caso, Juliá ha asegurado que la tasa de morosidad no ha cambiado en 2020 (cerró en el 1,08%) y que la entidad tiene expectativas "muy positivas" para 2021.
Asimismo, ha puesto en valor que la estrategia de diversificación de la entidad, con un crecimiento de los ingresos del 41% en los últimos cuatro años y un peso de las áreas de productos de inversión, seguros y crédito al consumo que ha pasado del 26% al 44%, ha permitido amortiguar el impacto de la pandemia.
ING tiene un 98% de clientes digitales, de los que el 40% contacta con la entidad únicamente a través de dispositivos móviles. Las ventas digitales han crecido un 59% en cuatro años y el 55% de ellas se realiza a través del móvil.
Récord de clientes en cuenta nómina
ING ha batido un récord de 200.000 nuevos clientes en su Cuenta Nómina, que ya alcanza los 2,5 millones de usuarios. La directora general de banca de particulares de ING España y Portugal, Almudena Román, ha sostenido que este aumento se debe a que "la Cuenta Nómina está en el primer lugar de consideración por los clientes cuando deciden abrir una cuenta nueva y a la claridad de su oferta, libre de condiciones, comisiones y con 100% de facilidad para operar en el móvil".
ING, que hasta ahora había basado su modelo de banca en España en no aplicar comisiones y retribuir los depósitos, aplicará desde el 1 de abril comisiones a la Cuenta Naranja (10 euros de comisión de custodia de saldos al mes, quedando exentos los que mantengan un saldo medio mensual inferior a 30.000 euros o tengan una Cuenta Nómina o Cuenta Sin Nómina con ingresos recurrentes). Según Román, esta medida afecta solo al 4% de clientes del banco, mientras que la gran mayoría seguirá sin tener comisiones.
Preguntado sobre una posible futura subida de comisiones, el consejero delegado de la entidad en España y Portugal ha apuntado que la oferta de la Cuenta Naranja se ha convertido en un producto exclusivo de clientes de Cuenta Nómina como respuesta al contexto de tipos negativos.
"Seguiremos adaptándonos al entorno y tomando las acciones que tengamos que tomar, pero lo importante es poner al cliente por delante y hacerlo bien, sencillo, transparente e ir de la mano con ellos", ha señalado.
En opinión de Juliá, el sector bancario evolucionará hacia un sistema en el que los clientes acepten que deben pagar por los servicios que reciben. "Creo que de alguna forma tenemos que ir evolucionando en el mundo de la banca a pagar por los servicios y no a hablar tanto de comisiones. En todas las industrias, cuando uno consume un servicio, suele pagar por ello, y seguramente el sector bancario irá evolucionando en esa dirección y cada entidad hará lo que considere oportuno", ha explicado.
Financiación e inversión
En cuanto a financiación, la entidad ha recuperado los niveles previos a la crisis, con un el saldo vivo de productos de financiación de 21.800 millones de euros.
Según la directora general de banca de particulares de ING España & Portugal, este crecimiento ha venido impulsado por las hipotecas en el último trimestre (lanzó en septiembre su hipoteca fija), pese a que la cuota de mercado en hipotecas se situó en el 6%, frente al 8% pre-pandemia. "La hipoteca fija lanzada en el último trimestre tiene buena aceptación y está ayudando a recuperar ese impulso", ha asegurado.
Para contribuir a amortiguar el impacto de la pandemia, ING gestionó "líneas de financiación especiales" a grandes clientes corporativos y concedió 10.500 moratorias en préstamos y 5.000 en hipotecas, de las que cuales el 70% y el 60% respectivamente ya han finalizado.
Por otro lado, el balance del banco en productos de inversión ascendió a 12.300 millones de euros, destacando los Fondos Cartera Naranja, con más de 1.200 millones de euros bajo gestión un año y medio después de su lanzamiento, y el Bróker Naranja, que dobló el número de operaciones y tiene un 180% más de cuentas que en 2019. En cuanto a planes de pensiones, uno de cada seis euros invertidos en este producto en 2020 han sido en ING.
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