Durante 2021, Telefónica contribuyó en casi 49.000 millones de euros al PIB de los países en los que opera, además de 9.134 millones en impuestos, y su actividad generó más de 1,2 millones de empleos directos e indirectos. Son algunos de los números incluidos en el Informe de Gestión Consolidado 2021 que la compañía acaba de publicar, pocas semanas después de la presentación de sus resultados anuales. El documento, una exhaustiva radiografía de la multinacional española, refleja el compromiso para integrar en su estrategia y su actividad los aspectos ambientales, sociales y de gobernanza (ASG, o ESG por sus siglas en inglés) así como los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas. Y lo hace desde la convicción de que el proceso de digitalización, en el que Telefónica representa un papel de liderazgo, ofrece una oportunidad de oro para construir un futuro más verde, justo e inclusivo.
«El COVID-19 ha acelerado varios años la digitalización, confirmando su peso en la transición energética y el desarrollo social», señala José María Álvarez-Pallete, presidente ejecutivo de Telefónica, en la carta que encabeza la memoria anual de la compañía. «Así, la necesidad de desplegar una conectividad inclusiva, al alcance de todos, se ha convertido en una prioridad para acelerar una reactivación basada en un nuevo modelo de crecimiento más a largo plazo». Por ello, la digitalización es la clave de arco de la estrategia de Telefónica para promover un desarrollo sostenible, ya sea contribuyendo a la protección del medio ambiente o favoreciendo la prosperidad y la resiliencia de los mercados en los que opera. Y todo ello predicando con el ejemplo de un riguroso gobierno corporativo.
Digitalizar para descarbonizar
Las comunicaciones son hoy fundamentales para construir un modelo de crecimiento sostenible. Telefónica contribuye a ello de muchas maneras. Ejerciendo de agente clave en la digitalización de la economía a través de sus infraestructuras y servicios. Pero también reduciendo su huella ambiental con redes más eficientes, disminuyendo su consumo energético, apostando por energías limpias y adoptando los principios de la economía circular.
Mientras el tráfico de datos se multiplicaba casi por siete, Telefónica ha logrado reducir su consumo de energía en un 7,2 por ciento
Desde 2015, Telefónica ha reducido en un 70% sus emisiones de carbono por el uso de energías renovables y la integración de tecnologías más eficientes. Sigue invirtiendo en la sustitución de cobre por fibra, un 85 por ciento más eficiente energéticamente –y lo hace, además, recurriendo a financiación sostenible; es el mayor emisor de bonos de este tipo en el sector de las telecomunicaciones–. Así, mientras en los últimos seis años el tráfico de datos se multiplicaba casi por siete, Telefónica ha logrado reducir su consumo de energía en un 7,2 por ciento. Por ello, la compañía se ha propuesto alcanzar en 2025 el objetivo de emisiones netas cero en sus principales mercados, adelantándose a los plazos marcados por el Acuerdo de París, y en 2040 a escala mundial y en su cadena de valor.
Energía limpia y circularidad
Cerca del 80 por ciento del consumo eléctrico global de Telefónica procede de fuentes renovables, una proporción que ya es del 100% en Europa, Brasil y Perú. Los servicios digitales que el grupo ofrece a sus clientes también participan del esfuerzo de descarbonización. Con sus soluciones integrales Eco Smart, en 2021 se evitó la emisión a la atmósfera de más de 8,7 millones de toneladas de CO2, equivalente a plantar un bosque de 143 millones de árboles.
La compañía se ha marcado el objetivo de cero residuos para 2030, para lo cual ha puesto en marcha un ambicioso plan de economía circular. Se trata de que nada se incinere o acabe en un vertedero, sino que todo residuo susceptible de transformarse en materia prima se reintroduzca en la cadena de valor. Así, en 2021, se han reciclado cerca de cinco millones de dispositivos, entre ellos más de 300.000 teléfonos móviles, consiguiendo recuperar el 98 por ciento de los materiales. Gracias a todo ello, Telefónica forma parte, por octavo año consecutivo, de la Lista A del índice CDP Climate Change, que evalúa el impacto ambiental de las principales compañías globales.
Ayudar a la sociedad a prosperar
El noveno Objetivo de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas busca «construir infraestructuras resilientes, promover la industrialización sostenible y fomentar la innovación». Telefónica lo hace suyo apostando por las economías locales –el 62% de las más de 9.000 empresas proveedoras son pymes–, pero sobre todo creando infraestructuras, acelerando el despliegue de la fibra óptica y el 5G para hacer accesible a todos la revolución digital. La compañía cuenta con más de 369 millones de accesos a internet en todo el mundo. Entre ellos figuran las más de 13.000 comunidades rurales conectadas a través del proyecto Internet para Todos. Telefónica pretende garantizar una cobertura de banda ancha de entre el 90 y el 97 por ciento en todo el territorio de sus principales mercados en 2024 –en Europa ya es del 99%–.
El grupo español también fomenta las habilidades digitales para mejorar la empleabilidad de las personas en el nuevo contexto digital. Cuenta para ello con varios programas de Fundación Telefónica, o con el flamante Hub mundial de Innovación y Talento en Distrito Telefónica que contará hasta 2024 con una inversión de unos 100 millones de euros. Gracias a estas y otras iniciativas, la política de Telefónica en materia de inclusión digital ha sido reconocida por la World Benchmarking Alliance con el primer puesto mundial de su Digital Inclusion Benchmark (DIB).
Excelencia corporativa
El compromiso de Telefónica con la equidad, la inclusión y la sostenibilidad está recogido y desarrollado en un exigente código ético que extiende a sus proveedores, y que contempla todos los aspectos relevantes de la realidad social y laboral, así como los específicos de su sector, como la ciberseguridad y la privacidad. El grupo tiene una vocación de mejora permanente al respecto. Ha sido pionero en incorporar a su Informe de Gestión de 2021 el enfoque de la doble materialidad recomendado por la Unión Europea, en virtud del cual las empresas, junto con las cifras de negocio destinadas al mercado y los accionistas, deben informar del impacto de su actividad en las personas, las sociedades y el medio ambiente.
En materia de gobernanza, durante 2021 Telefónica modificó su Consejo de Administración, reduciendo sus miembros y aumentando el porcentaje de independientes al 60%. Un tercio del total son mujeres, avanzando en el objetivo de la paridad de género en órganos de dirección para 2030. La empresa cuenta, además, con un Consejo Global de Diversidad que garantiza la igualdad de oportunidades para todos los empleados con independencia de su género, origen, edad, orientación e identidad sexual o cualquier otra característica personal. Un aspecto que está integrado en el funcionamiento cotidiano de la compañía y que corrobora el liderazgo destacado de Telefónica en políticas ESG.
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