La compañía de movilidad personal eléctrica y compartida Reby consolida su posición en el sur de Europa, tras haber sido la adjudicataria de licencias para poder operar en las ciudades italianas de Génova, Bari, Busto Arsizio, Balestrate y Terrassini, donde tiene intención de empezar a operar este otoño. Con estas incorporaciones Reby se posiciona como el operador líder del sur de Europa con su oferta intermodal.

Según Pep Gómez, presidente de Reby, "la confianza de los ayuntamientos italianos en nuestro trabajo, ganando concursos delante de otros operadores internacionales, refuerza nuestra imagen internacional y demuestra que con un trabajo bien hecho, con un I+D desarrollado desde aquí y con un crecimiento escalonado se puede llegar a ser líder". 

De esta forma los ayuntamientos "saben que la calidad y seguridad que les ofrecemos ayudará a que el servicio que implementan, y que para muchos es nuevo, encajará en su ciudad”, añadió.

En Génova y Bari, y siguiendo su compromiso con la seguridad y la innovación, Reby desplegará un total de 300 vehículos de su modelo de moto antivandálica, la cual deberá ser estacionada en los sitios autorizados. Así, el vehículo está especialmente pensado para su uso compartido, con el objetivo de mejorar la convivencia con los diferentes agentes de la ciudad. 

En Busto Arsizio (ciudad de la Lombardía) y Balestrate y Terrassini (Sicília), se desplegarán más de 500 unidades de la versión V2 de los patinetes, diseñados por Reby y pensados para el sharing, con intermitentes, batería intercambiable y con un ciclo de vida de más de 24 meses y totalmente reciclables. Además, supondrá el despliegue del servicio por primera vez en la isla de Sicilia.

Reby opera en más de 18 ciudades del sur de Europa y desde su fundación ha superado los dos millones de trayectos realizados, ha generado más de 120 puestos de trabajo de forma directa que incluyen personas en riesgo de exclusión social y ha superado los 1,5 millones de usuarios. Además, la compañía estima que los 6 millones de kilómetros recorridos en vehículos eléctricos Reby han supuesto un ahorro de 8,6 toneladas de CO2.