Su cruz se alza 51 centímetros sobre el suelo, goza de una figura compacta y fuerte, tiene un cuello largo, musculoso y sin papada y, sobre todo, una trufa hiperdesarrollada que le convierte en un rastreador único. "Ha demostrado ser infalible", señalan desde ScottishPower, la filial de Iberdrola en Escocia que acoge el proyecto de Jack, el perro que huele las averías y detecta fallos en la red eléctrica.

El springer spaniel, clase de este prodigioso can, es la raza más antigua de todos los perros de caza deportiva. Su utilidad original era encontrar y espantar a la presa hacia un lugar concreto, pero en la actualidad se le utiliza para encontrar, hacer volar las aves de caza y cobrar la presa para el cazador armado, tal y como describe la Federación Cinológica Internacional (FCI); sin embargo, Jack es capaz de mucho más: "Es un perro rastreador entrenado por los técnicos de la compañía para descubrir, gracias a su prodigioso olfato, la presencia de hidrocarburos en el subsuelo y otras cuestiones que podrían provocar cortes de luz este invierno", aseguran sus responsables.

Inteligencia automatizada, drones, láseres y una infinidad de herramientas de última tecnología sirven a Iberdrola para tratar de evitar problemas en el suministro eléctrico, aunque en este caso su as en la manga es el mejor amigo del hombre. De pelo denso y lacio y con un carácter alegre y activo, Jack encabeza un proyecto piloto que tiene como objetivo detectar incidencias que pueden desencadenar en cortes de suministro a seis millones de personas en 3,5 millones de hogares y empresas que se producen especialmente en las estación invernal debido a las inclemencias meteorológicas.

Scott Mathieson, director de planificación y regulación de redes de ScottishPower, ha explicado que "nuestros equipos se preparan para el clima invernal durante todo el año. Es importante explorar todas las vías para evitar los cortes imprevistos que el tiempo puede provocar o para asegurarnos de que, en caso de que se produzcan, podamos restablecer el suministro eléctrico de la forma más rápida y segura posible. Ha sido muy interesante ver cómo el mejor amigo del hombre también puede ayudar".

Jack junto a uno de los técnicos de ScottishPower, la filial de Iberdrola en Escocia
Jack junto a uno de los técnicos de ScottishPower, la filial de Iberdrola en Escocia | IBERDROLA

Según trasladan desde la filial de Iberdrola en Escocia, este springer spaniel ha demostrado ser certero. "En una reciente visita a una de las instalaciones de SP Energy Networks su tasa de éxito fue del 100 %. En esa ocasión, los técnicos de la compañía habían creado una avería artificial para poner a prueba las habilidades del perro. La detectó bajo el asfalto a la primera. Incluso descubrió otra que no se esperaba en absoluto que fuera capaz de ello".

El caso de Jack no es el primero donde el springer spaniel demuestra que es una raza especial. El peludo amistoso y dócil ya fue utilizado en Reino Unido para olfatear la viruela de las ardillas. Rufus, un springer spaniel de entonces seis años, aprendió en 2020 a olfatear la enfermedad responsable de la muerte de miles de ardillas rojas bajo la tutela de su propietaria la conservacionsita Caroline Finlay. Los meses de cuarentena fueron aprovechados por Rufus, que recibió entrenamiento en casa y se convirtió en el salvador de miles de ardillas rojas al recorrer parques y bosques para tratar de localizar cualquiera de estos roedores que pudiera tener la enfermedad.

La inteligencia artificial del perro robot

El olfato de Jack representa una de las bazas más analógica del gigante eléctrico en su labor de mantenimiento, mientras que Spot, "un robot inspirado en un perro con muchas aplicaciones en docenas de industrias", es la apuesta de de Avangrid, filial de Iberdrola en Estados Unidos para cambiar el futuro de la inspección de subestaciones.

Para llevar a cabo la inspección, Spot toma fotografías de alta definición del equipo y las compara con imágenes antiguas para determinar si algo ha cambiado. Su inteligencia artificial detecta modificaciones inapreciables para el ojo humano. Actualmente, las inspecciones de subestaciones se realizan cada dos meses a unas horasa determinadas. Según destacan desde Iberdrola, "esta tecnología no solo podría aumentar el número de inspecciones realizadas, sino que también permitiría hacer inspecciones en diferentes momentos del día para determinar si el equipo funciona de otra manera".

Spot recopila y analiza una cantidad de datos superior al techo actual, lo que aumentará la probabilidad de predecir problemas futuros. Una vez completada la prueba de concepto,el siguiente paso es "crear un caso de negocio y demostrar que invertir en esta tecnología valdría la pena", concluyen.