Su mayor reto es demostrar su resistencia. Vencer el "este muro está hueco" o lo que en el gremio conoce como el efecto toc-toc. "El concepto de la gente es: 'La gran inversión de mi vida es mi casa. Es mi castillo' y nuestra batalla es que superen la barrera psicológica de la dureza", señala en conversación con El Independiente Enríque Ramírez, director general de Pladur, la marca líder del mercado ibérico en tabiquería interior durante una visita para medios en la fábrica de Valdemoro (Madrid).

Pladur, nacida hace 45 años, es un ejemplo de lexicalización de una marca; es decir, cuando el genérico adopta el nombre comercial del producto. Según señalan desde la sección de marketing de la compañía, Pladur aprovecha y sufre esta situación. La compañía goza de mayor conocimiento popular y se reconoce como precursora de la instalación de la placa de yeso laminado en España, aunque también adolece las debilidades de otros competidores.

Una de las grandes ventajas competitivas que identifican los responsables de la fábrica de Valdemoro es que desde que ya se ha tratado el mineral hasta que se obtiene la placa de yeso lista para entrar en el circuito comercial pasan apenas 45 minutos. La factoría, que produce 70 toneladas de pladur a la hora, cuenta con la más avanzada tecnología industrial en la fabricación de sistemas constructivos a base de placa de yeso laminado.

Placas, techos acústicos y decorativos, techos registrables, perfiles y pastas... todo ello nace en Valdemoro o en las otras cuatro factorías de Pladur en España: Beuda (Girona), Beuda (Jaén), Gelsa (Zaragoza) y Mañeru (Navarra). El 30% de las placas de yeso que se comercializan en España son obra de Pladur y la mitad de esa producción sale de la planta de Valdemoro.

Actualmente, la producción de Pladur en el sur de Madrid es de 40 millones de metros cuadrados, aunque a máximo rendimiento alcanza los 70 millones. 200.000 litros de agua anuales dan de beber a la fabrica de Valdemoro, que por el momento trata de minimizar su consumo a través de la utilización de agua de lluvia embalsada y luego decantada para utilizarla en los procesos químicos requeridos para el tratamiento del yeso.

De la burbuja a la expansión internacional

Los 45 años de actividad de Pladur han dejado episodios significativos para su historia como su pico de actividad previo al estallido de la burbuja inmobiliaria en España o el salto fuera de la Península Ibérica.

Justo antes del desastre sucedido en España en torno a la especulación inmobiliaria, Pladur - propiedad de Etex, compañía líder mundial en soluciones de construcción ligera con sede en Bruselas- construía 800.000 viviendas al año con las placas de yeso, cifra que cayó en picado a partir de 2009, cuando pasaron a edificar 30.000 casas al año. Ante el frenazo a la edificación que sufrió España debido a la falta de sostenibilidad de esa estrategia, Pladur apostó por la internacionalización.

Proceso de fabricación de las placas de yeso en la fábrica de Pladur, Valdemoro (Madrid)

Proceso de fabricación de las placas de yeso en la fábrica de Pladur, Valdemoro (Madrid)

La naturaleza de Pladur le dirige a países en desarrollo, por construir o rehabilitar. "África es un mercado por explorar donde puede generar grandes beneficios. Es un continente lleno de oportunidades. Hay países que ahora mismo tienen 200 millones de habitantes y que de aquí al 2050 van a duplicar su población", comenta Ramírez.

Los 487 empleados de Pladur se reparten entre España, Portugal y Francia y exporta sus productos a diferentes países de África, Centro y América del Sur, así como a países de Oriente Próximo. La facturación de Pladur en 2022 fue de 220 millones de euros y su objetivo para 2023 es crecer un 10%.

Sostenibilidad y energía

El reto de la sostenibilidad gana importancia a cada momento que pasa en los entornos empresariales. Desde Pladur presumen de una de las virtudes principales de su producto: el yeso es un material infinitamente reciclable. Si una placa es defectuosa, vuelve a entrar en el proceso productivo tantas veces como sea necesario.

Placas de Pladur listas para entrar en el circuito comercial | PLADUR

Tal y como trasladan los miembros de Pladur en la visita a la fábrica de Valdemoro, la transformación energética es una prioridad en su desarrollo. La fuente de energía que abastece a la factoría es el gas natural, aunque gracias a su instalación fotovoltaica pueden llegar a un máximo del 38% de autoconsumo. El objetivo es incorporar el hidrógeno verde como solución energética desde principios de 2024. Desde Pladur reconocen que la apuesta conlleva una pérdida económica porque por el momento el gas es más barato que el hidrógeno verde, aunque ensalzan que la alternativa reduciría a cero prácticamente las emisiones por ese porcentaje de actividad.  

La implementación de esta fuente de energía aportaría un 10% de la potencia requerida por la factoría, por lo que Pladur Valdemoro alcanzaría prácticamente la mitad, el 48%, de energía renovable y limpia para su actividad. El hidrógeno es una alternativa real a sustituir varios de los usos de los combustibles fósiles, ya que produce tres veces más energía que los derivados del petróleo.