Como cada amanecer, el vaquero "da una vuelta al ganado". Se aproxima a los animales y espabila a aquellos que estén más perezosos para que se muevan y ver que está todo bien. "Han matado a una novilla. Tiene un tiro en la cabeza, le han arrancado una pata y han dejado otra cortada a medias". Esta es la llamada que recibe pasadas las 8.00 horas Luis (nombre ficticio) para alertar del salvaje ataque que ha sufrido en su explotación a 20 kilómetros de Toledo.

"Un salvaje. Un salvaje nos ha hecho esto", lamenta en conversación con El Independiente Luis. El ganadero, que no encuentra explicación a la atrocidad, explica que "han matado una novilla que estaba preñada y han herido a otra con un balazo en el cuello que por suerte han fallado". El ganadero explica que su trabajador ha hallado a la vaca muerta y ha soltado el resto de animales con los que compartía espacio.

"Justo después, mi hermano que estaba con el tractor, ha visto que todas las vacas se arrimolinaban en torno a otra. A las vacas les atrae la sangre y, efectivamente, había otra herida con sangre en el cuello", comenta Luis vía telefónica mientras el veterinario le indica que ha encontrado la bala. "El tiro ha sido limpio, solo ha afectado al músculo y con tratamiento no debería haber mayor problema", argumenta.

Un todoterreno y una escopeta

Una vez vistos los daños, Luis ha reaccionado con rápidez: veterinario y Guardia Civil. El primero de ellos ya ha conseguido curar a la vaca herida, mientras los agentes han concluido que se ha tratado de un todoterreno y que la bala pertenece a una escopeta del calibre 12.

"El ataque no responde a ningún tipo de ajuste de cuentas ni nada por el estilo", indica Luis, que pese a ello, subraya que prefiere no dar su nombre real por no significarse y "por si acaso". "Que sepamos en la zona no hay más ataques de este tipo, aunque hace años hubo casos en los que se produjeron asaltos a otras fincas en los que se mataron becerros a cuchillo para comérselos, pero como esta vez, a balazos, nunca habíamos visto algo así", afirma afectado.

Vaca muerta con un balazo en el cráneo en una finca de Toledo (Castilla-La Mancha) | E.I.

La hipótesis que más convence entre la Guardia Civil y los afectados es que el crimen se haya cometido para robar la carne de las vacas. "Así lo pensamos porque han cortado una pata, que se han llevado, y han empezado a cortar la otra. Imagino que se han debido asustar por algo. Estaban cerca del camino y quizá algún coche que pasó cerca les ahuyentó. Dejaron el segundo corte a medias y se largaron"

El ganadero, devastado por el hecho, destaca su preocupación porque la criminalidad se una a los males del campo: "Con la que tenemos encima con la sequía, el aumento desproporcionado de los costes de producción y la enfermedad hemorrágica epizoótica, esto es lo que nos faltaba".