"Cuando me preguntan a qué me dedico respondo que soy una fotocopiadora multifunción". Lo cierto es que es difícil definir a Juan Francisco Zambudio, presidente ejecutivo de Grupo Zambudio. Y es que, aunque su formación es de ingeniero en telecomunicaciones, su actividad empresarial se ha desarrollado en torno a ámbitos muy diversos. Algunos de ellos, he hecho, realmente curiosos.
Aprovechando su visita a la feria agroalimentaria Fruit Attraction, que ha tenido lugar esta semana en Madrid, el empresario adelanta que este año la facturación de su compañía rondará los 26 millones de euros. Con cerca de 400 trabajadores, su actividad empresarial se extiende por varios países y continentes. Aunque es imposible explicarla sin su principal músculo, la agricultura, un sector que considera "muy agradecido, porque te devuelve todo lo que haces".
"El negocio de los limones es muy importante porque es la base de nuestra empresa, y nos ha dado un conocimiento suficiente para trasladarlo a las otras líneas de negocio. Somos de los principales productores de la Región de Murcia, que a su vez es la principal productora de toda Europa. Y hemos conseguido sacarle el máximo rendimiento al campo con una producción muy controlada", asegura Zambudio, que detalla que en los últimos años han extendido sus cultivos de limones y hortalizas a Colombia, Egipto y Marruecos para garantizar "52 semanas al año de suministro de un producto apto y seguro".
Pero hay más. El segundo pilar del grupo empresarial son las telecomunicaciones, un sector que está ligado directamente a los orígenes de la compañía. Y es que el padre de Zambudio comenzó haciendo obra civil, construyendo las vías y trabajando en la conexión de cables durante la década de 1980, en lo que fue el inicio de las grandes redes de comunicaciones españolas. E incluso llegó a dar el salto al Sudamérica para hacer lo mismo en países como Argentina, Perú, Chile, Colombia o Brasil de la mano de Telefónica.
La tercera pata de la empresa son los medios de comunicación, aunque su gestión está externalizada. La compañía se adentró en este sector en 1989, obteniendo la concesión de ocho licencias de radio en las comunidades de Murcia y Castilla-La Mancha. Poco después, en 1995, adquirió el primer canal de televisión privado que operó en Murcia. Ahí siguen, pero han ido ampliando. "Tenemos dos cabeceras de prensa digital, una productora, ingeniería audiovisual para ofrecer servicios de instalación, mantenimiento y venta... Y hacemos servicios audiovisuales externos con unidades móviles, como retransmisiones de eventos deportivos y de cualquier tipo", resume Zambudio.
La lista sigue: empresas tecnológicas especializadas en desarrollo de IA, viñedos de la D.O Bullas, compañías de energía solar fotovoltaica... Negocios que se desarrollan en muchos lugares del mundo, pero que siguen teniendo su epicentro en Murcia. En concreto, en la Torre Medi, un edificio de 16 pisos de altura que actúa como sede central del grupo.
"Fundamentalmente es por el sentimiento que tenemos, porque creemos en nuestra región y en nuestras raíces, y creemos que es un lugar que se puede desarrollar muchísimo. Es verdad que a veces cuesta mucho, porque tenemos muchas dificultades tanto en transporte como en temas como el agua. Pero de alguna manera creo que esas barreras se tendrán que ir superando poco a poco, y con el tiempo conseguiremos ser una región puntera. Pero hay que creer en Murcia y hay que apostar por ella", desliza Zambudio.
Producción audiovisual y embargos a lo bestia
El Grupo Zambudio también es socio de TCero Estudios, un centro de producción audiovisual de 10.000 metros cuadrados ubicado en Murcia donde se graban anuncios y videoclips, y quizás en breve también series y películas. "El plan es ese. Creemos que hay una oportunidad muy grande entre la Ciudad de la Luz de Alicante y TCero Estudios por la cantidad de luz natural que tenemos en esa zona y por el buen tiempo. La Ciudad de la Luz tiene unas instalaciones perfectas para desarrollar producciones muy poderosas, que necesiten platós muy grandes. Y TCero puede estar más orientado a la parte de desarrollo digital", desliza Zambudio.
Pero sin duda, el proyecto más curioso en el que participa el grupo empresarial es Embargos a lo Bestia. "Es un negocio muy distinto al resto de los que desarrollamos. Surgió a través de un compañero de mi máster, que fue el que lo inició y me invitó a unirme. Básicamente lo que hacemos es comprar y luego vender liquidaciones y stock, y la verdad es que es muy ilusionante porque le damos salida al excedente de productos y a cosas que la gente tiene abandonada y olvidada. En un principio solo era para productos electrónicos, pero como ha tenido éxito hemos ido añadiendo más líneas y ahora tenemos casi de todo. Ya hay en total 27 tiendas físicas, y estamos en torno a los 40 millones de facturación anuales, y creciendo constantemente", afirma el empresario.
A pesar de que el nombre está inspirado en un programa de televisión estadounidense de gran éxito, Zambudio asegura que ellos no tienen intención de convertir Embargos a lo Bestia en una serie: "El modelo no tiene nada que ver, al final nosotros tenemos que vender mucho con muy poco margen para que realmente al cliente le llegue un producto con un buen precio. Pero hay grandes oportunidades, todos los días encontramos cosas interesantes, que vuelan inmediatamente".
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