El Tratado de Libre Comercio entre la Unión Europea y Japón, que entró en vigor en febrero de este año, puede ser una muy buena oportunidad para las pequeñas y medianas empresas españolas. No en vano, en la actualidad un 78% de las empresas que exportan al país asiático son pymes.

La principal ventaja de este acuerdo es que consigue eliminar entre el 97 y el 99% de los aranceles, que hasta ahora eran muy elevados. Japón será quien elimine el 97%, además de ofrecer otro tipo de concesiones a través de cuotas cero o reducciones, mientras que la UE eliminará el 99%. La Representación de la Comisión Europea en España calcula que esto conseguirá un ahorro de unos 1.000 millones de euros a los exportadores.

Con el Tratado también se espera solucionar el problema con los obstáculos de acceso al mercado japonés; ya que tanto las normas como las reglamentaciones que se exigían a los productos eran diferentes a Europa. Esto hacía que las empresas tuviesen que hacer un gasto extra para cumplir dichas condiciones; algunas de ellas señalan que la exportación a ese mercado les resultaba entre un 10% y 30% más caro.

Primeras consecuencias del acuerdo

Desde que ha entrado en vigor el acuerdo se ha garantizado la protección de más de 200 productos europeos con origen geográfico específico. Esto pasa, en parte, porque ahora en Japón tienen que someterse a los mismos niveles de protección y requisitos que exige la UE. Además en la actualidad, determinados productos (como por ejemplo la cerveza) se han igualado en impuestos respecto a los productos de allí, evitando esa desventaja.

Asimismo, para ayudar a estas pymes, tanto la UE como Japón crearán una página web donde estas empresas podrán encontrar toda la información que necesiten sobre la entrada a estos mercados. Además, se van a crear puntos de contacto específicos a los que podrán acudir estas compañías para cualquier gestión relacionada con el acuerdo.

Gracias a este Tratado se espera que ciertos sectores sean los más beneficiados, por ejemplo los productos farmacéuticos, vehículos de motor y equipos de transporte, productos sanitarios y agroalimentarios.

La Representación de la Comisión Europea en España espera que aumenten las exportaciones. En concreto se prevé una subida de los alimentos procesados de más del 50% (1.000 millones de euros adicionales); de productos químicos casi el 7% (1.600 millones de euros adicionales); y los productos textiles, prendas de vestir y cuero se multiplicarán un 220% (5.200 millones de euros adicionales).

Productos más favorecidos

La bajada de aranceles va a afectar a muchos productos pero en algunos concretos ya se sabe exactamente cómo va a funcionar.

En cuanto a alimentación hay varios productos con mucha exportación al mercado japonés que se van a ver beneficiados. La carne de vacuno llegará hasta un arancel reducido del 9% en 15 años (comenzó en el 38,5%). La carne de cerdo, por su parte, dependerá de si es fresca o se trata de carne transformada. En el caso de la primera estará casi libre de derechos y la segunda totalmente libre de derechos. Hasta ahora se situaban en un sistema complejo del + 4,3% y un 8,5% respectivamente.

El chocolate, el vino y el queso también verán reducidos sus aranceles. En el caso del chocolate serán reducidos, bajando desde el 30% de antes del acuerdo. El vino no tiene ya aranceles desde la entrada en vigor del Tratado (antes el 15%) y quesos como el Gouda o el Cheddar, entre otros, tampoco los tendrán. Hasta ahora ascendían al 40%.

Otro tipo de productos, como los zapatos deportivos, estaban sujetos a tarifas del 24,5% y se verán reducidas en 11 años hasta el 0%. Esta reducción gradual hasta su eliminación también se llevará a cabo en coches (actualmente 22% o 11%, dependiendo del tipo) y los aparatos electrónicos (entre el 14% y el 2,7% según producto en la actualidad).