La semana pasada arrancó en Estados Unidos el juicio que enfrenta a la Comisión Federal de Comercio (FTC) contra el gigante tecnológico Meta, que se extenderá durante las próximas semanas. Se trata de un caso histórico, porque la agencia americana acusa a la compañía dirigida por Mark Zuckerberg de haber creado un monopolio en el sector de las redes sociales.

La FTC apunta directamente a las compras de Instagram en 2012 y de WhatsApp en 2014, que consideran que Meta ejecutó para evitar que Facebook tuviera competencia. Una acusación que Zuckerberg niega categóricamente, pero que pone contra las cuerdas a un imperio que en diciembre de 2024 contaba con 3.350 millones de usuarios activos cada día. Porque si Meta pierde, podría verse obligada a desprenderse de ambas plataformas.

Hasta 2012, Meta absorbió todas las compañías que compró. Pero con la adquisición de Instagram y WhatsApp algo cambió, porque ambas empresas continuaron operando con su propio nombre y de manera independiente. Pero ahora la agencia, en palabras de su presidente, Andrew Ferguson, se muestra preocupada por el hecho de que Meta haya llegado a ser tan poderosa "como para afectar a las vidas de todos los estadounidenses de una forma realmente perjudicial", según comentó en una entrevista con Fox Business.

La demanda se presentó contra Meta en el año 2020, durante el primer mandato de Donald Trump como presidente estadounidense. Pero el proceso se ha iniciado precisamente ahora, cuando las grandes compañías tecnológicas americanas han estrechado lazos con el magnate. El propio Zuckerberg, que estuvo en la toma de posesión de Trump para su segundo mandato el pasado enero, visitó la Casa Blanca en las últimas semanas para tratar de evitar el juicio. Y según el Wall Street Journal, presionó a Trump personalmente para que desestimara el caso.

La FTC ha utilizado como pruebas diversos correos electrónicos del fundador de Meta. En uno de ellos, del año 2008, Zuckerberg explicaba que "es mejor comprar que competir". En otro, del año 2012, deslizaba que hacerse con Instagram "neutralizaría a un competidor". Y en 2018 otros mensajes dejaron claro que el empresario estaba estudiando la posibilidad de "separar Instagram" de Meta para evitar problemas con los organismos reguladores como los que tiene ahora. En ese entonces, ya deslizaba que existía una "posibilidad considerable" de que Meta se viera obligada a separarse de Instagram y WhatsApp en un plazo de cinco o diez años.

Se estima que el juicio puede durar cerca de dos meses. Pero ya han surgido muchas dudas sobre cómo podría cambiar el ecosistema de las redes sociales si realmente Meta es obligada a desprenderse de WhatsApp y Facebook. La principal, sin duda, es quién podría adquirir estas plataformas, porque como se ha visto en el caso de Elon Musk y Twitter, podría cambiar mucho la experiencia de los usuarios.

El juicio contra Meta no es un caso único. Sin ir más lejos, hace apenas unos días el Departamento de Justicia estadounidense declaró culpable a Google por ejercer un doble monopolio ilegal en el mercado de la publicidad digital. Ahora está por ver el castigo que se impondrá a la compañía.

La defensa de Zuckerberg

El CEO de Meta, que ya ha testificado en diversas jornadas del juicio, se ha defendido asegurando que compró esas plataformas porque las consideraba realmente valiosas, y no para acabar con su competencia. Por ejemplo, en el caso de Instagram, afirmó que la decisión se tomó para poder contar con su tecnología de cámara, que era mucho mejor que la que había desarrollado Meta.

A nivel corporativo, la propia compañía ha deslizado que las acusaciones de la FTC constituyen una "demanda débil" que "ignora la realidad". Para argumentarlo, sostienen que compiten con otros gigantes como TikTok, Snapchat, YouTube o X, antiguamente conocida como Twitter. Y recuerdan que la FTC ya aprobó en su momento las operaciones de compra de Instagram y WhatsApp.

Según las cuentas de Meta, si se incluyen plataformas como TikTok y YouTube en la conversación, su cuota de mercado está por debajo del 30%, por lo que no ven que pueda tratarse de un monopolio. La FTC, por contra, está convencida de que hay que excluir a TikTok y a YouTube porque son plataformas de transmisión, y no redes sociales destinadas a conectar a amigos y familiares.

Durante el juicio, Zuckerberg testificó que Meta tardó en entender el reto que suponía TikTok para ellos, pero admitió que en los últimos años la aplicación china se ha convertido en la "mayor amenaza competitiva para Instagram y Facebook".

Precisamente TikTok atraviesa también un momento complicado. El pasado 4 de abril se supo que Donald Trump concedió a los propietarios de la aplicación 75 días más para que TikTok se desvincule de su matriz china, ByteDance, y pueda seguir operando en el país americano. Todo en medio de una guerra arancelaria que ha enfrentado a ambos países. Aunque Trump comentó que esperaba trabajar "de buena fe con China": "No queremos que TikTok desaparezca. Esperamos trabajar con ellos y con China para cerrar el acuerdo".