La web especialista de empleo jobatus.es, ha realizado un estudio que señala la caída de ofertas de empleo publicadas en ciertos sectores en el mes de julio respecto al mismo mes de 2018 y 2019. En base a la crisis generada por la pandemia del coronavirus es nuestro país la establecemos como principal causa de este detrimento.
Con la llegada del coronavirus a nuestro país y la declaración del Estado de Alarma a mediados de marzo de este año, algunos profesionales comenzaron a ser altamente demandados por el contexto socio-sanitario en el que se encontraba el país.
En el sector de la sanidad, logística, limpieza y desinfección, comercio electrónico y alimentación, creció la demanda de profesionales a nivel exponencial dejando al resto de trabajadores marginados por la situación crítica que estaba experimentando el resto de sectores.
En el mes de marzo, el número de afiliados a la seguridad social descendió en 841 mil personas, dejando un número total de afiliados de 19.006.760. Los sectores más perjudicados fueron el comercio, la construcción, actividades administrativas y servicios auxiliares y la hostelería. La contratación indefinida y temporal se hundió y el paro aumentó en 302 mil personas.
Durante el mes de junio la tasa de paro se situó en un 14,3% y el número de desempleados aumentó en más de 5.000 personas. El número total de parados registrados subió a 3.862.883, lo que supuso un incremento del 0.13% respecto al mes anterior.
A día de hoy y a causa del COVID-19, se han generado cambios favorecedores en el contexto laboral de nuestro país. La potenciación del teletrabajo ha disparado la demanda de ciertos profesionales con experiencia en trabajo en remoto y ha posibilitado la continuidad laboral de miles de trabajadores evitando un despido generalizado.
A pesar de esta aportación, para muchos positiva, existen ciertos profesionales que están experimentando una gran dificultad de inserción en el mercado laboral. Su porcentaje de demanda ha caído en picado e indica la necesidad de que estos se reinventen a nivel laboral para poder conseguir un puesto de trabajo.
Turismo
El sector turístico cerró el año pasado con 2,8 millones de trabajadores y representando más del 14% del PIB español. A causa de la pandemia del coronavirus y aunque nuestro Gobierno haya llevado a cabo numerosas medidas de subsanación, el pronóstico de este sector no puede ser más desolador y eso se refleja en el movimiento de contratación del mismo.
En base a la reducción de la actividad laboral por el gran descenso de demanda de servicios turísticos a nivel internacional y nacional, el sector experimenta una caída de demanda de profesionales de un 84%, respecto al mismo mes de 2018 y 2019.
En consonancia con el resto de sectores, el turismo es uno de los grandes afectados por la crisis del coronavirus, al cual le costará mucho recuperarse.
El descenso de ofertas publicadas se refiere a distintos profesionales pertenecientes a este gremio tales como agentes de viajes, comerciales de turismo, administración y recepción de hoteles, guías turísticos y camareros de pisos.
Retail
El comercio retail, es el segundo sector en el que más han caído las publicaciones de ofertas de empleo respecto a los años anteriores, un 81%.
En fechas previas a la pandemia del coronavirus, ya era un gremio que sufría serias dificultades. La tendencia al alza de los consumidores de efectuar sus compras a través de las plataformas de comercio electrónico no ha ayudado al sector.
La crisis del COVID-19 únicamente ha apresurado su decaimiento. Se prevé que muchos de estos negocios no sobrevivirán a la enorme recesión pronosticada en el país a no ser que inviertan en digitalización.
Los trabajadores más afectados por esta situación son los gestores retail, vendedores, jefes o encargados de tienda y directores comerciales.
Inmobiliario
Las repercusiones de la pandemia podrían ocasionar que hasta dentro de 3 o 4 años el sector inmobiliario no consiga alcanzar la demanda que tenía en fechas previas al coronavirus.
Según hemos concluído, los pilares del mercado inmobiliario son el sector retail, las residencias, los alojamientos turísticos y las oficinas. Con una recesión prevista de mayor impacto que la que había ya en el país, algunos de estos inmuebles podrían tardar más en demandarse que otros.
Por otra parte, con el paso del COVID-19, las tendencias de búsqueda de los inquilinos se han modificado. Una vez concluida la desescalada, la demanda de viviendas sitas a las afueras de la ciudad, con espacio exterior disponible, ha crecido cuantiosamente, cosa que afectará al precio del alquiler y por tanto a la oferta y a la demanda.
Asimismo, se estima que el precio de la vivienda caerá durante este año entre un 6% y un 15% y la potencia de la crisis será similar a la que se experimentó en el peor año que atravesó este sector, 2012.
La demanda de profesionales relacionados con el mercado inmobiliario ha descendido un 77%, aminorando en gran escala las ofertas publicadas de asesores, comerciales, agentes inmobiliarios y secretarios comerciales.
Hostelería
El sector hostelero está formado en la actualidad por más de 300.000 empresas. El 70% de estas pertenecen a autónomos o a negocios que cuentan con menos de 3 empleados. Además, es un sector que trabaja con porcentajes de beneficios mínimos, un 6%, una cifra que está por debajo de la media de otros sectores nacionales, 16%. Esto no indica otra cosa que su vulnerabilidad ante cualquier crisis económica que pueda emerger en el país.
Debido a la pandemia del COVID-19, las predicciones generales hacia este sector no pueden ser más desalentadoras. El futuro de la restauración y hostelería del país se ha visto fuertemente afectado por la crisis del coronavirus, que ha generado un agravio económico de grandes dimensiones que compromete sustancialmente a los negocios pertenecientes a este gremio.
A causa de este contexto empresarial y el estado del sector turístico, las ofertas publicadas por los negocios dedicados a la hostelería se han reducido un 72% respecto a los dos años anteriores en este mes de julio.
La reducción de ofertas publicadas ha damnificado principalmente a los camareros, jefes de barra, office, fregaplatos y personal de cocina.
Construcción
El gremio de la construcción, de acuerdo a los datos obtenidos, ha sufrido ingentes pérdidas económicas a causa del parón laboral que experimentó por la crisis del coronavirus. Aunque dicho parón duró apenas 10 días, desde el 30 de marzo al 9 de abril, una vez retomada la actividad laboral, se recortó la producción en un 20% y a finales de abril se redujo otro 10%.
Los perjuicios laborales del sector predichos para el 2020, indican que la construcción perderá 67.000 puestos de trabajo a causa de la pandemia y las pérdidas globales del sector rondarán los 8.800 millones de euros.
De acuerdo a esta situación, la demanda de trabajadores en la construcción ha descendido un 65% en relación al mismo periodo en los dos años anteriores. Las ciudades más damnificadas por esta situación han sido Madrid, Barcelona, Málaga y Alicante por ser las que más actividad constructora tienen del país.
La disminución de ofertas publicadas perjudica especialmente a los oficiales de construcción, peones, albañiles, técnicos y comerciales.
Administración
Una de las medidas de prevención contra el coronavirus que el Gobierno impuso a mediados de marzo, fue que tanto empresas como empleados trabajaran en remoto. De esta forma se previno el contagio entre los trabajadores y el cese de la actividad laboral de los mismos.
El trabajo en remoto ha favorecido en gran medida a las empresas y trabajadores con el ahorro económico, temporal y la conciliación familiar como principales beneficios.
Con esta alternativa laboral, los trabajadores no sólo han ganado en calidad de vida sino que además han experimentado un aumento en su rendimiento laboral. Esto ha provocado que en el mismo tiempo de jornada laboral se incremente la productividad un 37%, por lo que la contratación de nuevos trabajadores disminuye de forma proporcional.
La demanda de estos profesionales ha descendido un 62% creando un perjuicio laboral hacia los administrativos, recepcionistas, secretarios, contables, asistentes y teleoperadores.
Automoción
La automoción en nuestro país representa el 15% del PIB, proporciona empleo a 700.000 personas de forma directa y a 2 millones de trabajadores indirectos.
Cuando llegó el COVID-19 a nuestro país a principios de año, este sector, que estaba ya perjudicado por las nuevas políticas ecológicas sobre el diesel y la contaminación, tocó fondo y debido al confinamiento quedó suspendido. Las naves de fabricación tuvieron ERTEs y la previsión para este año es que algunas de ellas acaben haciendo un ERE.
En base a este panorama, las ofertas publicadas de este gremio se han reducido en un 56%, dejando fuera del mercado laboral a mecánicos, responsables de ventas, comerciales y responsables de chapa, pintura y tapicería de vehículos.
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