Se llamaba Fermín Monasterio, era taxista y tenía 38 años. Los cuatro tiros que acabaron con su vida dejaron una viuda y tres huérfanos. Ocurrió hace hoy justo 50 años en Bilbao, la tarde del 9 de abril de 1969. El etarra Miguel Etxebarria, alias 'Mecagüen', huía herido de la policía tras un tiroteo en el Casco Viejo de la capital vizcaína tras irrumpir los agentes en un piso franco de la banda terrorista en el que detuvo a tres hombres. El cuarto terrorista escapó herido de bala. Lo hizo tras parar el taxi que conducía Fermín. Su insistencia por conocer las circunstancias por las que debía colaborar en la fuga de aquel hombre herido y alterado precipitaron los hechos. Poco antes de llegar al municipio de Arrigorriaga, a pocos kilómetros de Bilbao, el cuerpo de Fermín apareció abandonado en la cuneta, con un tiro en el pecho y otro en una mano.
ETA acababa de asesinar a la primera de sus víctimas 'civiles' en la larga historia de crímenes que no terminaría hasta casi seis décadas después. Sólo diez meses antes, el 7 de junio de 1968, la banda había cometido el primer atentado mortal de su historia, el asesinato del guardia civil de tráfico, José Antonio Pardines. Dos meses después, el 2 de agosto de ese año, ETA asesinó al comisario de Policía, Melitón Manzanas. Para ninguno de ellos ha habido homenajes personalizados por parte del Gobierno vasco que hoy sí lo ha brindado a Fermín Monasterio, el taxista burgalés.
Urkullu: "Os expresamos la empatía que os faltó hace 50 años. Sentimos vuestro dolor"
Rosario, su viuda, y sus tres hijas, Dori, María del Mar y Rosario, no han podido contener la emoción. Mientras el dantzari bailaba el aurresku ante una gran imagen de su padre colocada frente al monolito en recuerdo de todas las víctimas del terrorismo, han recordado al padre que ETA les arrebató. Con la emoción contenida, Rosario no se separaba del cuadro con la imagen de su marido que poco antes le había entregado el lehendakari y que ha besado en varias ocasiones.
"Nos arrebataron nuestra infancia"
"Nos arrebataron nuestra infancia, nuestra adolescencia", ha lamentado Dori. Pero también a su aita, "un hombre alegre, cariñoso, honesto y trabajador, lleno de sueños, proyectos e ilusiones, lleno de vida", ha acertado a decir. Mientras una intensa lluvia no dejaba de caer, una de sus hijas ha lamentado que el vació que la tarde del 9 de abril de 1969 ETA dejó en sus vidas no ha desaparecido en los últimos 50 largos años. Tiempo en el que su madre "ha sabido educarnos sin odio y en el respeto", ha subrayado.
Poco después, ha sido el lehendakari Iñigo Urkullu quien ha tomado la palabra para hacer un nuevo acto de reconocimiento de la distancia que durante años mantuvieron las instituciones en su conjunto con las víctimas de ETA: "Recordamos con pesar el silencio, e incluso el rechazo, que los años posteriores al asesinato de vuestro marido y padre os tocó vivir como familia", ha afirmado. Urkullu, con semblante serio, ha lamentado la actitud institucional hacia las víctimas, "sentimos el desamparo al que os visteis sometidas" para añadir después que hoy, con el sencillo acto de recuerdo a Fermin Monasterio, "os expresamos la empatía que os faltó hace 50 años".
Era un hombre alegre, cariñoso, honesto y lleno de sueños, lleno de vida"
Urkullu ha proclamado "solemnemente" como lehendakari "y en representación de la sociedad vasca" en que el asesinato de Fermín y el de todas las víctimas del terrorismo fue "una injusticia que nunca debió producirse". El lehendakari se ha comprometido a que las futuras generaciones "conozcan el error y el horror que nunca debió de ocurrir, que nunca debe volver a repetirse". Ha agradecido a la familia Monasterio su esfuerzo para convertir el "sufrimiento injusto" que han padecido en una vivencia "volcada en el objetivo de construir un mundo mejor" participando en proyectos educativos de testimonios de víctimas dirigidos a la sociedad y a los escolares.
Una de las hijas de Monasterio, Dori, ha intervenido de modo activo en numerosos actos promovidos por el Ayuntamiento de Bilbao en un "foro municipal" que fomenta la "empatía social" hacia las víctimas del terrorismo y sus familias celebrando actos en distintos barrios de la capital vizcaína trasladando el dolor provocado por la violencia.
Todos los partidos
En el homenjae han estado presentes representantes de todas las formaciones políticas, incluida EH Bildu, cuyo concejal de EA, Bruno Zubizarreta, ha acudido en representación de la coalición. Al mismo también han asistido representantes de la Secretaría de Convivencia del Gobierno vasco, así como el delegado del Gobierno, Jesús Loza y los lideres y representantes de PNV, PSE, PP y Podemos.
El Ejecutivo vasco asegura que el acto celebrado esta tarde en Bilbao, ante el monumento a las víctimas que está instalado en el parque de Doña Casilda, en pleno corazón de la capital vizcaína, ha tenido lugar por la petición expresa hecha por la familia Monasterio para que se le recuerde de modo singular con motivo del 50 aniversario de su asesinato.
Por ahora la actitud que mantendría el Ejecutivo de Urkullu ante este tipo de homenajes ha sido algo confusa. Esta mañana el portavoz del Ejecutivo, Josu Erkoreka, ha asegurado que no existe "un criterio firme, ya se verá". Ha apuntado que el caso de Monasterio responde a la petición hecha por la familia y que se ha decidido satisfacer con el que es el primer homenaje organizado por el Gobierno vasco de modo individualizado a una víctima de ETA.
Homenajes por petición familiar
Sin embargo, horas después, fuentes de la Lehendakaritza han asegurado que el Gobierno vasco celebrará actos personalizados simpre que las familias lo soliciten. El Ejecutivo recuerda que en todos los aniversarios se pone en contacto con las familias de las víctimas para ofrecerles la posibilidad de llevar adelante algún acto de recuerdo Añaden que con motivo del 50 aniversario de los primeros crimenes que a partir de ahora se producirán se mantendrá ese ofrecimiento a todas las víctimas, civiles, militares o policiales, que lo deseen.
El Gobierno vasco se compromete a homenajear de modo individualizado a todas las víctimas que lo soliciten
Hasta ahora el Gobierno vasco ha celebrado numerosos actos de recuerdo a víctimas de ETA, si bien lo ha hecho de modo global y no personalizado. Erkoreka ha recordado que Fermín Monasterio fue la primera "víctima civil" provocada por ETA.
Preguntados por la razón por las que no se rindió ningún tributo a las dos víctimas anteriores de ETA, las dos primeras -Pardines y Manzanas- cuyo 50 aniversario se cumplió el pasado verano- Tanto Erkoreka como la consejera de Seguridad del Ejecutivo vasco, Estefanía Beltrán de Heredia, se han limitado a afirmar que no "recordaban" si se hizo algo o no.
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