En la imagen no faltó casi nadie. Como es habitual en la izquierda abertzale, la escenografía fue cuidada y medida, nada quedó al azar. Los jóvenes delante, los veteranos en el medio y las máximas autoridades políticas y sindicales, al fondo, todos de pie. Y entre todos ellos, casi oculto, en silencio y atento a todo pero con un papel discreto, Arnaldo Otegi. Junto a él, apadrinando el acto, también fue estratégicamente colocado Egoitz Urrutikoetxea Laskibar, de 44 años e hijo de José Antonio Urrutikoetxea, alias ‘Josu Ternera’ y la que fue su primera pareja, Mari Karmen Laskibar, natural de Zumaia (Guipúzcoa) pero residente en Francia. El círculo de poder de la imagen lo completaban la secretaria general del sindicato LAB, Garbiñe Aranburu y el líder de Sortu, Arkaitz Rodríguez.
Todos ellos habían acudido a arropar a las juventudes de la izquierda abertzale que la mañana del pasado 25 de marzo en San Sebastián iban a presentar el ‘Gazte Topagunea 2019’, el gran evento anual llamado a impulsar y revitalizar los movimientos juveniles afines a Bildu y Sortu.
El encuentro juvenil, organizado por los movimientos Ernai y Aitzina se celebró entre los días 19 al 22 de abril pasado en la localidad vizcaína de Lemoa. Una concentración de cuatro días en las que se celebraron más de medio centenar de mesas redondas –desde el proceso bolivariano, el brexit o los procesos de autogobierno en Europa-, además de talleres y conciertos y que lograron reunir a miles de jóvenes dispuestos a dar un impulso y recuperar el músculo del otrora fuerte movimiento juvenil abertzale.
Discurso de Otegi
El evento se desarrolló bajo el lema, ‘Dando pasos hacia la independencia’. En el abarrotado panel de actividades, el líder de EH Bildu tenía reservada una intervención de una hora el sábado día 20 titulada “Del pasado hacia el futuro”. Un mensaje que estuvo presente en varios de los actos multitudinarios celebrados en el ‘Topagunea’ y que se insertó con mensajes de apoyo al legado y la lucha llevada a cabo por la izquierda abertzale en las últimas décadas en favor de la independencia.
La presencia del hijo de ‘Josu Ternera’ en el anuncio de las jornadas no pasó desapercibida. La figura de su padre, entonces aún fugado de la Justicia, es en ese entorno la de un “luchador” por la soberanía vasca. Nacido en Bayona en 1975, Egoitz ha vivido bajo su sombra. Al contrario que su hermana Irati, él si ha seguido los pasos iniciados por su padre.
Accedió a militar en ETA, si bien finalmente se desligó de la banda. Entre uno y otro momento, la vida de Urrutikoetxea Laskibar acumula varias detenciones por su vinculación con la banda terrorista, ingresos en prisión y puestas en libertad. En su historial no figuran delitos de sangre, sino sabotajes y otras acciones. En 2015 fue su última detención en París.
Este arresto se produjo después de la detención de quienes se considera que fueron los últimos jefes de ETA, Daniel Pla e Iratxe Sorzábal. Un final de la banda cuyo timón siempre se ha adjudicado a ‘Josu Ternera’, al que ayer el ex presidente del PSE, Jesús Eguiguren llegó a calificar como el “héroe de la derrota”. Ante la sospecha de que el hijo de ‘Josu Ternera’ pudiera ocupar la estructura que aún mantenía la organización, fue arrestado. Ante el juez Egoitz Urrutikoetxea aseguró que se había desvinculado de ETA hacía años, que había retomado sus estudios en una universidad de París y que vivía al margen de la actividad clandestina que tiempo atrás ejerció.
Tras los pasos de su padre
También siguió los pasos de su padre en política, Egoitz, nacido en Bayona, asumió responsabilidades en la delegación de Batasuna en el País Vasco francés. La comparecencia el pasado mes de marzo en San Sebastián para arropar a las juventudes de la izquierda abertzale muestra que Otegi sigue contando con él.
El líder de la izquierda abertzale ha procurado mantener una buena relación con algunos de los ex miembros de ETA más significados. El caso de ‘Josu Ternera’ no es distinto. El líder de la izquierda abertzale le conoció bien durante su etapa como parlamentario de la Cámara de Vitoria. José Antonio Urrutikoetxea y él compartieron bancada como representantes de EH Bildu y vivió en primera persona, no sólo el periodo en el que ‘Ternera’ presidio la Comisión de Derechos Humanos sino también el momento en el que, en noviembre de 2002, siendo él aún parlamentario, Urrutikoetxea no regresó más a la cámara.
Han pasado casi 17 años de ese momento –se cumplirán en noviembre-. Ayer Otegi volvió a salir en defensa de su ex compañero de bancada parlamentaria. Lo hizo para calificar de ataque a la paz su detención y para advertir a Pedro Sánchez que no admitirá que su “única alternativa” sea “policía, cárcel y jueces”: “Esto no soluciona los problemas. La paz tiene enemigos muy poderosos”.
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