Carles Puigdemont, Artur Mas y Quim Torra han protagonizado este viernes en Perpiñán un acto de "denuncia de la represión". Un acto con el que han asegurado que no pretendían "contraprogramar" la visita de Felipe VI a Barcelona, pero que han aprovechado para atacar de nuevo al jefe del estado. El primero y más duro, Puigdemont, quien ha señalado al Rey como principal enemigo del independentismo apuntado que "durante su mandato todos los presidentes de Cataluña han sido inhabilitados".

"És un récord" ha añadido Puigdemont, "pero encaja con lo que hacen los Borbones". El ex presidente fugado ha insistido en su intervención en que la comparecencia de los tres ex presidentes catalanes "se produce mientras un monarca puesto por Franco visita Barcelona" y ha acusado a Felipe VI de haber "intentado perjudicar a todos los catalanes".

Artur Mas se ha sumado a las críticas, recriminándole al Rey que "no tenga interés en conocer nuestra opinión" sobre el "conflicto catalán". Para Mas, "es la demostración de que no hay voluntad de diálogo real en las máximas instancias del Estado. Si la hubiera las cosas serian diferentes" en un conflicto que "va mucho más allá del Gobierno, sea del color que sea".

Mesa de diálogo

"La mesa del dialogo aparecía y desaparecía a conveniencia" ha criticado, insistiendo en que esos encuentros deben servir para tratar la celebración de un referéndum de independencia y la aprobación de una ley de amnistía. Una ley que, a su juicio, tiene "mayoría suficiente en las cortes" para ser aprobada si así se lo proponen socialistas y Podemos.

Puigdemont ha despreciado también la iniciativa impulsada desde ERC, apuntando que "hoy Cataluña tiene menos competencias y recursos que antes de que se pusiera en marcha la mesa de diálogo". Los tres han defendido, además, la exigencia de una mediación internacional, que según Mas "nos tenemos que ganar, no será un regalo, será una conquista.