Vox se enfrenta a una semana decisiva. Tras meses de anuncio a bombo y platillo, este miércoles Santiago Abascal subirá a la tribuna a defender una moción de censura contra Sánchez condenada al fracaso desde el minuto uno, bajo la atenta mirada del líder de la oposición al que esta jugada le deja en una posición complicada, haga lo que haga.
El portavoz de Vox en el Congreso, Iván Espinosa de los Monteros (Madrid, 1971) cuenta a El Independiente las sensaciones de la formación ante el inminente debate, y lamenta la vía que ha tomado el PP en ella en el momento "más grave de nuestra democracia". A su juicio, es incomprensible que Casado se ponga de perfil ante el "miedo" de la gente a un Gobierno que avanza sin freno en su plan de "demolición del régimen del 78". Y augura sin asomo de duda que, en la próxima convocatoria electoral -que a su juicio llegará antes de que se agote el mandato- será el PP el que sirva de muleta a Vox, y no al revés.
Pregunta.- ¿Qué les mueve a presentar una moción de censura condenada al fracaso?
Respuesta.- La moción se presenta con la aspiración de sacarla adelante. Otra cosa es el resultado final, que depende de los equilibrios políticos y del apoyo de otro partidos que parece que prefieren que el Gobierno permanezca tranquilo. Estamos ante la peor crisis económica de nuestra historia, estamos ante la peor crisis sanitaria de nuestra historia, y yo me atrevería a decir que también es la peor crisis política. Es la primera vez que tenemos un Gobierno dispuesto a ocupar todas las instituciones. Además del ejecutivo, tienen el legislativo, al que han maniatado durante el estado de alarma, y el judicial, al que intentan manipular. Lo quieren subyugar todo a su único deseo, eliminando el equilibrio de poderes. Es el momento más grave de nuestra democracia y nuestra responsabilidad es intentar mejorarla con un cambio de Gobierno.
P.- El debate va a coincidir con otras muchas cuestiones políticas de alto impacto. ¿Se precipitó Vox al plantear una moción de censura para el mes de septiembre?
R.- Cuando la propusimos, la cosa ya nos parecía lo suficientemente grave. Pero es que las cosas no han mejorado. Pusimos dos meses de margen para permitir que algún otro partido con más votos que nosotros pensaran si preferían liderarlo ellos, pero esa generosidad no fue recíproca. Qué le vamos a hacer. Pero es que no sólo han decidido no liderarla, sino que encima parece que no la van a apoyar. Tendrán que explicarlo.
P.- Pablo Casado no ha hecho público aún el sentido del voto que impondrá a sus filas. Pero en el mejor de los casos para ustedes, se colocarán en la abstención.
R.- Cada día me resulta más difícil entender cuál es la estrategia de este partido. Es que estamos ante el peor Gobierno posible en el peor momento posible. Haremos todo lo que esté en nuestra mano para ejercer de oposición. Todo.
P.- ¿No cumple el PP ese papel?
R.- Es que es incomprensible que voten en contra. El PP tiene un afán de protagonismo que ahora no les corresponde. Ellos no han sabido liderar la oposición, y no han hecho ninguna gran labor en ella. Hoy la única oposición es la de Santiago Abascal. Ha habido momento en que parecía que sí la querían ejercer, que querían dar la batalla cultural, pero luego su verdadero ADN ha resurgido. Este verano han cambiado de portavoz porque era demasiado combativa con el Gobierno, y ellos no quieren esa vía. Están acostumbrados a una relación con el PSOE de chalaneo, de ser prácticamente colegas. Yo siempre digo que un político del PP se parece más a un político del PSOE que a un votante del PP.
P.- ¿Sigue creyendo que el PP es la derechita cobarde?
R.- No quiero reavivar viejas guerras, porque creo que les vamos a necesitar para gobernar en el futuro. Pero este PP tiene que razonar un poco más y operar menos a golpe de tuits urgentes y de eslóganes que no tiene ningún sentido. Y no pueden olvidar nunca quién ha hecho posible que gobiernen en tantos sitios como están gobernando. A mi me preocupa mucho la caída del PP. Espero que reflexionen, recapaciten, encuentren su camino. Hoy les veo un poco perdidos, pero al contrario de lo que ellos a nosotros, yo sí les deseo lo mejor. No deseo que desaparezcan como parece que está pasando semana tras semana. Necesitamos un PP de cierto tamaño que nos pueda apoyar en el futuro según nosotros vamos creciendo.
El PP tiene que reflexionar y encontrar su camino. Les veo un poco perdidos
P.- Es bastante optimista esa afirmación.
R.- Estoy convencido de que en un futuro cercano, el PP va a sacar un resultado electoral peor que el de Vox. No me cabe ninguna duda.
P.- ¿Cree que hay diputados en este hemiciclo, más allá de los suyos, que puedan ser sensibles a su moción?
R.- Sí. Pero no sólo diputados, sino también votantes. En la calle, esta moción de censura ya está ganada. Hay una gran diferencia entre lo que preocupa a la gente y lo que reflejan los medios. Y el PP no debe ser ajeno al hastío, al hartazgo, y al miedo de la gente al Gobierno que tenemos y no querer liderar un movimiento contra Sánchez ni tampoco querer apoyarlo. Es que es difícil de explicar.
P.- Sondearon a diferentes personalidades, de izquierda y derecha según han mantenido, para liderar la moción, pero el candidato será finalmente Santiago Abascal. ¿Por qué fracasaron en la búsqueda?
R.- Sondeamos a gente que ha tenido responsabilidades de Estado en el pasado. Hemos encontrado una enorme comprensión, una buena recepción a izquierda y derecha, pero muy pocos deseos de ponerse al frente. El desgaste mediático es tremendo. Y gente que ya está retirada de la vida pública no tiene ningún deseo de aparecer para ser objeto de todo tipo de insultos y amenazas. Santiago Abascal asumirá ese desgaste, pero conseguirá que los españoles le escuchen y vean un líder capaz de gobernar un proyecto.
P.- Quizá su consigna más repetida es la de que lograrán desalojar a Sánchez de Moncloa. Pero no salen las cuentas para una moción. Más allá de unas elecciones cuando toquen, ¿cómo pretenden acelerar ese proceso?
R.- Con todos los instrumentos legales a nuestro alcance. Nunca he compartido el análisis de aquellos que decían que iba a ser una legislatura cortísima que no iba a durar ni un año. Pero tampoco creemos que esto vaya a durar hasta el último día del cuarto año. La crisis sanitaria, la económica y la política derivará en descontento en la calle que se traducirá en un fin de legislatura temprano y convocatoria electoral, donde no me cabe ninguna duda de que nuestro crecimiento será espectacular.
P.- La legislatura podría tambalearse si el Gobierno no logra aprobar los Presupuestos.
R.- Pero los Presupuestos se van a aprobar, seguro. El punto de inflexión para Sánchez llegará por la enorme crisis económica que viene. No lo deseo, pero sospecho que el Gobierno va a tener una crisis de liquidez tremenda. Va a tener dificultad incluso para hacer frente a sus pagos más esenciales los próximos meses, y creo que necesitaremos ayuda del exterior. Algunas cosas se acabarán precipitando en un futuro no muy lejano, y Vox tendrá un papel protagonista.
Casado debe reflexionar más y operar menos a golpe de tuit y de eslóganes sin sentido
P.- Ciudadanos está jugando un papel fundamental como apoyo puntual de Sánchez. ¿Dará su 'sí' a las cuentas?
R.- Por descontado. Ciudadanos tuvo una gran oportunidad que lamento mucho que haya perdido. España necesitaba un partido progresista de centroizquierda que desplazase a un PSOE ya irreconocible. Yo nunca he sido muy partidario de ellos, nos separan muchísimas cosas, pero algunos de sus razonamientos eran muy beneficiosos para España. Ahora son insignificantes, y van a buscar su relevancia apoyando al PSOE. Es un paso en la dirección equivocada.
P.- ¿Qué recorrido le ve a la posible investigación de Pablo Iglesias en el Supremo? ¿Terminará este caso sacándole del sillón?
R.- Que vaya a ser imputado solo es una cuestión de tiempo, pero creo que no acabará en dimisión. En el caso inverso él hubiera exigido que dimitiera cualquier otro. Pero no es el caso más grave de los que rodean a Podemos. Lo que sí es grave de este caso es que revela cómo operan, la capacidad que tienen de mentir a cualquiera, de inventarse historias, de manipular a la gente, a los medios, a los jueces, me parece insólito.
P.- PSOE y Podemos intentarán sortear el bloqueo en el CGPJ con una reforma para rebajar las mayorías necesarias para su renovación. ¿Qué se juega España si sale adelante esta ley?
R.- Está en juego el actual modelo constitucional. El ataque de este Gobierno a todos los pilares de nuestro estado democrático que no se doblegan ante sus deseos es frontal, los mismos pilares que han permitido que lleguen al poder. Y es parte de una estrategia de demolición del régimen del 78 tal y como lo conocemos. No es que lo diga yo, es que lo lleva diciendo Iglesias durante varios años. Él ha trazado un plan que está cumpliendo paso a paso.
P.- ¿De verdad creen que está en marcha un golpe de Estado?
R.- Se está fraguando uno episodio tras episodio. El problema no es una cosa que ha sucedido, sino la secuencia de cosas que están sucediendo. Utilizaremos los instrumentos que nos da el sistema jurídico para intentar evitarlo. Da igual las ideas que uno defienda, lo primero es salvar el Estado de Derecho.
P.- ¿Y si el Constitucional no lo para?
R.- Esa sería una señal de declive democrático muy grave que espero que no se dé.
Se está fraguando un golpe de Estado en España episodio a episodio
P.- Si la ley sigue adelante y sigue en vigor en un hipotético futuro Gobierno en que ustedes estuvieran en Moncloa, ¿se compromete a que Vox la reformaría para que sean los jueces los que elijan a los jueces, y no los políticos?
R.- Por supuesto, está en nuestro programa. Sería la única manera de salir del callejón sin salida en que nos tienen PSOE y PP. Es importante acabar con el mercadeo de jueces que ha funcionado muy bien durante el bipartidismo, pero no hoy con un Parlamento fragmentado. Lo que pretenden PSOE y Podemos es una aberración.
P.- ¿Afecta realmente esta decisión a la recepción del fondo europeo?
R.- La recepción de los fondos está sujeta a muchas condiciones, no es como nos lo contaron hace meses cuando Sánchez llegó y le aplaudieron todos los ministros como si hubiera conseguido 140.000 millones en efectivo y antes de final de año. España tiene que presentar una serie de proyectos que se ajusten a las exigencias de la Unión Europea. Nadie presta dinero sin exigir nada a cambio. Y la reforma del CGPJ no va a ayudar precisamente a recibir el dinero.
P.- ¿Qué escenario económico ve para 2021?
R.- España va a caer entre un 12% y un 13% este año, pero yo creo que puede llegar al 15%. Es un drama. En España la creación de empleo sólo se produce con crecimientos por encima del 2%. En cambio, se destruye muy fácilmente, cuando se crece por debajo de ese umbral. Suponiendo que hubiera un crecimiento sólido en 2021 y 2022, que es difícil, no compensaría la pérdida del 15% en 2020. Tardaremos años en recuperarnos en términos nominales. Mientras, tenemos una deuda que sigue creciendo. Una familia española de 4 personas ya debe 120.000 euros por la deuda pública española.
Eso implica muchos riesgos, como que no podamos decidir a qué dedicamos nuestros Presupuestos. Pero es que además el problema es que la gran mayoría de esa deuda está en manos de extranjeros, lo que provoca una pérdida de soberanía. Ya le pasó a Zapatero cuando recibió llamadas de China, Alemania y Estados Unidos para que tomara ciertas medidas que no eran de su agrado si pretendía que siguiesen financiando la deuda pública española. Cuando uno debe a terceros, los terceros pueden tomar ciertas exigencias acerca de qué se hace aquí. En general, el futuro económico es dramático, necesitamos un cambio radical.
P.- ¿Cree que está amenazada la Corona en estos momentos?
R.- Desde luego han puesto su objetivo en ella. He escuchado a la lideresa de Podemos, a Irene Montero, decir que hay un debate enorme en la sociedad española sobre la monarquía. Es mentira. Puede que en su mundo elitista sí, aunque en el mundo podemita no habrá ni debate, sólo unanimidad para acabar con el Rey. Pero en el conjunto de España de eso no se habla. De lo que se habla es de si mañana podremos abrir el local, si se podrá llevar a los niños al colegio o de si tendremos trabajo. Esos son los debates que de verdad importan. Podemos solo quiere acabar con cualquier tipo de institución que no esté a su servicio.
P.- La crispación, la bronca y el griterío se han convertido prácticamente en los únicos protagonistas en la clase política. ¿Asume Vox alguna responsabilidad en esta situación?
R.- El papel que tiene Vox es el de víctima. Víctima de abusos, de agresiones físicas y verbales todos los días. No es un papel que asumamos porque no nos victimizamos, tenemos la piel muy gruesa. Nos enfrentamos a la no aceptación del que piensa distinto, el discurso del odio hacia cualquiera que cuestiona el consenso progre, al que estaban acostumbrados porque todos lo habían asumido. Cuando llega alguien que lo cuestiona, se vuelven violentos. El PSOE ha asumido el discurso de Podemos, es el que marca la pauta y el estilo de violencia verbal, de manipulación en el Gobierno, aunque curiosamente su marca esté en declive. Bildu hoy manda en España y no Vox, es una realidad que asumimos, aunque no nos guste.
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