La quinta moción de censura de la democracia será recordada como aquella en la que Pablo Casado quemó puentes con Vox para erigirse en líder del centro-derecha español sobre esas cenizas, pero también como una plataforma desde la que auparse el Gobierno para acelerar la negociación presupuestaria. Y es que después de tres años de vigencia de las cuentas de Cristóbal Montoro, Moncloa empieza a vislumbrar el final del túnel, la posibilidad de volver a sumar a la mayoría de la investidura con la que sacar adelante sus propios Presupuestos.
La ministra de Empleo, Yolanda Díaz, afirmaba en una conversación informal con periodistas al término del debate de ayer que Santiago Abascal "nos ha hecho con esta moción un gran favor" y eso que la satisfacción del Gobierno no es completa. Y no lo es porque una abstención de Casado les hubiera permitido construir el discurso de "ellos o nosotros" o, lo que es lo mismo, la ultraderecha frente a los progresistas y azuzado ese miedo para conseguir nuevos adeptos. Pero aún así, ha permitido visualizar esa mayoría de la investidura que hizo posible el desembarco de Pedro Sánchez en Moncloa.
Negociaciones con Compromís, Más País y Nueva Canarias
El Gobierno ya arrancó hace un par de semanas con cierta discreción las negociaciones presupuestarias, que ahora se acelerarán pero, a decir de algunos de sus protagonistas, sin muchos resultados. Ha habido contactos con formaciones como Más País, Compromís y Nueva Canarias, negociación que ha asumido en algunos casos el director de gabinete de la ministra de Hacienda, Carlos Moreno, para ofrecer un perfil más técnico que político. Pero algunos de los interlocutores con el Ministerio se quejan de ausencia de concreciones.
"Escuchan y toman nota, pero nos tememos que nos den un plato ya cocinado y nos remitan a negociar enmiendas.Las cosas no se pueden hacer así", afirma uno de ellos en conversación con El Independiente. Las mismas fuentes ponen el acento en la precariedad numérica del Gobierno de coalición, de modo que "no les sobra ningún voto y deben recordar quiénes hicieron posible la investidura", aún a costa del desgaste de formaciones como Nueva Canarias.
Sánchez e Iglesias negociarán los flecos del proyecto de Presupuestos
El documento conjunto que firmaron el pasado miércoles diez formaciones políticas en contra de Vox, constituye, para el Ejecutivo un buen primer paso para la construcción de una mayoría con la que aprobar el proyecto de presupuestos, ya prácticamente redactado hasta el punto de que desde Unidas Podemos admiten que los escollos de última hora en torno a la subida de impuestos a las rentas más altas o el control de los precios de alquiler son "más ruido que realidad" y serán Sánchez e Iglesias los que negocien esos "flecos".
Sin embargo, no es sólo Unidas Podemos la que quiere una limitación en los precios de alquiler. ERC también ha vinculado su apoyo a que se saque adelante una ley estatal para sentarse a negociar ya sobre las cuentas concretas. "Es una condición 'sine qua non", dijo Gabriel Rufián el pasado martes desde el Congreso y agregó: "Es perentorio, es urgente". "Todos los que estamos en el espíritu de la investidura debemos aprovechar nuestras fuerzas negociadoras de cara al futuro para sacar cosas" agregó el portavoz frente a la insistencia del ministro de Transportes, José Luis Ábalos, de incluir dicha reforma en una ley de vivienda para que la aún no hay fecha.
La idea es que el presidente del Gobierno y el vicepresidente segundo presenten el borrador de Presupuestos la próxima semana, antes de su paso por el Consejo de Ministros, lo que podría el martes que viene -si celebran el acto de presentación el lunes- o dentro de dos martes. Posteriormente comenzaría el trámite parlamentario, primero con el debate de las enmiendas a la totalidad que presentarán grupos como el del PP y tras el mismo -pues es impensable que se devolvieran las cuentas al Gobierno- se negociarían enmiendas de los distintos grupos. Después de ir a votación en el Senado, todo el proceso podría culminar, de tener los apoyos suficientes, ya en el mes de enero del año que viene, aunque lo cierto es que Montero ha tenido que ir retrasando su propio calendario..
No se descarta acortar las vacaciones parlamentarias de Navidad
Para facilitar su paso por el Parlamento ni siquiera se descarta acortar las vacaciones parlamentarias navideñas. El 17 de diciembre está previsto el último pleno del año y, tradicionalmente, en enero se reúne la diputación permanente aunque también se pueden convocar plenos extraordinarios. Primero se marcó septiembre como mes para tener el anteproyecto de Presupuestos en la mesa del Consejo de Ministros, pero puede retrasarse hasta principios de noviembre. Para entonces, Moncloa quiere tener ya esbozado el mapa de situación de los votos con los que cuenta.
Además de la negociación presupuestaria, la ruptura de Casado con Vox le ha permitido a Sánchez anunciar la "congelación" de su propuesta de reforma de las mayorías para la elección del CGPJ y tender de nuevo la mano al líder del PP. Lo cierto es que de esta forma el presidente del Gobierno intenta ocultar el enorme varapalo que está recibiendo la proposición de ley, muy cuestionada en Europa.
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