La Generalitat valenciana ha decidido aplicar de manera unilateral un toque de queda en todo su territorio. Ante la falta de acuerdo con el Ministerio de Sanidad y el resto de autonomías, el presidente regional, Ximo Puig, ha anunciado que restringirán la movilidad entre la medioanoche y las 6 de la mañana.

El toque de queda comenzará a aplicarse en cuanto el Ejecutivo autonómico reciba el visto bueno de sus servicios jurídicos y se extenderá hasta el 9 de diciembre. El Gobierno valenciano confía en tener la respuesta legal en pocos días, con el fin de ejecutar la medida la próxima semana.

El anuncio lo ha hecho el propio Puig en una comparecencia, poco después de concluir la reunión del Consejo Interterritorial de Salud. Un encuentro en el que los consejeros autonómicos han sido incapaces de ponerse de acuerdo sobre la aplicación de la medida.

"La decisión se va a adoptar en las próximas 48 horas y quedará pendiente de ratificación por parte del TSJ. Esperemos que en los primeros días de la semana que viene se concrete", ha señalado Puig.

«No vamos a dilatar una decisión necesaria para frenar el virus, para evitar la adopción de medidas más duras y llegar a las semanas previas a Navidad en la mejor situación posible", ha añadido el presidente valenciano. "Ahora estamos a tiempo de impedir que la situación de la pandemia empeore».

Puig ha asegurado que no se ha planteado el cierre de la hostelería ni otras medidas que puedan perjudicar al tejido económico de la Comunitat Valenciana, ha admitido que las cifras de las últimas semanas han empeorado y que es "urgente" tomar medidas para "atenuar" la curva de contagios e ingresos hospitalarios, y ha lamentado que del Consejo Interterritorial de Salud de esta tarde no haya salido una postura unitaria sobre la figura del toque de queda. 

Sin acuerdo entre Sanidad y las CCAA

El toque de queda en España queda aplazado por el momento. El Gobierno y las comunidades autónomas no han sido capaces de encontrar aún una vía para implementar la medida, que ya aplican otros países como Francia.

La restricción cuenta con el apoyo de todos los gobiernos regionales, salvo Madrid y País Vasco, que se niegan por ahora a adoptarlo en sus territorios. Así lo han manifestado los representantes de ambos ejecutivos en la reunión de este jueves del Consejo Interterritorial de Salud. Ambos gobiernos prefieren esperar a conocer el dictamen de los servicios jurídicos, antes de dar el paso.

Respaldo de empresarios y sindicatos

La patronal CEV y los sindicatos CCOO y UGT han respaldado esta medida, ya que en su opinión logra hacer compatible la actividad económica con la lucha sanitaria contra la covid-19, y podría permitir llegar a las fiestas navideñas con mejores cifras en la evolución de la pandemia.

El presidente de la CEV, Salvador Navarro, ha indicado que esta medida de reducción de la movilidad en una franja horaria es la "más lógica" desde el punto de vista empresarial, pues permite a los sectores esenciales trabajar "con normalidad", al igual que a las empresas que lo hacen en ese horario.

Para el secretario general de CCOO, Arturo León, el toque de queda está "justificado" para mantener la actividad económica y luchar contra la covid, y el secretario general de UGT, Ismael Sáez, ha indicado que esperan que esta medida dé "buenos resultados" y se pueda "rebajar" el toque de queda para las fiestas navideñas.