La secuencia no deja lugar a dudas. El Gobierno de Pedro Sánchez ha acelerado en las últimas semanas el paso de modo sustancial en el acercamiento de presos de ETA a cárceles próximas a Euskadi. Lo ha hecho de modo especial este mes de octubre, en el que el proceso de negociación presupuestaria se ha activado en la búsqueda de apoyos para su aprobación. El martes, el mismo día en el que el Ejecutivo presentaba el proyecto de cuentas, el Ministerio del Interior anunciaba la autorización de acercamiento para otros ocho presos de ETA. La cifra acumulada de casos en octubre duplica la de septiembre e incluso suma más que todos los autorizados en 2019 y en 2018. A dos días de concluir el mes el número alcanza ya los 20.
Aprobar un cambio en la política penitenciaria ha sido una de las reclamaciones que tanto desde EH Bildu como desde el PNV, dos de los apoyos del Gobierno, han manifestado de manera reiterada este otoño. Lo hicieron incluso hace más de dos años durante la moción de censura que aupó a Sanchez a La Moncloa. El propio líder de la izquierda abertzale, Arnaldo Otegi, aseguró tras el verano que su coalición apoyaría las cuentas si se respetaban premisas como la de “presupuesto por derechos”, en referencia a los presos de ETA. Ayer Bildu se atrevía incluso a aseverar que ‘la música’ de las cuentas le sonaba muy bien.
En las últimas semanas los anuncios de traslados de presos de la banda terrorista a cárceles próximas al País Vasco han sido semanales. Lo han hecho además en un mayor número de lo que venía haciéndolo Instituciones Penitenciarias en los últimos dos años. Desde que el Gobierno de Pedro Sánchez anunció un cambio en la política carcelaria que se aplica a los presos de ETA, -el alejamiento que en 1989 inauguró el Gobierno de Felipe González para acabar con el llamado ‘frente de cárceles’ de la banda-, han sido autorizados un total de 85 traslados. A ello se ha sumado el cambio de grado de una docena de ellos.
Trasladado el 43%
La aceleración en la adopción de estas medidas, que se toman a propuesta de las Juntas de Tratamiento de cada prisión y previa solicitud del recluso, supone que Interior ya ha autorizado acercar a prisiones próximas a Euskadi al 43% del total del colectivo de presos de ETA. Actualmente en las prisiones españolas cumplen condena 197 miembros de la banda. Además de aumentar en intensidad, el proceso también ha ido rebajando la exigencia para beneficiarse de los traslados. En un primer momento la medida se limitaría a presos sin delitos de sangre. Actualmente 21 reclusos con condenas por asesinato figuran entre los acercamientos.
Fuentes conocedoras del proceso aseguran que la pretensión de la Administración pasaría por autorizar el acercamiento de todos los reclusos que han manifestado su deseo de acogerse a esta medida. Se trataría de en torno a un centenar de presos.
Entre el resto, -cerca de otro centenar-, algo más de una veintena formarían parte del colectivo de presos crítico con el proceso de asunción de la legalidad penitenciaria vigente aprobada por el colectivo del EPPK -afín a la izquierda abertzale-. Son los presos cercanos al sector más ortodoxo y que cuestiona a la izquierda abertzale de Arnaldo Otegi y está agrupado en ATA. Los alrededor de 75 presos restantes no se habrían manifestado ni a favor ni en contra de acogerse a este tipo de medidas que suponen una ruptura con lo que durante décadas fue la consigna de la banda, no acogerse a ningún tipo de beneficio penitenciario recogido en la legislación española.
Los traslados están siendo aplaudidos por la izquierda abertzale, si bien en las últimas semanas ha subrayado que continúa siendo insuficiente. Reitera que es un derecho de los presos poder cumplir sus condenas en prisiones próximas al País Vasco. Actualmente sólo en diez casos se encuentran internos en alguna de las tres cárceles ubicadas en Euskadi.
Es precisamente ésta otra de las pretensiones que se ha puesto en los contactos previos a la aprobación ayer en Consejo de Ministros del proyecto de presupuestos. En este caso a través del Gobierno vasco y el PNV. La actualización del calendario de traspaso de competencias recogidas en el Estatuto de Gernika fue aprobada hace escasos días por el Gobierno y en ella se contempla transferir la gestión de las prisiones al País Vasco antes de marzo del próximo año.
A Logroño y Zaragoza
En los casos acumulados en estos dos años se entremezclan los casos de presos que han mostrado arrepentimiento expreso por el dolor causado con quienes no lo han hecho, los que se han comprometido a reparar, en la medida de los posible, el daño causado o los que se han desmarcado de la violencia. La mayoría se han limitado a solicitar el traslado con lo que la Administración carcelaria consideran que ya supone un reconocimiento de la legalidad penitenciaria.
Según los datos aportados por la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), el acercamiento de los presos comenzó de modo muy puntual hace poco mas de dos años. En septiembre de 2018 se produjeron los dos primeros traslados, a los que ese año seguirían 17 más. El año pasado el goteo de autorizaciones no cesó, aunque se mantuvo de modo moderado a razón de entre 1 y 3 mensuales hasta alcanzar un máximo de 14 casos en un mes. Este año la intensidad se ha ido elevando. A los 6 acercamientos autorizados tanto en mayo como en julio se pasó a 12 en agosto, a diez en septiembre y a 20 en este mes de octubre.
Actualmente Logroño es el destino más habitual al que Interior está enviando a los presos de ETA. La prisión riojana ya ha acogido 17 reclusos de la banda en estos dos años, es decir el 20% del total. Tras ellas figuran Zaragoza y Asturias, con 8 y 7 casos respectivamente, 8 en Madrid, 8 en Soria, 7 en Burgos o cinco en Cantabria. En resto de acercamientos se han producido a centros penitenciarios de Valladolid, Palencia, Aranjuez, León o Pamplona. En el caso del País Vasco y Navarra, los once presos acercados a sus prisiones se distribuyen del siguiente modo: 2 en la cárcel de Basauri, 4 en Martutene y 4 en Zaballa. A la prisión de Pamplona en estos dos años se ha acercado a un sólo preso.
Nuevo 'mapa de dispersión'
De este modo, el mapa de dispersión de presos que representaba la realidad de los presos de ETA a día de hoy, y después de que en este tiempo algunos de los reclusos acercados haya recuperado la libertad, se ha visto modificado. Actualmente uno de cada cuatro etarras en prisión cumple condena en una cárcel andaluza. En sus prisiones siguen ingresados 54 reclusos de la banda.
Tras ella, figuran Castilla y León, con 27 presos de la organización, y la Comunidad Valenciana, con 25. La Rioja y Euskadi ocupan, con 15 presos cada una, los siguientes lugares en la lista de CCAA del mapa de ‘dispersión’ seguidos por Aragón (14), Madrid (12), Murcia (11), Galicia (9), Asturias (5), Cantabria (4), Castilla La Mancha (4), Extremadura (2) y Navarra (1). En el caso de Francia, las cárceles galas aún cumplen condena una treintena de etarras. A la mayor parte de ellos se les ha acercado a prisiones próximas a la frontera.
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