Ciudadanos ha puesto este martes nuevas condiciones encima de la mesa para blindar su 'sí' a los Presupuestos Generales del Estado, cuya línea principal será la exigencia al Gobierno de retirar la enmienda pactada con ERC para eliminar el castellano como lengua vehicular, una exigencia que no entraba dentro de las líneas rojas de los liberales a Moncloa para apoyar las cuentas. De hecho, hace unos días los naranjas desligaban este gesto, entendido como un pago del PSOE y Podemos al separatismo catalán para garantizar su apoyo a los Presupuestos, de la propia tramitación de las cuentas, pero la dirección ha decidido dar marcha atrás e incluirla ahora en la lista de condiciones.
La presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas, ha anunciado además que sus diez diputados votarán esta semana en contra de las enmiendas a la totalidad presentadas por varios grupos, entre ellos PP y Vox, porque con su "mano tendida" ya han conseguido que se incluyan algunas "líneas naranjas" en las cuentas, entre las que ha destacado la supresión de la subida de impuestos en ámbitos como la educación o la sanidad o la reducción del IRPF a autónomos y familias. Pero el 'sí' definitivo vendrá supeditado a nuevas condiciones que implican, de facto, que "Sánchez elija entre dos vías: la moderada o la del separatismo y la ruptura", ha insistido.
Así, además de exigir una rectificación sobre el castellano en la reforma educativa, Ciudadanos ha revalorizado su 'sí' a las cuentas con la exigencia de garantizar la "soberanía nacional" con el compromiso por escrito de Sánchez de que no permitirá la celebración de un referéndum en Cataluña. Los naranjas han trasladado a Moncloa otras dos líneas naranjas de obligado cumplimiento: un modelo europeo de rescate a los autónomos y el impulso de medidas de conciliación.
Tanto dentro como fuera del partido naranja se ha criticado con dureza en las últimas semanas la predisposición de Inés Arrimadas de aprobar unos Presupuestos "catastróficos", pero sin duda el hecho de que Ciudadanos no vinculase cualquier negociación a la eliminación de la enmienda para suprimir el castellano como lengua vehicular no fue precisamente bien vista, tampoco de puertas para adentro.
No obstante, la líder de Ciudadanos se ha comprometido a que su formación estará sentada en la mesa de negociación "hasta el final", incluso aunque Sánchez no retire la cesión lingüística. Y aunque ha evitado hablar de "líneas rojas" en la negociación presupuestaria, Arrimadas sí ha deslizado que de la retirada de dicha medida dependerá el sentido de su voto, aunque la decisión llegue "en el último minuto".
PP y Vox "gritan mucho pero no consiguen nada"
Arrimadas no ha escatimado en ataques directos e indirectos al principal partido de la oposición, que hace unas semanas se reafirmó en su giro al centro y amenaza ahora con robar a Ciudadanos su propio espacio electoral. La líder naranja ha esquivado las críticas venidas sobre todo de sectores situados a su derecha y ha lamentado en este caso la postura del PP -y Vox- ante los Presupuestos por haber presentado una enmienda a la totalidad a todo el proyecto.
Así, mientras "Ciudadanos ha conseguido ya líneas naranjas, otros partidos de la oposición, como PP y Vox, gritan mucho pero no consiguen nada", ha mencionado en más de una ocasión Arrimadas, que ha defendido su modelo de negociación para arrancar propuestas "buenas para todos los españoles" frente a la actitud frentista del resto de la oposición.
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