La investigación sobre el espionaje ilegal al ex tesorero del Partido Popular Luis Bárcenas, supuestamente orquestado desde el Ministerio del Interior durante el Gobierno de Mariano Rajoy para recuperar documentos comprometedores en sus manos, dejará este viernes una imagen para el recuerdo.
El juez ha citado al ex ministro del Interior Jorge Fernández Díaz y a su número dos, el ex secretario de Estado de Seguridad Francisco Martínez, a un careo. Este tipo de diligencia está prevista en la Ley de Enjuiciamiento Criminal (Lecrim) "cuando los testigos o los procesados entre sí o aquéllos con éstos discordaren acerca de algún hecho o de alguna circunstancia que interesase en el sumario".
En este caso, hay una contradicción en las versiones de ambos imputados sobre un hecho especialmente relevante para el esclarecimiento de las eventuales responsabilidades por los hechos que se investigan en esta pieza separada del caso Villarejo. Se trata de la autoría de unos mensajes de texto (SMS) que Martínez protocolizó ante notario y entregó a los investigadores policiales el pasado mes de marzo. Él asegura que se los envió su jefe, Fernández Díaz, y de ellos se desprendería no sólo que éste estaba al tanto de la Operación Kitchen, sino que le dio instrucciones a su subordinado cuando se desarrollaba el dispositivo.
El ex titular de Interior, alejado de la política tras no ser incluido en las listas al Parlamento europeo por el PP, niega que dichos mensajes sean suyos y sostiene que no sabía nada de su existencia. Por eso, el pasado 3 de noviembre el titular del Juzgado Central de Instrucción 6 de la Audiencia Nacional acordó el careo entre ambos "dada cuenta de la importancia de los mismos (los SMS) y la carga incriminatoria que poseen, atendidas las contradicciones entre las manifestaciones del antiguo secretario de Estado y el ex ministro del Interior".
"Chófer B: Sergio Ríos Esgueva"
Los famosos mensajes, que el ex ministro habría enviado supuestamente a Martínez durante el desarrollo del dispositivo policial al que se destinaron fondos reservados del Estado y cuyo resultado no acabó entregándose al juez que ya investigaba la contabilidad paralela de Bárcenas, decían: "La operación se hizo con éxito. Te informo", se podía leer en el primero, con fecha 18 de octubre de 2013. Meses antes, el 13 de julio, Fernández Díaz habría escrito: "Chófer B: Sergio Ríos Esgueva (ahora hace esa función con su mujer)".
El juez ve "claros indicios" de que el operativo "parapolicial", que captó al conductor de la familia Bárcenas como confidente a razón de 2.000 euros mensuales durante dos años con cargo a los fondos reservados, lo llevaron a cabo "órganos del Estado" y que el "núcleo" estuvo en el Ministerio del Interior de Fernández Díaz.
El juez quiere aclarar si Fernández Díaz envió a Francisco Martínez los mensajes que éste dice haber recibido
La autoría de los mensajes no es la única contradicción en la que incurrieron los dos ex altos cargos del Gobierno de Rajoy cuando semanas atrás declararon como investigados ante el juez. También dieron distintas versiones sobre la propia existencia de la operación, el conocimiento que tenían de ésta, si conocían al comisario investigado José Manuel Villarejo que se encargó de captar al chófer Sergio Ríos o si se interesaron por el papel de éste último.
Martínez sostuvo que el operativo existió pero que fue una operación policial legal de la que no se informó a Interior, puesto que el fin era encontrar bienes de Bárcenas ocultos en el extranjero y avisar a la Justicia. Fernández Díaz, en cambio, no la reconoce. Dice que no sabe absolutamente nada sobre ella.
El ex ministro admitió que conoce al comisario José Manuel Villarejo -agente encubierto adscrito en la DAO en su etapa al frente del Ministerio- por otros asuntos institucionales, pero que nunca le hizo el encargo que desde el 7 de noviembre de 2018 investiga el Juzgado Central de Instrucción 6 de la Audiencia Nacional. Martínez, por su parte, dijo ante el juez que sabía que Villarejo ejercía como agente encubierto y que había desempeñado importantes acciones como funcionario policial.
Villarejo "reportaba al CNI"
El ex secretario de Estado de Seguridad aseguró que el comisario hoy preso tenía instrucciones expresas de sus superiores de "reportar al CNI" y a la Fiscalía Anticorrupción. En este sentido, el investigado desveló la existencia de una reunión que Villarejo mantuvo con Antonio Salinas -ex fiscal jefe de Anticorrupción, jubilado a finales de 2016- y la teniente fiscal Belén Suárez el 20 de diciembre de 2012. Según pudo saber este diario, esa cita habría sido instada por Eduardo Torres-Dulce -entonces fiscal general del Estado- con la intención de que el policía tuviese al tanto de sus actuaciones al Ministerio Público y se estableciera una línea de información.
Sobre el uso de fondos reservados y los pagos al chófer, Martínez afirmó que ni autorizó ni decidió nunca sobre pagos a confidentes. Dijo que el control de la Secretaría de Estado alcanza a los «grandes conceptos, jamás a los detalles». Y Fernández Díaz, que no era él quien llevaba la gestión y control de los fondos reservados, sino la Secretaría de Estado de Seguridad por delegación suya.
En lo que sí coincidieron los dos investigados fue en dejar al margen de la operación tanto al ex presidente del Gobierno Mariano Rajoy como a la ex secretaria general del PP Dolores de Cospedal, cuya imputación pidió en septiembre la Fiscalía Anticorrupción. De momento, el juez no aprecia indicios que incriminen a la ex número dos del PP, ya fuera de la política.
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