El Pleno del Consejo Interterritorial de Salud acogerá este miércoles otra tensa jornada tras el revuelo que ha causado la filtración del "marco común" de recomendaciones que ha elaborado el Gobierno de cara a las fiestas navideñas. Pedro Sánchez ya adelantó el pasado domingo en una rueda de prensa en Moncloa que la intención adelantada del Ejecutivo era plantear unas "normas comunes" para evitar una tercera ola, pese a que desde el fin del primer estado de alarma haya delegado en las comunidades autónomas toda responsabilidad mientras muchas de ellas exigían un plan nacional frente al Covid y no "17 estrategias distintas" cuando el país se precipitaba sin freno hacia la segunda ola.
Lo que ha pillado por sorpresa ha sido la publicación del documento, tanto por el tiempo como por la forma. A primera hora del martes fue remitido desde el Ministerio de Sanidad a los diferentes consejeros sanitarios autonómicos sin ningún tipo de "debate" o "consenso". ¿El objetivo? Discutirlo en la reunión sectorial de este miércoles cuando "ni siquiera figuraba en el orden del día" de la cita, según lamentan fuentes del ejecutivo madrileño.
En concreto, los técnicos sanitarios de la Comunidad de Madrid ya estaban trabajando en un plan propio en que se contemplaba una posible relajación de las medidas de cara a las fiestas navideñas, una estrategia en la que se seguirá trabajando al margen de que el Gobierno quiera impulsar ese plan colectivo. En el ejecutivo que preside Isabel Díaz Ayuso ven con buenos ojos que exista una "base común", pero sí consideran que la "intensidad" de las medidas que se acuerden debe depender, al menos en parte, tanto del momento como del lugar en que se apliquen.
Fuentes autorizadas de la Comunidad de Madrid reconocen que la estrategia que plantea el Gobierno es, para empezar, "mejorable", pero sobre todo temprana. La cadena de acontecimientos ha provocado que Díaz Ayuso presente su propio paquete de medidas este mismo miércoles, pese a que no estaba previsto que lo hiciese hasta después del puente de diciembre, cuando la situación epidemiológica de la región permitiese trazar un plan "adecuado". "La situación puede cambiar en cualquier momento", zanjan las fuentes consultadas, quienes lamentan en privado que el Gobierno haya querido buscar "el foco mediático" adelantándose en este caso al siguiente movimiento de la presidenta madrileña.
En concreto, la Comunidad de Madrid ha planteado al Ministerio de Sanidad ampliar las reuniones familiares y sociales a un máximo de 10 personas los días 24, 25 y 31 de diciembre y 1 y 6 de enero -el Gobierno plantea que el límite esté en seis personas- y sugiere que el toque de quede ampliado en Nochebuena y Nochevieja de 1:30 a 6:00 horas de la mañana, media hora más que el borrador inicial de Sanidad.
Desde el PP insisten por su parte en que Sánchez debe evitar "caer en los mismos errores de siempre" y diseñar un plan escuchando a las autonomías, con "coordinación" y "auténtica cogobernanza" para adecuar la estrategia nacional a las peculiaridades de cada región. Sin embargo, el líder del Ejecutivo ya avanzó el domingo que las normas comunes que se discutirán en el seno del Consejo Interterritorial deberían aplicarse en todo el territorio "aunque la situación epidemiológica sea distinta", en alusión velada a Díaz Ayuso, cuyo plan de medidas quirúrgicas ha situado a Madrid a la cola de las autonomías más afectadas por el virus.
Cataluña tomará sus "propias decisiones"
En mitad del alboroto que causó ayer la filtración de la Propuesta de Medidas de Salud Pública frente a la Covid-19 para la celebración de las fiestas navideñas también se pronunció el Govern catalán que, a través de la consellera de Presidencia, Meritxell Budó, ya se auguró que Cataluña tomará sus "propias decisiones" de cara a la Navidad porque cuenta con las "competencias" para ello aunque se escuche lo que plantea el Gobierno en la reunión del Consejo Interterritorial de Salud.
Al igual que Madrid, Budó anunció que la flexibilización o endurecimiento de las restricciones dependerá de "cómo evolucionen los datos epidemiológicos". El plan del Govern, aunque aún no se ha definido, cuenta con permitir reuniones de hasta 10 personas durante las fiestas navideñas -el Ministerio de Sanidad plantea el límite en seis-, así como imponer un toque de queda nocturno a partir de las 22.00 horas, ampliable de cara a Nochebuena y Nochevieja.
El Govern ya definió un plan de cuatro fases con medidas concretas para su propia desescalada por el alto número de contagios que ha venido registrando en las últimas semanas y que precipitó el cierre total de la hostelería. Cada fase tiene una duración de 15 días con restricciones fijadas pero que podrán modularse en función de la situación epidemiológica. En la tercera de estas fases, que llegaría según lo previsto el 21 de diciembre, la restauración podría abrir hasta las 21.00 horas al 50%, los encuentros sociales estarían limitados a un máximo de una decena de personas y la movilidad quedaría restringida entre áreas sanitarias que estuviesen en fases diferentes, al menos los fines de semana.
Enfado en País Vasco y Andalucía
Madrid y Cataluña no son las únicas autonomías que estaban diseñando ya un plan propio que presentar en los días previos a la Navidad, en función de cómo vaya evolucionando la curva de contagios. Sin ir más lejos, Navarra o Castilla y León ya se habían pronunciado públicamente en este sentido, aunque la hoja de ruta que se ha planteado hasta el momento se incluyen medidas "concordantes" con las planteadas por Sanidad, como apuntaba sin ir más lejos la consejera sanitaria castellanoleonesa, Verónica Casado.
Más críticos con el borrador presentado por el Ejecutivo han sido las autoridades de la Junta de Andalucía. En concreto, el consejero andaluz de Salud, Jesús Aguirre, llegó a tildar de "deslealtad" que Moncloa filtrase el documento cuando la Junta ya tenía entre manos su propio proyecto, aunque no ha querido avanzar el contenido del mismo, que dependerá de cómo evolucionen "dos semanas decisivas", como avanzó también el presidente regional, Juanma Moreno.
Quienes también han mostrado su enfado porque el Gobierno se haya adelantado a las comunidades autónomas ha sido el PNV. El portavoz parlamentario, Aitor Esteban, lamentó que las regiones se hayan tenido que enterar del proyecto del Gobierno por la prensa, en relación tanto al plan para Navidad como a la estrategia de vacunación. Por ahora, el País Vasco no ha anunciado la elaboración de su propio plan para Navidad, un extremo que tampoco se descarta. Las restricciones en bares y restaurantes y el toque de queda a las 22:00 horas se mantienen al menos hasta el 10 de diciembre, aunque no se descarta que estas medidas se mantengan vigentes "también en Navidad", según deslizó el portavoz del Gobierno vasco, Bingen Zupiria.
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