El contenido del discurso de Nochebuena de Felipe VI sigue siendo un misterio para el sector morado del Gobierno y muy probablemente siga así hasta pocas horas antes de su emisión televisiva, cuando ya esté grabado. Pero, en realidad, esta es una situación que, lejos de incomodar a Unidas Podemos, les da una coartada perfecta para marcar distancias con la Casa Real y con sus socios de coalición, defensores de la monarquía parlamentaria que consagra la Constitución.

Lo resumen en la formación de Pablo Iglesias de manera muy gráfica. "Mejor tontos que cómplices", alegan. Esto es, mejor ignorar según qué cosas que formar parte de determinadas estrategias. Y en lo que afecta al mensaje de este jueves es de plena aplicación, entre otras cosas porque los morados afrontan el discurso real con unas enormes dosis de escepticismo, que no de indiferencia, en la confianza de que abra un debate sobre monarquía o república. Prefieren por ello que sea Moncloa, esto es, Pedro Sánchez; su gabinete, en manos de Iván Redondo, y la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, las que administren las relaciones con Zarzuela, sin necesidad, por su parte, de mancharse.

Nada de lo que pueda decir el monarca les dará satisfacción

Nada de lo que pueda decir el monarca les dará satisfacción "porque lo que nosotros queremos es poder votar al jefe del Estado", sentencian. Descartan además cualquier anuncio que afecte al rey emérito. Son partidarios de que se le retire el título real y deje de formar parte de la foto de la Familia Real, cada vez más diezmada, pero asumen la inconveniencia para Felipe VI de notificar una decisión así, si es que estuviera tomada, en un discurso navideño.

Otra cosa es la escenificación que han gastado no pocas veces los morados ante los silencios de Pedro Sánchez. El momento más delicado de las relaciones entre el presidente del Gobierno y su vicepresidente segundo fue a cuenta del desconocimiento de Iglesias respecto a la salida del país de Juan Carlos I. Denotó desconfianza por parte del inquilino de la Moncloa y Unidas Podemos criticó duramente una decisión que, además, dijeron no compartir.

Pero fuentes moradas admiten en conversación con El Independiente que "preferimos que los nuestros sepan que no estamos informados a que consideren que hemos dado nuestra conformidad a cosas que no nos gustan". En otro orden de cosas, lo mismo pasó con la anunciada fusión, aún no materializada, entre Caixabank y Bankia.

Este martes, Unidas Podemos pidió al Rey Felipe VI que condene las "irregularidades" atribuidas a su padre y a otros miembros de la Familia Real y que reclame además investigar "hasta el final" sus actividades supuestamente corruptas. En una rueda de prensa en el Congreso, el secretario primero de la Mesa de la Cámara Baja, Gerardo Pisarello , hizo esta petición porque cree que es "lo mínimo" que la ciudadanía espera de él, informó Efe.

El Rey debe "renunciar a cualquier trato privilegiado"

"Renunciar a cualquier trato privilegiado sería la respuesta adecuada de un rey ciudadano respetuoso con la legalidad que juró cumplir", dijo Pisarello para agregar que, por el contrario, "callar y pretender que este año no ha pasado nada sería un signo de debilidad de la monarquía".

Por su parte, una de las pocas personas del Gobierno que conoce el contenido del discurso, Carmen Calvo, encargada además de la interlocución con el secretario de la Casa del Rey, Jaime Alfonsín, intentó este martes quitar presión a la cita televisiva del jueves a las nueve de la noche.

Explicó que le corresponde al monarca hacer las consideraciones que considere "oportunas", y que, en todo caso, trasladarán "tranquilidad" y "seguridad" a los ciudadanos. Además, dijo lamentar "frustrar con esto, pero no hay de este Gobierno ninguna especialidad diferente de lo que es habitual siempre, y es que ese texto se conozca y se vea de alguna manera, para acompañar el papel y la función que cumple ese discurso de Navidad como hacen otros jefes de Estado".