Cataluña se enfrenta este 14-F a un escenario totalmente abierto a pesar de que los sondeos del CIS de Tezanos parecen tener muy claro el triunfo indiscutible del candidato del PSC a la presidencia de la Genetalitat, Salvador Illa. Se abre por primera vez en mucho tiempo la expectativa de un gobierno que rompa la dinámica de bloques entre independentistas y constitucionalistas y parece que ERC está dispuesta a volver a explorar "otras alianzas con las que poner fin al procés" que inauguró en 2017 una vía unilateral que ahora considera muerta.

Así, al menos, aseguran fuentes moradas que le han trasladado desde la cúpula de la formación republicana a los comunes, en concreto a la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y al portavoz del Grupo Confederal de Unidas Podemos, Jaume Asens. Sin embargo, desde ERC afirman que "nadie de Esquerra ha dicho eso ni lo dirá", calificando de "mentira" la versión de los comunes.

En Madrid aseguran que ese es también el posicionamiento de Gabriel Rufián, aunque en su caso representa a un sector de ERC, no al conjunto de una formación política donde se mezclan sensibilidades distintas, aunque la última palabra la tenga siempre Oriol Junqueras, ahora de campaña tras volver a salir de prisión con un tercer grado penitenciario.

Vetos cruzados

Está claro que cualquier fórmula de gobierno tras el 14-F pasa por ERC. Bien para que vuelva a haber un ejecutivo independentista junto a Junts y la CUP o un tripartito con el PSC y los comunes.

El principal escollo reside, sin embargo, en los vetos cruzados. Los socialistas aseguran por activa y por pasiva que no facilitarán "un gobierno para organizar un referéndum" en caso de que la presidencia de ese hipotético tripartito correspondiera a Pere Aragonès. Pero también los republicanos niegan estar dispuestos a hacer a Salvador Illa presidente de la Generalitat como hicieron con Pasqual Maragall y José Montilla.

Pero, hay incluso opciones intermedias. El candidato socialista quiere un Gobierno de coalición con los comunes apoyado parlamentariamente por ERC, como adelantó este medio. En cambio ERC tampoco le haría ascos a un bipartito con los de Ada Colau con el respaldo del PSC.

ERC "quiere acabar con el procés, pero no sabe cómo", han confesado a Colau y Asens

Claro que una cosa es lo que se diga en campaña y otra la cruda realidad de la aritmética parlamentaria, y en sus conversaciones con los comunes ERC ha admitido, que "quieren acabar con el procés, pero no saben cómo". Precisamente, los morados, creen que un nuevo tripartito es la mejor forma "de cargárselo". Incluso arguyen que si ERC abandona cualquier plan unilateral para declarar la independencia y pacta un gobierno a tres rompiendo la dinámica de bloques en que lleva encallada la política catalana casi diez años, le da mucha fuerza en Madrid como socio prioritario.

Desde el PSC creen que un posible triunfo de Illa es un acto casi patriótico. "Si les ganamos, se ha acabado el cuento independentista", afirman. Por lo pronto, el candidato de ERC, Pere Aragonès, habla de un referéndum de autodeterminación acordado con el Estado, tal y como hizo el pasado martes en una entrevista en la SER.

Lo cierto es que los republicanos independentistas están dejando en un segundo plano el discurso identitario para destacar los componentes sociales y económicos de su propuesta, mientras crece el tono de sus enfrentamientos con Junts. La penúltima colisión ha venido de la mano de Laura Borràs, para quien Junqueras está preso por un delito de corrupción.

No miente puesto que su condena es por sedición y malversación, pero es muy curioso que lo diga una imputada por falsedad documental, fraude, prevaricación y, también, malversación de fondos públicos. Además, si el cabeza de lista de Junts, Carles Puigdemont, no está condenado exactamente por los mismos delitos que el líder de ERC es porque huyó de España.