Alejandro Fernández se ha convertido, inesperadamente, en el protagonista de la recta final de la campaña catalana. El candidato del PP a la presidencia de la Generalitat se alzó este martes como vencedor del debate en TV3 y su careo con el candidato de Vox, Ignacio Garriga, se ha convertido en el momento más visto del, por momentos caótico, debate a nueve de la cadena autonómica.
Castigado por las encuestas, que le otorgan con suerte la posibilidad de repetir los cuatro escaños de 2017, Fernández se impuso para sorpresa de quienes no han seguido la legislatura en el Parlament. En la cámara catalana, el candidato ya había mostrado su habilidad oratoria, que le ha otorgado un protagonismo muy por encima de los escaños que ostenta.
Esta campaña, sin embargo, se había convertido hasta ahora en la tormenta perfecta para los populares. Partieron marcados de inicio por la dimisión del número dos del partido, Daniel Serrano, por una acusación de acoso, que según fuentes del partido dejó "tocado" al candidato. Mientras Fernández brillaba en el Parlament, Serrano ha sido quien ha impuesto el control sobre el partido, para engrasar un aparato al servicio del candidato.
Campaña gafada
Tras ese golpe, los incidentes violentos que han catapultado a Vox en el debate catalán y de las revelaciones de Luis Bárcenas sobre su partido han acabado de hundir, hasta ahora, la campaña del PP. Sin olvidar las circunstancias personales en las que ha afrontado estos comicios.
Lo hacía público el mismo martes el presidente del partido Pablo Casado, en un elogio personal al candidato en el que mencionó la "delicada situación familiar". Su esposa fue intervenida a las puertas de la campaña de un tumor cerebral, circunstancia que el presidente del PP desveló este martes "ahora que ya ha ido todo bien".
El debate en TV3 permitió a Fernández exhibir, por fin, sus mejores armas, las de la oratoria. Una oratoria que maneja sin afectación, y trufándola de intervenciones capaces de llegar al gran público. Alejandro Fernández es un político en redes, consciente de que su partido ha corrido el riesgo de desaparecer en Cataluña y de que tiene ganarse a pulso cada segundo en televisión y cada retuit en las redes. Y sabe generar las frases y vídeos que triunfan en las redes.
Torra, "españolazo"
Lo demostró en el Parlament, cuando para desmontar la tesis del derecho a la autodeterminación y explicarle a Quim Torra que no puede apelar a ese derecho porque Cataluña no es una colonia, lo comparó con un saltador de pértiga noruego para acabar llamándole "españolazo". Era el primer aniversario del referéndum ilegal del 1-O en el Parlament, y Fernández acabó con la épica de Torra.
"Catalanes y españoles somos lo mismo, aquí de colonia nada" advertía Fernández. En primer lugar, añadió interpelando a Torra, porque "cómo es posible que un ser inferior como yo le tenga colonizado a un ser superior como usted, eso de ser superior se le da de pena". Aunque las carcajadas se desataron con la comparación del físico de ambos, concluyendo que "somos los dos un par de españolazos".
Aunque, paradójicamente, la intervención de Fernández que más incomodó a Torra y el conjunto del independentismo, para jolgorio de su grupo y el de ciudadanos, fue el pasodoble dedicado al president desde la tribuna del parlamento catalán.
Concordia con Manolo Escobar
En julio de 2019 Alejandro Fernández le reclamaba "concordia" a Torra con una canción de Manolo Escobar. "Siguiendo una tradición del parlamentarismo británico lo voy a hacer cantando" anunció el líder popular. "Solo te pido, que me hagas la vida agradable aunque en nada coincida contigo", entonó para indignación del soberanismo, que en los días posteriores le acusó de faltar al respeto a las instituciones catalanas con su actuación.
Desde que en 2017 sustituyó a Xavier García Albiol como líder del PP catalán, Fernández sabía que con un exiguo grupo de cuatro diputados, debería aprovechar cada oportunidad para hacerse un hueco en el debate catalán. Y lo ha hecho, convirtiéndose junto en el peor oponente de Quim Torra.
Solo Miquel Iceta, en algunos momentos, ha conseguido sacar de quicio al president como lo ha hecho Fernández. Sin recurrir, ninguno de ellos, al estilo bronco que había impuesto Cs durante la legislatura anterior con Inés Arrimadas.
Tarragona, punto de partida
Era una lección que Fernández traía aprendida de Tarragona, su ciudad natal, donde recuperó el espacio del PP para convertirse en socio de gobierno de los socialistas en el Ayuntamiento. Con su primera campaña ya consiguió superar sin problemas las murallas romanas. Para ello, utilizó como canción de campaña el tema "Alejandro" de Lady Gaga.
Adaptado, eso sí, a las circunstancias: "Si tienes alguna duda de quien mola en Tarragona, Alejandro se mueve, Alejandro se moja".
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