El enorme batacazo de Ciudadanos en las elecciones catalanas ha abierto una profunda crisis en la formación naranja. Las tensiones internas han explotado a raíz de la negativa de la líder del partido, Inés Arrimadas, a asumir responsabilidades por la pérdida de confianza de su electorado en su principal feudo político, y ha ignorado un gran clamor interno que pedía abrir un proceso de reflexión para replantear los próximos pasos estratégicos tras la evidente derrota, así como la necesidad de acometer cambios orgánicos importantes en el 'núcleo duro' de la presidenta. Pero en la dirección "no sobra nadie", según zanjó la propia Arrimadas, lo que ha desatado un malestar aún mayor en un importante sector del partido compuesto por líderes autonómicos y municipales, pero también nacionales.
El mismo domingo electoral, estos dirigentes exigían ya la destitución inmediata de los "escuderos" de Inés Arrimadas y responsables 'en la sombra' de la estrategia del partido, tanto la que se ha seguido en la arena política nacional, escorándose hacia los pactos con Sánchez, como en la línea marcada para las elecciones catalanas y que ha terminado en fracaso. Se trata de Carlos Cuadrado, 'número dos' de la líder naranja; y José María Espejo, vicesecretario adjunto y diputado por Barcelona. Pero el escudo que ha desplegado Arrimadas frente a los golpes contra sus 'hombres fuertes' del partido ha provocado que ahora estas mismas voces cuestionen la continuidad de la propia líder liberal.
El sector crítico ha engordado desde la debacle en Cataluña, y en estas filas se habla sin cortapisas de la necesidad de ejecutar cambios de calado en el partido, que pasarían incluso por forzar una moción interna que descabalgase a Inés Arrimadas y a todo su 'búnker', según adelantó Vozpópuli y ha podido saber El Independiente de fuentes autorizadas. "Si no lo hacemos, estamos muertos", comenta un dirigente territorial. ¿Cómo? El procedimiento es claro. Los Estatutos del partido establecen que al menos un tercio de los afiliados deben promover la convocatoria de una Asamblea General Extraordinaria, en la que la moción contra la ejecutiva tendría que ser aprobada por la mayoría absoluta de los miembros de este órgano, compuesto por 125 miembros electos, los integrantes del Comité Ejecutivo y los portavoces de los comités autonómicos.
"Pueden tumbarla perfectamente. El malestar ha crecido mucho, sobre todo entre las bases, hay mucha gente cabreada", comenta otro dirigente liberal. "O se lleva a cabo un cambio o estamos muertos. Y es una pena, porque Inés podría haberlo frenado haciendo cuatro cambios y analizando la estrategia con la militancia", comenta otro cargo de esta corriente. El único impedimento en el que coinciden las fuentes consultadas es en la necesidad de encontrar un 'capitán' que lidere este movimiento, un "portavoz carismático" que logre aunar todas las corrientes internas en el partido en torno a un mismo objetivo.
Los promotores de este proyecto ya han puesto en marcha la maquinaria para encontrar a los cabecillas públicos de una moción que, si llega a producirse, tendría un doble objetivo: forzar a Arrimadas a escuchar a las críticas y acometer cambios organizativos y estratégicos para evitar el naufragio o barrer a toda el 'núcleo duro' naranja, ella incluida. Uno de los nombres que se maneja en estos círculos es el del vicepresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio Aguado, el líder que actualmente concentra más peso político de todos los dirigentes territoriales y alguien que "sabría aunar" a la gente y "liderar" este movimiento aunque, al menos de momento, no hay ninguna propuesta encima de la mesa.
El que sí ha rechazado esta oferta ha sido el líder de Cs en la Comunidad Valenciana, Toni Cantó, que habría sido contactado por los promotores de este movimiento para liderar la alternativa a Arrimadas. Cantó quiso mostrar su malestar con los pésimos resultados en Cataluña y la ausencia de autocrítica y exigió, en una entrevista para Telecinco, "reflexión, autocrítica y cambios", en relación a la destitución tanto de Cuadrado como Espejo.
Revuelo de los 'barones' contra Arrimadas
No es el único que ha cargado contra la estrategia de Arrimadas y de su núcleo más cercano de cerrar filas y evitar tomar nota de lo sucedido en Cataluña, culpando de los malos resultados a la alta abstención el 14F y también a la herencia de Albert Rivera, que dejó el partido en 10 escaños tras las elecciones generales de noviembre de 2019.
Según ha podido confirmar El Independiente de fuentes presentes en la "tensa" reunión del pasado lunes de la Ejecutiva de Ciudadanos, que se alargó durante más de cinco horas, dirigentes como Begoña Villacís, Juan Marín o Javier Imbroda fueron especialmente críticos con Arrimadas tanto por su negativa a cesar a sus 'escuderos' como porque éstos tampoco quisieron poner su cargo a disposición del partido. También se manifestó en un sentido parecido Ignacio Aguado, aunque en su caso lo que pidió fue un "cambio de rumbo" estratégico para esquivar la desaparición.
Horas antes de la reunión, la decisión de Arrimadas y de su núcleo duro de "enrocarse" y no asumir responsabilidades fue abiertamente criticada por diputados y senadores nacionales, como fue el caso del representante en el Congreso por Sevilla, Pablo Cambronero; o los senadores Ruth Goñi o Emilio Argüeso. "Hace 15 meses aprendimos qué es asumir responsabilidades en política y cómo se hace. Afiliados, simpatizantes y votantes esperan", escribían en redes sociales.
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