El presidente en funciones de la Generalitat, Pere Aragonés, ha salido hoy al paso de las críticas por su silencio durante los seis días de disturbios violentos en Cataluña para expresar su apoyo "a la totalidad de servidores públicos que trabajan para garantizar seguridad de espacio público". Con los sectores empresariales y los sindicatos de mossos en pie de guerra por la falta de condenas públicas a la violencia tras un fin de semana en el que los saqueos se han reproducido en el centro de Barcelona, el candidato a la presidencia de la Generalitat ha comparecido para asegurar su total apoyo a la policía autonómica.

El dirigente de ERC se ha escudado en la pandemia "el cuestionamiento de los derechos y libertades y la situación de represión" para explicar los disturbios, pero ha asegurado que "de esta situación no saldremos con enfrentamientos contra edificios, servidores públicos y comercios".

Cargas y balas de foam

La tarea diaria "de los 17.000 mossos y 10.000 policías locales" que actúan en Cataluña "es básica para la garantía derechos y libertades ciudadanas", ha señalado. Respecto a las críticas por la joven que ha perdido un ojo por una bala de foam, o las cargas policiales, ha asegurado que estas actuaciones "se analizarán para garantizar que siempre se actúa con buena praxis".

Aragonés ha insistido también, eso sí, en la defensa del derecho a la libertad de expresión y de manifestación en la que se han centrado hasta ahora tanto su partido, ERC, como sus futuros socios de la CUP, JxCat y los comunes. Pero ha destacado que "para protestar contra lo que sea" ese derecho se debe ejercer "siempre pacíficamente". "Es fundamental para ejercer los derechos y libertades ciudadanas con plenitud" ha añadido.

Afectación económica y reputacional

El responsable del área económica de la Generalitat ha reconocido además su preocupación tanto por la "afectación económica" como por la "afectación reputacional para Barcelona y Cataluña" de los incidentes de la última semana. pero ha negado que el Govern se haya desentendido de los sectores afectados, como denunciaron este domingo en la reunión extraordinaria convocada en la patronal Fomento del Trabajo.

"Yo personalmente he estado en contacto" con esos sectores afectados, ha asegurado. "Comparto la preocupación por la gravedad de los incidentes del fin de semana, por eso estamos centrados en garantizar operativos de seguridad que garanticen derechos y libertades y que quien se quiera manifestar lo haga pero de forma pacífica".

Confianza en los mossos

Aragonés ha destacado además su confianza en los Mossos y en los dispositivos policiales diseñados por los mandos del cuerpo. Una confianza que hasta ahora solo había manifestado el consejero de Interior, Miquel Sàmper, quien el domingo reconoció "sentirse solo" en la defensa del cuerpo.

"La mejor forma de garantizar la seguridad es la confianza en los trabajadores públicos que desde el punto de vista técnico llevan la dirección de operaciones" ha señalado el presidente en funciones. Aragonés ha asegurado que tanto él como Sàmper han estado "trabajando conjuntamente con los Mossos para acompañarles en su tarea de garantizar los derechos de todos, que incluyen también a los propietarios de los locales afectados".

Lo cierto, sin embargo, es que su primera intervención, el pasado viernes, fue más que tibia en este sentido. En ella, de hecho, se alineó con la CUP augurando cambios en el modelo de seguridad en Cataluña. Los incidentes del fin de semana, en el que las manifestaciones se han convertido en operaciones de saqueo del centro comercial de Barcelona, han forzado la nueva comparecencia.

Modelo policial

Respecto al debate abierto sobre la revisión del modelo policial, que la CUP exige que forme parte de las negociaciones para la formación del nuevo gobierno, Aragonés ha reclamado realizar ese debate en el Parlament cuando se constituya el nuevo hemiciclo surgido de las urnas.

"Las medidas de cara al futuro las tomará el futuro Govern" al que "compete tomar las decisiones que considere oportunas". Un nuevo ejecutivo en el que Esquerra quiere asumir, por primera vez, el mando de los Mossos.

En este contexto, ha reclamado que la definición del modelo de seguridad se haga en el Parlament "contando con el punto de vista de los expertos y profesionales y todas las entidades de defesa de derechos que participan habitualmente en el análisis de las políticas de seguridad". Un debate que ha reclamado "no hacer en caliente" y abordarlo "desde la confianza en los trabadores públicos en el ámbito de seguridad como los Mossos".