Es su segunda etapa al frente del PP en Euskadi. La primera fue la más convulsa, con la amenaza terrorista sobre la nuca de los populares como un riesgo cierto. La segunda le llegó tras casi tres lustros en las instituciones europeas. En los cinco últimos meses como presidente del PP, Carlos Iturgaiz (Santurtzi, 1965)ha tenido que hacerse con el control del partido para liderarlo y para integrarlo tras la salida dolida y airada de su predecesor, Alfonso Alonso. Su elección fue una apuesta directa de Casado y vino acompañada de una alianza con Ciudadanos que permitió a los populares vascos mitigar la caída que le auguraban los sondeos.
Iturgaiz afirma que por ahora la coalición PP+Cs funciona, que si ellos se han entendido también se podría extender la sintonía al conjunto del país. "Las diferencias on pueden ser una cortina de humo para no ver todo lo que nos une al centro-derecha". Está dolido "con mi amigo Abascal". No entiende por qué insiste en situar al PP como el adversario cuando la fractura que eso perpetúa es "un error garrafal" que sólo logrará "que tengamos Sánchez e Iglesias para rato": "Entiendo que están en la cresta de la ola, pero las olas bajan".
No se atreve a dar ninguna receta para remontar, para recuperar al PP. Sabe que la "refundación" la funcionó a Aznar pero quizá ahora la apuesta debe ser otra; poder armar un proyecto que atraiga a liberales, conservadores "demócrata cristianos y socialcristianos". Será en la convención de otoño cuando confía en que se puedan poner las vías para comenzar a construir un nuevo proyecto. De entrada, espera que en él se recuperen aspectos como la defensa de "las esencias de la identidad nacional, patriótica" que los electores "las ven más en otros partidos que en el PP".
Pregunta.- Usted accedió a la presidencia del PP vasco en octubre pasado. Han pasado casi cinco meses. Fue una llegada complicada tras la salida abrupta de Alfonso Alonso. ¿Cómo esta esa herida?
Respuesta.- Fue un momento difícil para el PP vasco. Pero en los momentos difíciles en este partido siempre nos hemos superado. Agradezco la labor de cargos y afiliados, hemos cerrado filas, era necesario, la hemorragia se cortó en seco. Lo fundamental es que el partido se reorganice bien de cara a las próximas elecciones municipales en mayo de 2023 para tener más implantación. Es primordial estar cercanos a los ciudadanos, más cuando vemos un Gobierno a la deriva y el mito de la buena gestión se le ha derrumbado al PNV.
P.- El sector que apoyaba el modelo del PP vasco que defendía Alfonso Alonso, ¿ha desaparecido? ¿Se ha integrado?
R.- Hay que hacer un planteamiento racional y con miras al futuro. No puedo ni debo hacer comparaciones, son odiosas. Todos mis compañeros que han ejercido la presidencia en el PP vasco, con lo complicado que es, tienen todos el mismo respeto y cariño y jamás les voy a criticar. En este partido hemos sufrido tanto… Nos han intentado aniquilar, liquidar física y políticamente de esta tierra. No lo pudo hacer ETA y nosotros no podemos pegarnos un tiro en el pie y hacernos daño. Eso el militante, el simpatizante lo entiende muy bien y cierra filas cuando hay problemas. El ADN del afiliado del PP vasco creo que es el que más genes del PP tiene a nivel nacional por las dificultades por las que ha pasado, por eso creo que somos ejemplo.
P.- ¿Ha hablado recientemente con Alfonso Alonso?
R.- Sí, pero nada de política, le doy mi palabra. Me lo dice él, ‘Carlos, no quiero hablar de política’. Hablamos de cosas privadas, personales.
Abascal comete un error al ver al PP como el enemigo. Vox está en la cresta de la ola, pero las olas bajan"
P.- Ustedes, en coalición con Ciudadanos, perdieron en Euskadi un escaño. En Cataluña han sido incapaces de hacerse con ninguno de los 30 escaños que se ha dejado Ciudadanos. ¿Qué está fallando para que el PP no sea capaz de absorber los votos de la formación de Arrimadas?
R.- Creo que el PP tiene que volver a encontrar algo que es del PP y que los electores no lo perciben. Estamos perdiendo, y me niego a perderlo, las esencias de la identidad nacional, patriótica, una apuesta que siempre ha hecho el PP. Es algo que va en nuestro ADN y que ahora, desgraciadamente, las ven más en otros partidos que en el PP. Es mala esa atomización de partidos que hay en el centro derecha. Si queremos ganar a Sánchez y quienes quieren romper España, el voto se tiene que refugiar en un partido con garantías de ser Gobierno como es el PP, sin ir a aventuras. Es importante que en el centro derecha vayamos acotando espacios y hagamos proyectos para ser una alternativa fuerte, estable, creíble para ganar a Sánchez. Si no, tenderemos Sánchez para rato, se perpetuará.
P.- Habla de recuperar la ‘esencia patriótica’. ¿Hay que recuperarla porque quien mejor la representa hoy es Vox?
R.- Vox sabrá lo que tiene que decir. Es indudable que la mayoría de los votantes de Vox, el 90%, proviene del PP. Ha habido una desafección de esos votantes por razones múltiples. Desde los extremos no se gana a los gobiernos, sólo llevan a radicalidades, crispación, división. El objetivo debe ser ganar a Sánchez e Iglesias. A mí me ha molestado, me ha resultado extraño, volver a escuchar a Abascal que está pensando en una nueva moción de censura para que el PP pueda desdecirse de lo que hizo en la primera. Lo que quiere es volver a ir contra Casado, insiste en lo mismo. Comete un error garrafal al ver como el enemigo al PP y Casado y que no sea Sánchez e Iglesias.
P.- Es decir, ¿en el PP habría que recuperar con más intensidad a postulados referidos a la patria, la identidad nacional?
R.- No, ya tenemos esos postulados lo que sucede es que mucha gente no los ve. Son nuestros. Desde la refundación del PP siempre lo hemos defendido. En uno de los congresos con Aznar como presidente se hablaba de la España Constitucional. Hay que regresar a eso, que las nuevas generaciones conozcan el amor a España, a la unidad, a la defensa de las leyes que nos unen a los españoles, no las que nos defenestran. Ese es el amor y cariño a España. Hay muchos valores que tenemos que incidir desde planteamientos de centro-derecha moderados y llegar con ellos a la ciudadanía. El primer defensor de ellos se llama Pablo Casado.
P.- En el pulso que libran PP y Vox, a la formación de Abascal mal no le va…
R.- Es verdad que Vox ha ganado ahora en Cataluña. Por el bien de España espero que los votantes de Vox entiendan que, si queremos echar a Sánchez e Iglesias de la Moncloa, tenemos que votar a un centro-derecha moderado que defiende la unidad de España, la Constitución, las libertades, la Monarquía y que es el PP la casa común del centro derecha.
Necesitamos un proyecto que avale e ilusione a liberales, conservadores, demócratacristianos y socialcristianos"
P.- Usted conoce bien a Santiago Abascal. De sus conversaciones con él, ¿percibe que la relación Vox-PP está abocada a un enfrentamiento continuo? ¿Ve opciones para una suerte de reunificación a medio plazo?
R.- Entiendo que Abascal y Vox están en la cresta de la ola, pero las olas bajan. Tienen que pensar, especialmente el votante, al que me dirijo más que a mi amigo Abascal. Los votantes deben pensar que en España estamos en un momento de extrema gravedad en lo político, lo económico, lo social, lo laboral. Cuando el PP ha cogido el país hecho un trapo lo hemos vuelto a vestir, a dar fuerza nacional e internacional. Eso no se hace desde los extremos. Puedo entender que en un momento de cabreo, de dificultades haya gente que opte por el cuanto peor mejor. Las diferencias no pueden ser una cortina de humo que no nos dejen ver todas las cosas que nos unen al centro derecha.
P.- En apenas dos años y medio España debería tener elecciones generales. No parece que estén construyéndose los cimientos para un ‘puente’ que aúne a la derecha. ¿Existen?
R.- Dejemos tiempo al tiempo. Quizá en estos momentos las relaciones son complicadas entre PP y Vox. Yo haré todo lo posible para que los votantes que han dejado de votar al PP vuelvan a entender que lo necesario es reconstruir el país desde planteamientos de unidad y moderación.
P.- ¿El PP debe refundarse, hacer algo similar a lo que hizo Aznar?
R.- No sé si la salida es una refundación, un cambio de nombre, de siglas, de alianzas. Lo que creo es que tiene que se tiene que dar una nueva ilusión al votante de centro derecha con una formación moderada. Nosotros hicimos ya una refundación exitosa. Había una fractura y división con UCD, CDS, AP, el Partido Liberal…, muchas familias dispersas. Ahora tiene que haber un proyecto que avale a los liberales, a los conservadores, a los demócratas cristianos, a los socialcristianos. Se debe crear una nueva ilusión. No me atrevo a decir si se tiene que hacer vía refundación o no, o con cambio de siglas o no. Lo primero es aunar a todas estas familias.
P.- Pero, ¿cómo se genera esa ilusión?
Ya hemos pedido perdón. Delinquen las personas, no los partidos"
R.- En otoño tenemos una convención nacional. Será importante para tomar caminos con vistas de futuro. Las vías se deben marcar en las convenciones. Deben buscar ensancharnos a otros ámbitos de la sociedad que saben que España se va al carajo y que están molestos y preocupados con este gobierno.
P.- ¿Es posible desprenderse del pasado, de la sombra oscura de la corrupción que debe gestionar la actual dirección? ¿Basta con vender la sede? Parece más una huida…
R.- El tema de la sede… Una cosa es el continente y otra el contenido. No es sólo por la cuestión de Bárcenas. Cuando no tienes el mismo número de parlamentarios y senadores los ingresos caen. Eso te lleva a replantearte las sedes. Ahora Bárcenas intenta hacer daño al PP, es su estrategia defensiva. La Fiscalía General no ve nuevos indicios, documentación para acusar al PP. No hay nuevos planteamientos ni pruebas. Además, ya hemos pedido perdón. Delinquen las personas no los partidos. Hemos visto el impacto de todo lo que hizo Bárcenas ha tenido, hemos perdido elecciones e incluso una moción de censura. Se nos ha aplicado la 'pena del Telediario' con una intensidad que me gustaría que fuera la misma para todos los partidos. Hemos hablado por activa y pasiva de todo esto. Ha hecho muy bien el presidente Casado en decir que ya no comentaremos más, ya hemos dicho todo lo que teníamos que decir.
P.- ¿Diría que Pablo Casado es hoy un presidente más sólido que cuando accedió a la presidencia del PP?
R.- No tengo duda. Cuando llegamos a un puesto, como en cualquier empresa, con el paso del tiempo uno es más sólido que al comienzo.
P.- Hombre, dependerá de los resultados de la empresa…
R.- Sí, por supuesto. Él ha consolidado un equipo, un proyecto. Sus resultados con mayoría absoluta en una CCAA y no tan buenos en otra. Ahora el objetivo está en las próximas elecciones municipales y autonómicas y en unas posibles generales.
P.- En Euskadi ustedes se han distanciado del PNV, al contrario de la pasada legislatura. ¿Veremos un cambio de posición hacia el entendimiento?
R.- El PNV aquí ha pasado el rodillo a la oposición. Ha defenestrado al PP de todos los órganos posibles. Esta es una sociedad plural y no ha habido ningún acercamiento, ni en la Mesa del Parlamento, ni en los presupuestos. De 840 enmiendas, ni una sola aceptada, eso clama al cielo. Es la soberbia nacionalista junto a la del PSE, que mira hacia otro lado.
En el PP vasco la hemorragia se cortó en seco. Siempre hemos superado los momentos difíciles"
P.- Cómo definiría la relación con el PNV, ¿escasa o inexistente?
R.- No, cordial. Aunque Urkullu ha sido el único lehendakari que no se ha reunido con la oposición tras unas elecciones. Comenzó con ese patinazo. Luego, traído por la oreja a petición del PP, hizo reuniones con la oposición durante la pandemia, le costó. Ahora en marzo volveremos a reunirnos. Al señor Urkullu le respeto mucho. Hay que separar lo político, donde discrepo, de lo personal, de quien tengo una buena opinión.
P.- Ser alternativa de Gobierno a nivel nacional ha pasado, históricamente, por entenderse con el PNV. ¿El PP vasco está llamado a jugar un papel determinante para ello?
R.- Está muy difícil pensar en eso. El PNV apuesta por activa y pasiva por apoyar a Sánchez e Iglesias…
P.- También les apoyaba a ustedes, al Gobierno de Rajoy, y en 24 horas dejó de hacerlo…
R.- Cierto. Lo que estoy viendo es que el PNV, Urkullu y Ortuzar son el pilar, es el baluarte para que Sánchez e Iglesias tengan mayorías en Madrid. Con mucho malestar de empresarios y agentes económicos en el País Vasco, que ven que lleva a la ruina a la economía vasca y española.
P.- Con el balance que hace de su coalición con Ciudadanos, ¿sería extrapolable la fórmula a nivel nacional? ¿Funcionaría?
R.- Nos entendemos perfectamente. Si lo hemos hecho aquí, ¿por qué no se va a poder hacer en toda España? Aquí lo hicimos porque creemos que el centro derecha debe estar unido, no fragmentado ni fracturado. Somos lo que más propuestas reales presentamos. Fuimos a las elecciones con un programa para defender la esencia de España en el País Vasco y nuestras costumbres y raíces. Es la defensa de las libertades, de la Monarquía, el Estatuto, la Foralidad, el Concierto Económico. Nos va bien.
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