El ex tesorero del Partido Popular Luis Bárcenas ha convertido el final de su declaración como acusado en el juicio por el supuesto pago de la reforma de la sede central de la formación con dinero negro en escenario de ajuste de cuentas con el partido para el que trabajó más de tres décadas.
A preguntas de su defensa, Bárcenas se ha desquitado con el "PP antiguo, no el PP de Pablo Casado [actual líder de la formación conservadora]". Después de afirmar que su intención no es la de "perjudicar a quienes han sido compañeros de partido durante 30 años y a algunos de ellos me une una estrecha amistad", ha lanzado un mensaje contra "la cobardía de una serie de personas que no están dispuestas como otros sí estamos haciendo a reconocer que nos hemos equivocado, que hemos cometido errores, que nos hemos financiado irregularmente y que sabíamos lo que estábamos haciendo". "Lo que me parece una cobardía de algunos es no dar la cara", ha zanjado.
"No hay un acuerdo con la Fiscalía"
El ex tesorero popular envió un escrito a la Fiscalía Anticorrupción días antes de que arrancara el juicio en el que se enfrenta a cinco años de prisión por presuntos delitos fiscales, de apropiación indebida y falsedad documental. En éste, confesaba que él mismo y su antecesor en el cargo, el tesorero Álvaro Lapuerta, pagaron la obra de la reforma de la sede del PP con dinero negro procedente de la caja B del partido creada a base de donaciones de empresarios, así como sobresueldos a altos cargos, entre ellos el ex presidente Mariano Rajoy.
También aseguraba que el partido se financió irregularmente a través de dicha contabilidad paralela y que algunas de las donaciones entregadas por empresarios eran "finalistas", es decir, que buscaban que las administraciones al frente de las que se encontraba el PP les beneficiaran en el futuro. Precisamente este aspecto se investiga en dos causas de la Audiencia Nacional aún en curso. El juez Santiago Pedraz investiga distintas adjudicaciones durante el Gobierno de José María Aznar para ver si fueron a cambio de donaciones al partido y el juez Manuel García-Castellón investiga la supuesta financiación irregular del PP madrileño en el caso Púnica. Bárcenas se ha ofrecido a aportar información y colaborar en estas dos causas.
Este martes, durante su declaración, ha negado que tras su ofrecimiento hubiera una intención de perjudicar al PP en las elecciones catalanas: "Detrás de esto no hay nada delirante de acuerdos con el fiscal general del Estado para perjudicar al PP en las elecciones, en fin, lo que hay exclusivamente es que estoy a una semana del comienzo del juicio y quiero poner blanco sobre negro que mi actitud en este procedimiento va a ser mantener la línea de colaboración que empezó en julio de 2013".
Según Bárcenas, su línea de "colaboración plena con la Fiscalía" comenzó en julio de 2013, con su declaración durante el juicio de Gürtel, y desde entonces "no se ha quebrado". " Como consecuencia de esa colaboración mía en Época I en la parte que se circunscribe a los papeles pues hubo una condena al PP por parte de la Audiencia Nacional confirmada por el Supremo en la que parece ser que queda acreditada la financiación irregular del PP".
Credibilidad de sus anotaciones
Precisamente este lunes el fiscal Antonio Romeral acorraló a Bárcenas respecto a sus anotaciones manuscritas de la caja B que publicó El País en 2013 y suponen la base de la investigación judicial y los documentos digitales que él entregó a la Audiencia Nacional.
Una de las diferencias sobre las que el fiscal incidió fue una anotación que, según valoró, Bárcenas "metió de manera forzada" en el listado de la contabilidad irregular. En ésta se recogía que Rajoy habría recibido 2.600 euros en 2008 en negro.
Este martes, Bárcenas ha insistido, igual que dijo este lunes, que "o toda su contabilidad es verdadera o toda su contabilidad es falsa" y ha explicado que la anotación la reescribió a petición de su antecesor en el cargo, Álvaro Lapuerta, que quería que figuraran las entregas a Rajoy para poder mostrárselas cuando fuera necesario.
A diferencia del fiscal, que puso en apuros a Bárcenas con las contradicciones de sus anotaciones, la representante de la Abogacía del Estado le ha instado a destacar que él no pudo modificar años después datos contables que no vio ni conoció previamente. Concretamente, le ha preguntado si manejó las facturas sobre las obras en las sede del PP de la empresa de reformas Unifica cuando éstas se llevaron a cabo, a lo que el ex tesorero ha contestado que no. Bárcenas ha explicado que no podría haber hecho, por tanto, anotaciones falsas al respecto.
Bárcenas ha confirmado que Lapuerta y él admitieron pagar entre el 25% y el 35% de las obras de la reforma de la sede del PP con dinero negro.
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