Pablo Iglesias, que dejará la vicepresidencia segunda del Gobierno y el escaño muy probablemente el 14 de abril, día de la República, ha replicado a Ángel Gabilondo, que "a la derecha le interesa que estemos con pullas y con reproches y ahí no voy a estar". Respondía así a las palabras del candidato socialista quien por la mañana había descartado un pacto de gobierno con el líder de Podemos por su "radicalidad".

En una entrevista a Informativos Telecinco ha anunciado que no tiene ninguna intención de entrar en colisión "con ninguna de las candidaturas progresistas". "Si ven que nos peleamos -ha agregado- desmovilizamos a los electores. Respeto su estrategia de ir a los votantes del PP, pero no habrá ninguna palabra mala". Considera Iglesias que si dan los números "es inevitable el acuerdo" de los partidos de la izquierda por entender que "es algo que necesitan los ciudadanos".

Interrogado respecto a por qué va a abandonar el Gobierno, arguye el todavía vicepresidente que los cargos "son instrumentos para cambiar cosas, no para acomodarse" y desde el anuncio de su candidatura "vuelve a haber partido" pues los ciudadanos "se dan cuenta de que la izquierda se toma en serio Madrid. Hace una semana parecía que Madrid estaba perdido y ahora es distinto". ¿Su objetivo? "contribuir a que la ultraderecha no entre en las instituciones de un país democrático" en alusión a Vox.

En definitiva, "no se me tienen que caer los anillos por dejar la vicepresidencia y el coche oficial. Hice un papel importante en el primer gobierno de coalición de la democracia" y ahora hay un recambio en un grupo de mujeres, tanto en alusión a Yolanda Díaz como a Irene Montero, que pueden liderar el futuro de Unidas Podemos. "Se me critica haga lo que haga- ha dicho en otro momento- pero no van a escuchar una palabra contra las fuerzas progresistas".

Movilizar al electorado de izquierdas

Tras reconocer que se manejó la posibilidad de que Alberto Garzón encabezase Madrid, lo primordial es "lograr que la gente vaya a votar, por eso es importante no lanzarnos pullitas entre las izquierdas". Tras insistir en el mantra de que la derecha "está siempre movilizadísima", ahora toca que "la gente de izquierda y de los barrios obreros se movilice. Me gustan los retos y lo podemos conseguir".

Reprocha Iglesias que cuando la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, habla de comunismo se refiere a la Constitución, en concreto a esos artículos que hablan de derecho a la vivienda, a un sistema fiscal justo o a que la riqueza debe estar subordinada al interés general. "Lo que llama libertad es no cumplir la ley, como no devolver 3.000 viviendas vendidas a fondos buitres", ha espetado en alusión a la candidata popular.

Insiste en que Ayuso acabará imputada como lo están o lo han estado Esperanza Aguirre, Ignacio González o Cristina Cifuentes. "Cuando se levanten las alfombras pude haber indicios de delitos", señala el candidato de Podemos. Incluso ha ido más lejos al acusar al PP de haber "comprado diputados en Murcia, les han dado dinero y eso es un delito. Se hizo con Tamayo y Saéz para seguir con el poder en Madrid", en referencia a la fracasada moción de censura en Murcia.

Niega por otro lado ser responsable de la polarización política. Cree que la crea la desigualdad "y una sociedad muy maltratada por el PP" y de gobernar en Madrid, afrontará la crisis del Covid siendo una comunidad obediente y arrimando el hombro.